La fe que tiembla ante el juicio .

Introducción.

Quiero iniciar este mensaje haciendo una pregunta: ¿Cómo está su fe?

Si hay algo que la sociedad de nuestro tiempo es incrédula es en cuanto al juicio de Dios. Y esta incredulidad no solo abunda en los no creyentes sino que también ha llegado a influenciar las vidas de los mismos cristianos en cuanto a la inminente venida de Cristo porque así como vive el mundo sin la expectativa de un juicio así algunos cristianos viven como que si Cristo no viniera pronto.

Existe un gran paralelo entre las maldad en los tiempos de Noé y la maldad del ser humano en la actualidad; tanto en los tiempos de Noé y como en nuestros tiempos la maldad abunda, tanto una como la otra, su maldad no tiene que ver con las circunstancias sino con la inclinación maligna del corazón del hombre y tanto una sociedad como la otra se jactan de su desarrollo, placeres y libertinaje sin límites y sin esperar el justo juicio de Dios.

Noé es el primer hombre en la tierra llamado “varón justo”, fue el primogénito de su padre Lamec, quién ante la abundante maldad de su generación, en esperanza puso por nombre Noé que significa “alivio” o “descanso” haciendo referencia a la pesada carga que era vivir en medio del pecado y la injusticia de la humanidad.

La fe de Noé es la fe que cree la advertencia del juicio de Dios y advierte a la humanidad acerca de este juicio. Y es una fe a la que estamos llamados a imitar.

Imitemos la fe que obedece.

“Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase” Heb 11.7

-La fe precede a la obediencia. Que cosas aún no se habían visto? Nunca se habían visto llover hasta el diluvio y menos por supuesto se habían visto inundaciones es por eso que fue muy importante la fe de Noé para creerle a Dios. ( Gn 2.5-6 )

-La advertencia para hoy. ¿Que cosas aún no hemos visto? Es que el juicio de Dios está a las puertas y la palabra de Dios nos advierte que la tierra será esta vez destruida ya no por agua e inundaciones sino por fuego.

“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos, y la tierra y las obras que en ellas hay serán quemadas” 2 P 3.10

Y las personas de la generación de Noé, incrédulas se preguntaban ¿porque no ha llovido, porque no hay inundaciones? ¿que construyes Noé y para qué? ¿que cosas predicas? y al igual que nuestra generación son incrédulos y no creen a pesar de las advertencias de un juicio venidero.

-La fe nos debe llevar a la obediencia. Noé es llamado justo. Esta palabra en hebreo describe a una persona que por fe vive en obediencia. Noé caminaba en integridad y justicia en un mundo perverso y hostil a Dios.

“Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó” Gn 6.22

Aquellos que piensan que no necesitan comunión con el Cuerpo de Cristo, no obedecen a Cristo bautizándose, o que llaman a los cristianos hipócritas, o no obedecen al Señor apartándose de sus pecados y malos hábitos, no son realmente salvos.

AQUELLOS que son realmente salvos, se caracterizan POR EL DESEO DE HACER LA VOLUNTAD DE DIOS. Nuestro amor por Dios se expresa en nuestra obediencia a Sus mandatos.

“Si me aman, obedezcan Mis mandamientos.” Jn 14.15

Noé supero las objeciones y burlas de su generación; su obediencia era pronta y resuelta.

No solo debemos imitar a Noé, en cuanto a una fe obediente, sino también debemos...

Imitemos la fe que justifica.

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal… Gn 6.5 “pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” v.8 “Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones: con Dios camino Noé” v.9

-La trampa de la incredulidad. La característica más evidente en la generación que vivió en los tiempos de Noé es una total ausencia de fe en Dios. Dentro de esa generación surgieron los grandes inventores, artistas artesanos y grandes hombres de renombre y violentos como Lamec quien fue el primer hombre en practicar la bigamia.

Era una generación que procuraba la alabanza, la grandeza, exaltaban los logros y avances humanos y su meta era buscar la aceptación de los hombres y no la de Dios, por esa razón su medida de rectitud y de justicia estaba corrompida a tal punto que todo plan y designio era solo para el mal y porque no creyeron en la advertencia del juicio de Dios nunca fueron justificados.

-Cristo es nuestra justicia. En nuestra generación existe la perversa inclinación de pretender ser aprobados por Dios y por los hombres cumpliendo la propia justicia. De manera que toda actividad religiosa está motivada por el deseo egoísta de ganar la aprobación de Dios o de los hombres

Ud y yo debemos comprender que somos aceptados por parte de Dios, no en base a nuestra conducta, sino más bien en la conducta de Cristo Jesús.

El fué perfecto, nunca pecó, fue a la cruz injustamente y voluntariamente pagó el castigo de tus pecados. Entonces cuando tu le confiesas tus pecados en arrepentimiento y fe. Cristo pagó por ellos en la cruz para darte perdón y atribuirte su justicia. Dios te declara justo en base a lo que Jesús hizo en la cruz por ti.

Un día cuando Cristo venga tendré un cuerpo, ya no de pecado sino un cuerpo glorificado y en ese momento serán quitadas todas mis imperfecciones.

“nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en E. S. el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos.. Tito 3.5-7

Sin la vida justa de Noé, no habría referencia y ejemplo de rectitud que convenciera al mundo para ser juzgado. (2 P 2.5)

Noé no procuró el favor ante los ojos de los hombres, porque su testimonio de vida les señalaba y condenaba.

Es mejor una vida aceptable para Cristo que una vida popular y aceptable entre los hombres.

Noé nado contra corriente; cuando nadie más seguía al Señor, el decidió obedecer a Dios.

Imitemos la fe que advierte del juicio.

“y sino perdonó al mundo antiguo, sino que guardo a Noé, pregonero de justicia..” 2 P 2.5

Noé, como un fiel pregonero de justicia, mientras construía el arca, amonestaba a las gentes, hablándoles del juicio que estaba por venir a causa de sus pecados.

Sin embargo las multitudes, fijándose en el progreso de su civilización sin Dios, y no viendo señal alguna que presagiara el anunciado juicio, continuaron en sus pecados e incredulidad, burlándose del testimonio de fe de Noé y de lo que ellos podían llamar “ideas pesimistas”. Los hombres de entonces despreciaron el aviso de Noé, y siguieron “comiendo, bebiendo, casándose y dando en casamiento”

La paciencia de Dios tiene un límite. (Ec 8.11)

“Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación..” 2 P 3.15a

Así como el diluvio fue el instrumento de juicio, el arca fue el instrumento de salvación.

Es muy probable que por las dimensiones del arca y el arduo trabajo para un solo hombre con sus hijos, que la construcción tardaría un largo periodo de tiempo en el cual el mensaje de advertencia sería predicado a la humanidad.

“Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hombres está dispuesto para hacer el mal” Ec 8.11

El Señor Jesucristo advirtió en su palabra a la generación de su tiempo acerca de la poca enseñanza o ausencia de exhortación en cuanto a la ira venidera.

“Al ver él que muchos fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía; Generación de víboras! ¿Quien os enseño a huir de la ira venidera?” Mt 3.7

-El juicio y la gracia siempre juntas. Así como el Señor determinó juzgar la maldad del hombre, así también determino extender su gracia a un hombre que creyó en ÉL.

Así como el diluvio fue el instrumento de juicio, el arca fue el instrumento de salvación.

Noé es un tipo de Cristo y su obra en la cruz representa esa misma arca como provisión de salvación a todo aquel que escuche esta advertencia y proceda en fe y arrepentimiento.

CONCLUCIÓN

Si hacemos un paralelo entre los tiempos de Noé y nuestro tiempo, podemos llegar a concluir sin lugar a dudas que los días de Noé que mencionó Jesús en Mt 24.37 ya están aquí; hay violencia, promiscuidad, progreso tecnológic y sobre todo hay advertencia por medio de la predicación fiel tanto al mundo incrédulo como a la iglesia del Señor.

La pregunta es ¿cual será su respuesta ante esta advertencia? ¿responderá con la fe de Noé? ¿preparará a su familia para la pronta venida de Cristo?.

La puerta del arca aún está abierta y esa puerta es Cristo, sin embargo esa puerta cera cerrada. El paso a dar es reconocer a Jesucristo como Señor y salvador de su vida procediendo en fe y arrepentimiento.

Y como cristianos la advertencia es para consagrarnos más aún para la venida del Señor, servir al Señor, ser obedientes y advertir de este juicio a nuestra familia y amigos que aún no conocen de Cristo.