trompetas de anunció
trompetas de Juicio
El flagelo describe muy particularmente la invasión del Imperio Romano por los visigodos presididos por Alarico. Esta fue la primera de las incursiones teutónicas contra dicho imperio, que jugaron una parte tan importante en su caída final. Los visigodos comenzaron su invasión alrededor del año 396 d. C. entrando en Tracia, Macedonia y Grecia, en la parte oriental del imperio; después cruzaron los Alpes y saquearon la ciudad de Roma en el año 410 d. C. También saquearon una gran parte de lo que es ahora Francia y finalmente se establecieron en España.
Tercera parte. Esta fracción aparece repetidas veces en el Apocalipsis (vers. 8–9, 11–12; cap. 9:15, 18; 12:4; cf. Zac. 13:8–9). Probablemente implica una parte considerable, pero no la mayor parte.
Toda la hierba verde. Lo terrible de esta tempestad se describe dramáticamente como destruyendo gran parte de la vegetación de la tierra.
8. Como. Sin duda Juan piensa que un monte ardiendo es la mejor representación de la escena que se está pasando frente a sus ojos. La figura de una “montaña ardiendo” aparece en la literatura apocalíptica judía (Apocalipsis de Enoc Etiópico 18:13); pero no se puede comprobar que Juan tomase de esa fuente para describir el fenómeno que ahora está contemplando. Cf. Jer. 51:25, en donde el profeta describe a Babilonia como un “monte destruidor” que se transformará en un “monte quemado”.
Mar. El mar, con la vida que hay en él y sobre él, se presenta como el objeto especial del castigo de la segunda trompeta (cf. cap. 16:3).
La catástrofe anunciada por esta trompeta ha sido interpretada como una representación de las incursiones de los vándalos. Estos, desalojados de su territorio en Tracia por las incursiones de los hunos provenientes del Asia central, emigraron a través de la Galia (ahora Francia) y España hasta el norte del Africa romana, y establecieron un reino con centro en Cartago. Desde allí dominaban el Mediterráneo occidental con una flota de piratas que saqueaban las costas de España, Italia y hasta Grecia, y atacaban los barcos romanos. El punto máximo de sus depredaciones fue en el año 455 d. C., cuando saquearon la ciudad de Roma durante dos semanas.
Tercera parte. Ver com. vers. 7.
Mar se convirtió en sangre. Este castigo recuerda la primera plaga que cayó sobre Egipto (Exo. 7:20). En la segunda plaga (Apoc. 16:3) el mar “se convirtió en sangre como de muerto”. La “sangre” sin duda significa en esta trompeta una matanza en gran escala.
9. Seres vivientes. Gr. ktísma, “ser o cosa creada”. La palabra griega no implica necesariamente vida, de aquí que se añada “vivientes”. Cf. Exo. 7:21.
Vivientes. Gr. psujḗ (ver com. Mat. 10:28).