Un tal Jesús… Parte 2

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Un tal Jesús… Parte 2

La causa de la expiación.

Cristo murió para satisfacer la Justicia de Dios.
Romanos 3:25–26 LBLA
25 a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente, 26 para demostrar en este tiempo su justicia, a fin de que Él sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús.

La necesidad de la expiación.

¿Había alguna otra manera en que Dios salvara a los seres humanos sin tener que enviar a su Hijo para que muriera en lugar nuestro?
Antes de responder a esta pregunta es importante darnos cuenta de que no era necesario que Dios salvara a nadie.
Cuando vemos que
2 Pedro 2:4 LBLA
4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno y los entregó a fosos de tinieblas, reservados para juicio;
,nos percatamos de que Dios también pudo haber escogido con perfecta justicia habernos dejado en nuestros pecados en espera del castigo. Podía haber escogido no salvar a nadie, tal como lo hizo con los ángeles que pecaron. Así que en ese sentido la expiación no fue absolutamente necesaria. Pero puesto que Dios, en su amor, decidió salvar a algunos seres humanos,
La necesidad es por la voluntad de Dios. La Cruz es la manera perfecta para pagar justamente el precio de los pecados, y salvar a los pecadores.
Lucas 24:25–26 LBLA
25 Entonces Jesús les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! 26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera todas estas cosas y entrara en su gloria?
la sangre ajena nunca satisface la justicia de Dios.
Hebreos 9:23–25 LBLA
23 Por tanto, fue necesario que las representaciones de las cosas en los cielos fueran purificadas de esta manera, pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. 24 Porque Cristo no entró en un lugar santo hecho por manos, una representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Dios por nosotros, 25 y no para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.
La naturaleza de la expiación

la obediencia de Cristo

La obediencia activa de Cristo, el obtiene para nosotros la union perfecta con Dios. Cristo cumple perfectamente la ley, es esa vida sin pecado. Cristo no solamente muere en nuestro lugar sino tambien obedeció perfectamente en nuestro lugar .
1 Corintios 1:30 LBLA
30 Mas por obra suya estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, y justificación, y santificación, y redención,
el poder del pecado es quebrantado por la obediencia de cristo.
2 Corintios 5:21 LBLA
21 Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.
Cuando Dios nos ve no solamente sin pecado, Él nos ve justo.

2. La obediencia Pasiva.

Isaías 53:6 LBLA
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada cual por su camino; pero el Señor hizo que cayera sobre Él la iniquidad de todos nosotros.
Gálatas 3:13 LBLA
13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: Maldito todo el que cuelga de un madero),
1 Pedro 2:24 LBLA
24 y Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.
Romanos 3:25 LBLA
25 a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente,
1 Juan 2:2 LBLA
2 Él mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
Nosotros merecemos morir como castigo por el pecado, Nosotros merecemos sufrir la ira de Dios en contra del pecado, Estamos separados de Dios causa de nuestros pecados. Estamos esclavizados al pecado y al reino de Satanas.

Que sucedió en la resurrección

1.La resurrección garantiza nuestra regeneración
1 Pedro 1:3 LBLA
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,
En su resurrección, Jesús obtuvo para nosotros una nueva vida como la suya. No recibimos esa nueva «vida de resurrección» por completo cuando nos convertimos en creyentes, porque nuestros cuerpos siguen siendo como son, todavía sujetos a debilidad, envejecimiento y muerte.
Pero en nuestro espíritu se nos hace vivir con nuevo poder de resurrección. Por tanto, es mediante su resurrección que Cristo obtuvo para nosotros la nueva clase de vida que recibimos cuando «nacemos de nuevo». Por esto Pablo puede decir que Dios
Efesios 2:5–6 LBLA
5 aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados), 6 y con Él nos resucitó, y con Él nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús,
2. Su Resurrección garantiza nuestra justificación
Romanos 4:25 LBLA
25 el cual fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado por causa de nuestra justificación.
Cuando Cristo resucitó, esa fue la declaración de Dios de que aprobaba la obra redentora de Cristo. Debido a que Cristo «se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!» (Fil 2:8), «Dios lo exaltó hasta lo sumo» (Fil 2:9).
Al resucitar a Cristo de entre los muertos, Dios el Padre estaba en efecto diciendo que aprobaba la obra de Cristo al sufrir y morir por nuestros pecados, que su obra quedaba terminada, y que Cristo ya no tenía ninguna necesidad de seguir muerto.
No quedaba pena que pagar por el pecado, ni tampoco más ira de Dios para llevar, ni más culpa o culpabilidad para castigar; todo ha quedado completamente pagado y no queda ninguna culpa pendiente. En la Resurrección, Dios estaba diciéndole a Cristo: «Apruebo lo que has hecho y has hallado favor ante mis ojos».
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