El amor de Dios me arrastra

Introducción.

La fuerza de un rio puede ser contenida, pero llegara el momento que la cantidad de agua acumulado vecera cualquier contención. Así es el amor de Dios, todo aquella persona que se acerca a Jesus se convertirá en un rio que no puede ser contenido.

Juan 7:37–38 RVR60

37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

Y este amor es el motor de la vida Cristiana, y si en algún momento sientes “sed” regresa a él y bebe. Esta es la clave del ¿porque? hacemos las cosas, el es mas fuerte que nosotros, su amor nos arrastra, nos seduce y nos conduce.

Su amor me arrastra. (¿Porque hacerlo?)

2 Corintios 5:14–15 NTV

14 Sea de una forma u otra, el amor de Cristo nos controla. Ya que creemos que Cristo murió por todos, también creemos que todos hemos muerto a nuestra vida antigua. 15 Él murió por todos para que los que reciben la nueva vida de Cristo ya no vivan más para sí mismos. Más bien, vivirán para Cristo, quien murió y resucitó por ellos.

El amor de Dios con constriñe, nos controla, nos arrastra.

Diccionario Strong de Palabras Originales del Antiguo y Nuevo Testamento 4912. συνέχω sunéjo

συνέχω sunéjo; de 4862 y 2192; sostener juntos, i.e. comprimir (las orejas, con una multitud o sitio) o arrestar (a un prisionero); fig. compeler, dejar perplejo, afligir, preocupar:—afligir, angustiar, apretar, constreñir, custodiar, enfermo, entregar, estrechar, poner estrecho, oprimir, tapar, tener (preso).

Alguno vez a visitado la CDMX? La primera vez que la visite fue también mi primera vez en el metro, salí de la central camionera, y a las afueras de la misma esta la estación del metro, aborde hacia el sur de la ciudad, y en medio de los traslados, llegue a una estación llamada “La raza” baje como todo un provinciano para abordar la siguiente linea, y de pronto empiezo a sentir como el piso tiembla “un temblor” pensé, pero no era una multitud de gente corriendo para poder abordar el metro a tiempo, quise salir de esa ola de gente y no pude, terminé pegado al la pared del metro, literalmente ese rio de gente me controlo, me arrastro hacia el fondo del metro.

A esto se refiere la escritura, cuando tu y yo vamos a Cristo y saciamos nuestra sed en el, descubrimos un amor tan grande como un rio, que te arrastra y te obliga a seguir “su corriente”.

Piensa en esto...

Cada vez que haces planes, terminas siguiendo los suyos.

Cuando quieres guardar rencor, terminas perdonando.

Cuando quieres ver por ti mismo, terminas viendo por los demás.

Cuando quieres descansar, terminas caminando una milla extra.

Cuando quieres defenderte, terminas poniendo la otra mejilla.

Cuando quieres maldecir, terminas bendiciendo.

¿Porque? Porque el amor de Dios nos constriñe, nos obliga, nos arrastra.

Pero no solo aplica a lo que humanamente quieres o no hacer, también aplica en su bendición y protección. Un rio sin fin de su amor generoso.

Cada vez que nos sentimos solos. El esta como poderosos gigante.

Cada vez que necesitamos algo. El es Yahwe Shadai, Yahwe Jireh, nuestro todo suficiente y nuestra provisión.

Cada vez que sentimos temor. El es nuestro escudo.

Cada vez que la enfermedad toca a nuestra puerta. El es nuestro sanador.

Pero sobre todo, cada vez que nos sentimos huérfanos el es nuestro ABBA, nuestro Padre amoroso.

Te da cuenta es te rio de amor nos arrastra a concluir que...

El amor de Dios es todo lo que necesitamos, cuando lo necesitamos y donde lo necesitamos.

Dios es bueno...

Llamado.

Si hoy estamos aqui es porque el amor de Dios nos contriñe, nos obliga, nos arrastra.

Nos arrastra a perdonarnos.

Nos arrastra a servirnos unos a otros.

Nos arrastra a unirnos.

Nos arrastra a ser sal de este mundo.

Nos arrastra a ser luz en medio de la oscuridad.

Nos arrastra a SER ESPERANZA a Aguascalientes.

Nos arrastra a predicar las buenas noticias de salvación en Cristo Jesus.

Hoy. Convocamos por este amor a unirnos una vez mas para ser “La esperanza que nuestra sociedad necesita” a bajar nuestra banderas y a levantar una sola “Jesus” “Jesus” “Jesus”. a ser arrastrados por el amor que Dios le tiene a nuestro estado, a predicar libertad al cautivo, a sanar al enfermo, a vendar al herido.

Convocamos a los hombres y mujeres valientes que se pongan de pie para servir en las filas de este ejercito que no para hasta que el nombre de Jesus sea conocido hasta lo ultimo de la tierra.