Ya no más

Exposición de Efesios  •  Sermon  •  Submitted
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Pablo quiere que los efesios pongan en práctica el vestirse del nuevo hombre, enfatizando en lo que no deben hacer, contrastándolo con lo que sí deben hacer. /// Demostrar que la santificación del creyente es un proceso en el que debemos tomar parte (y de manera colectiva), sin perder de vista el aspecto teológico de cada mandamiento.

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Efesios 4:25–5:5 LBLA
Por tanto, dejando a un lado la falsedad, hablad verdad cada cual con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis oportunidad al diablo. El que roba, no robe más, sino más bien que trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, a fin de que tenga qué compartir con el que tiene necesidad. No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino solo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan. Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia. Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo. Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados; y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma. Pero que la inmoralidad, y toda impureza o avaricia, ni siquiera se mencionen entre vosotros, como corresponde a los santos; ni obscenidades, ni necedades, ni groserías, que no son apropiadas, sino más bien acciones de gracias. Porque con certeza sabéis esto: que ningún inmoral, impuro, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
Nos encontramos en una de la secciones más prácticas de la carta a los efesios. No olvidemos que Pablo dividió su carta en dos secciones: Teología y Vida Cristiana; Teoría y Práctica. Sin embargo, debemos tener en mente una cosa siempre que nos acercamos a pasaje como estos: La teología es necesaria para una buena práctica. Es imposible tener una vida cristiana genuina, si primero desconocemos lo que conlleva ser cristiano (dicho sea de paso, les recomiendo leer el libro del pastor Paul Washer, La garantía y las advertencias del evangelio). La teoría siempre viene antes que la práctica. Eso lo sabemos desde la escuela. Y en la teología no es la excepción. Pero, a pesar de que nos encontramos en la sección practica, lo teórico no está olvidado o puesto a un lado.
Mis hermanos, nuestra santificación crecerá en medida que entendamos más y más quien es Dios, y lo que Él nos ha provisto para esa vida. Por eso, puse como título al sermón del día de hoy: YA NO MÁS, porque vamos a ver como nuestra santificación está estrechamente relacionada con nuestra teología, y nuestra vida en comunidad. Para ellos vamos a dividir nuestro pasaje en cinco mandamientos que Pablo exhorta a los hermanos efesios a seguir. Y para nosotros, cinco áreas en nuestra vida que, espero en el Señor, nos confronten a crecer en santidad.

No mientan, digan la verdad (v.25)

Efesios 4:25 RVR60
Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
Por lo cual”. De esta manera Pablo concluye lo que anteriormente mencionó: Cristianos efesios, deben quitarse su antigua vida así como alguien se quita una ropa sucia, y vestirse de una nueva vida, esa vida que Dios ha creado a Su imagen cuando Cristo resucitó.” Pablo exhortó a los creyentes a que su vida debe estar activamente (no pasiva) dirigida hacia la santificación. Y comienza con el primer pecado de la lista: la mentira.
¿Por qué es tan mala una mentira?

Dios es veraz

La Biblia nos enseña que Dios es veraz. ÉL es la Verdad, y todo lo que emana de Él es Verdadero y justo. Y por tal razón, todo creyente en el evangelio debe ser conocido por ser veraces, porque toda clase de mentira es contrario a su naturaleza.
Esto incluye toda mentira franca y abierta. Esto incluye también la exageración de las cosas; incluye promesas que de antemano sabemos que no cumpliremos. Esto incluye la justificación de nuestros errores y pecados. Incluye hacer trampa en nuestros exámenes; incluye hacer trampa en nuestra declaración de impuestos. Esto incluye esconder la verdad para parecer ante los demás de cierta manera.
Todo esto está dentro de la mentira. Y tales comportamientos son contrarias a la naturaleza del creyente, porque el cristiano “ha sido creado a imagen de Dios (con una nueva naturaleza), creado en la justicia y la verdad”. Ahora, esto no significa que por una mentira hemos de ser condenados, porque evidentemente ninguno de nosotros hemos sido destruidos. Aunque debemos procurar diligentemente hablar verdad en todo momento, pero Pablo se está refiriendo a aquellas personas que de manera habitual está hablando mentira. Y la Biblia enfatiza que no debemos ser así.
Apocalipsis 21:8 RVR60
Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
¿De dónde surge la mentira?

Satanás es mentiroso

La Biblia nos dice que satanás es el padre de mentiras, y Juan 8.44 nos dice
Juan 8:44 RVR60
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
Quizá hayamos escuchado la expresión, “es una mentira piadosa”, o “no digas todo, no estarás mintiendo, pero tampoco estarás diciendo todo”. Estamos propensos a la mentira, mis hermanos. Pero si lo que caracteriza a una persona es la mentira, tal persona no puede considerarse cristiana. Jesús lo dijo en Juan 8.44, él pertenece a su padre el diablo, porque hace lo que su padre hace. Pero el que es hijo de Dios, hace lo que su Padre hace.
Pero Pablo nos dice que el proceso de la santificación en nosotros es de forma continua. No es que hoy despertamos y ya somos completamente santos; es un proceso que dura toda la vida. Eso es lo que describe la palabra “desechando la mentira”. Es algo que día tras día debemos hacer.
Notemos que lo que dice el versículo no dice que bajo ciertas circunstancias es aceptable ocultar la verdad. Pablo es muy claro en este punto: Ya no pertenecen al sistema de este mundo, por lo tanto deben hablar verdad en todo momento con su prójimo”. No Está diciendo que únicamente con los cristianos hay que ser honestos, sino que “con nuestro prójimo”.
¿Por qué es tan mala la mentira?
En primer lugar, porque fue una mentira lo que ocasionó que el pecado entrara en el mundo. Recordando lo que Satanás le dijo a Eva, “¿Conque Dios les ha dicho...?”. Satanás comenzó poniendo en duda la veracidad del mandamiento de Dios, y acto seguido de crear esa duda en la mente de Eva, prosiguió a contradecir a Dios “No morirán”. La mentira hace precisamente eso: Nos presenta una alternativa a lo que Dios ha determinado que se haga, piense o sienta, y lo cambiamos por algo falso.
Y en segundo lugar, Pablo es claro al decir: La mentira es una afrenta contra el cuerpo de Cristo, porque lo divide. Por eso al comienzo de Ef. 4 Pablo habla de la unidad de la paz, y más adelante (Ef. 4.15) insta a que crezcamos en la verdad. Y Pablo lo reafirma al decir que, debemos hablar verdad unos con otros, porque somos miembros los unos de los otros. La mentira, mis hermanos, es una afrenta a la unidad que existe en el cuerpo, porque ataca la paz que existe entre los hermanos, aunque no sea evidente ene ese momento.
En segundo lugar, el segundo mandamiento que Pablo menciona en nuestro pasaje de hoy es “no pierdan el control por el enojo”.

No pierdan el control, que su enojo sea santo (v.26-27)

Efesios 4:26–27 LBLA
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis oportunidad al diablo.
Pablo comienza NO dando una prohibición, como tal, sino abriendo la puerta a la posibilidad de enojarse. “Airaos”. Mis hermanos, la ira en sí misma no es mala. Lo que es malo es lo que la ira desata en nosotros. Pero la Biblia no condena la ira, puesto que nuestro Dios es un Dios Santo, y está airado contra el pecado.
Salmo 7:11 RVR60
Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días.
Salmo 5:5–6 RVR60
Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.
Juan 3:36 LBLA
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.
Mis hermanos, nuestro Dios sigue airado contra el pecado. Él no pasa por alto la maldad de los hombres. Ni siquiera la de los cristianos, pero ÉL ve nuestra pecaminosidad a través de la obediencia perfecta de Cristo, y cargó toda nuestra maldad sobre Su Hijo en la cruz como propiciación. La palabra propiciación significa apaciguar la ira. Pero Salmo 5, 7 y Juan 3.36 nos señalan que Dios continua airado contra el pecado. Y como Jonathan Edwards dijo en su sermón “Pecadores en manos de un Dios airado”:
La Santidad de Dios Capítulo Nueve: Dios en las Manos de Pecadores Airados

No es debido a ninguna otra cosa que tú no hayas ido al infierno mientras dormías por la noche y que hayas podido despertar hoy después de haber cerrado tus ojos. Y no existe ninguna otra razón para que no hayas sido arrojado al infierno desde que te levantaste esta mañana, sino que la mano de Dios te ha sostenido.

Pero hay un problema aquí, mis hermanos. Estamos tan manchados por el pecado, que a pesar de que es posible tener una ira santa, así como Dios, estamos propensos a que nuestro enojo sea más bien pecaminoso que santo. Debido a la presencia del pecado en nosotros, aunque la ira no es un sentimiento pecaminoso, en nosotros puede volverse algo peligroso. Es por eso que Pablo nos da tres maneras de cómo controlar el enojo:
Efesios 4:26 NTV
Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle». No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados,
Me llama la atención que Pablo comienza con esta observación: No pequen. Esto nos dice que nosotros mismo podemos convertir un sentimiento santo, y volverlo pecaminoso. Está en nosotros la responsabilidad de hacer buen uso de nuestras emociones, así como también somos responsables de responder mal cuando algo nos indigna.
¿Cuántos de nosotros no hemos tenido momentos de intenso enojo?
Cuando las cosas no funcionan como esperamos. Cuando la gente actúa o reacciona de una manera contra nosotros. Es normal sentir indignación sobre ciertas cosas.
Pero, ¿qué hacemos cuando llegamos a ese punto límite de nuestra paciencia?
En nuestra casa con nuestros padres. Con la esposa o el esposo (los que están casados). Con los hijos, los que son padres. ¿Cómo respondemos cuando algo nos indigna? Pablo nos exhorta a no pecar, perdiendo el control por el enojo.
Proverbios 29:11 RVR60
El necio da rienda suelta a toda su ira, Mas el sabio al fin la sosiega.

No dejes pasar el día

Efesios 4:26 LBLA
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
Para los judíos, el día acababa cuando el sol se metía, y veían las primeras estrellas. Y Pablo dice que dicho enojo que tengamos no debe durar hasta que el sol se ponga. Pero para nosotros, no almacenar el enojo demasiado tiempo.
Algunos utilizan este versículo para aplicarlo literalmente para arreglar el conflicto EN EL INSTANTE que surgió. Pero Pablo no está diciendo eso. Si eres como yo, que quieres resolver el problema en el momento, te recomiendo reconsiderarlo. Es correcto solucionar el problema, pero cuando se intenta resolver estando enojado, o triste, resulta contraproducente.
Pero Pablo está diciendo que debemos ocupar el día para resolver el problema; aunque quizá esto no se pueda hacer en ese momento. Quizá dentro de

No des lugar al diablo

Efesios 4:27 LBLA
ni deis oportunidad al diablo.

No roben, trabajen y regalen (v.28)

No usen su boca para el mal, sino para edificación (v.29-30)

No sean antipáticos, sino amables (v.31-5.2)

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