¿POR QUÉ TE LLAMAS CRISTIANO?

Dar bienvenida a todos los hermanos y personas que nos ven en la transmisión, y encomendar está enseñanza al Dios de gloria con mucho temor y temblor, esta predicación, pues seré juzgado por la misma.

I. INTRODUCCIÓN.

En la actualidad, en este siglo XXI, nos damos cuenta que cada persona a nivel social, cultural, familiar y laboral somos identificados con un tipo de profesión u oficio. Muchas personas, a medida que vamos creciendo, empezamos a formar una idea de dedicarnos a una profesión u oficio. Algunos deciden estudiar en la universidad la carrera que les llama la atención; conocemos infinidad de profesiones, ¿verdad?: contadores, administradores, ingenieros, biólogos, arquitectos, químicos, psicólogos, médicos, abogados y una cantidad bastante amplia sin mencionar los postgrados que se pueden obtener. Sin embargo, tenemos también muchos oficios que se aprenden de forma empírica a lo largo de la vida y en lo cual también nos ganamos la vida; existen los carpinteros, pintores, soldadores, conductores de vehículos, zapateros, relojeros, maestros de construcción, cocineros, fotógrafos, artesanos, cantantes, actores, músicos, amas de casa y una cantidad grande de oficios que encontramos en nuestra sociedad.

Muchos de los miembros y personas que asisten a está iglesia, o que nos ven desde la distancia, tiene alguna de estás profesiones u oficios, o en algunos casos hasta las dos, pues estudiaron una carrera pero por diferentes circunstancias no la ejercen y decidieron aprender un oficio que les apasiona y dedicarse a ese.

Algunos de nosotros nos sentimos honrados con nuestra profesión u oficio. Nos gusta que nos llamen por dicho rol. O nos encantan ganarnos la vida por la carrera que estudiamos o el oficio que ejercemos. Nos convertimos en personas diligentes que aprenden cada día más de su carrera u oficio, que leen, que se preparan, que innovan, que empiezan a tener un cierto prestigio en la sociedad dónde trabajan, que a través de ese oficio o carrera traen una provisión para su hogar, sus hijos y familias, pudiendo disfrutar de varios beneficios, comodidades, viajes, una casa, un vehículo, ropa, comida, regalos, salidas y tantas otras bendiciones. Y, ¿cómo nos hace sentir esto? muchos de nosotros nos sentimos realizados, con logros o metas alcanzadas, con cierta posición o prestigio ante nuestras familias, amigos y vecinos; con ganas de continuar adelante trabajando fuertemente y dando lo mejor de nosotros.

Ahora, teniendo en cuenta lo anterior, quiero preguntarle a cada uno de los que me ven y los que nos acompañan aquí en la transmisión: ¿POR QUÉ TE LLAMAS CRISTIANO?

Como cristianos, tenemos un profesión de fe; así como tenemos un reconocimiento ante los demás por nuestra carrera u oficio, al llamarnos cristianos tenemos también ese reconocimiento ante las personas que nos rodean en nuestra familia, trabajo, barrio, amigos y este país. Esto que les digo lo encontrmoa en 1 Ti 6.12.

1 Timoteo 6:12 LBLA

12 Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado, y de la que hiciste buena profesión en presencia de muchos testigos.

¿El llamarte cristiano trae para ti, la misma satisfacción, realización y emoción que tu carrera u oficio?

Así que hermanos, y todas las demás personas que nos escuchan hoy o en diferido. Hoy con la ayuda del Señor, vamos a mirar las marcas que un cristiano bíblico debe tener para ser merecedor de dicho título o profesión. Lo que vamos a ver hoy, no es lo que yo pienso, o lo que a mí me parece que debe ser un cristiano. Es lo que la Palabra de Dios nos muestra y basado en esto es lo que yo como creyente que digo ser, me examino.

Para los que nos decimos llamar cristianos, quiero empezar citando el pasaje de Pablo que nos exhorta a examinarnos sí estamos en la fe:

2 Corintios 13:5–6 NVI

5 Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que fracasen en la prueba! 6 Espero que reconozcan que nosotros no hemos fracasado.

Y para las personas que no son cristianas, que no han hecho su profesión de fe entregando sus vidas a Jesús como el Señor y Salvador de sus almas, los quiero invitar a que escuchen cuáles son las características o marcas que debe tener un cristiano bíblico, y así puedan ustedes, entender lo que significa ser un cristiano.

II. UN CRISTIANO ES: alguien que ha nacido de nuevo.

Esta es la base principal, el fundamento, el cimiento y la columna vertebral que define en primer lugar la marca de un cristiano.

En otras prédicas he hablado del nuevo nacimiento, y hoy sólo quiero mencionar algunas citas bíblicas sobre esta verdad esencial.

Juan 1:12–13 LBLA

12 Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, 13 que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.

Así como nosotros, por nuestra propia voluntad no escogimos nacer en este mundo, pues fue voluntad de nuestros padres terrenales el ser concebidos por ellos; así también nosotros mismos no escogemos por nuestra propia voluntad nacer de nuevo, sino es sólo y únicamente por la Voluntad de Dios.

Juan 3:3–7 LBLA

3 Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo*: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? 5 Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te asombres de que te haya dicho: «Os es necesario nacer de nuevo».

Tito 3:5 LBLA

5 Él nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo,

1 Juan 3:1 LBLA

1 Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.

1 Pedro 1:3 LBLA

3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,

1 Pedro 1:23 LBLA

23 Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.

En el primer siglo con el inicio de la iglesia primitiva, el término cristiano surgió en base a su actividad como discípulos de Cristo, y más en un sentido de burla:

Hechos de los Apóstoles 11:26 LBLA

26 y cuando lo encontró, lo trajo a Antioquía. Y se reunieron con la iglesia por todo un año, y enseñaban a las multitudes; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.

Hechos de los Apóstoles 26:28 LBLA

28 Y Agripa respondió a Pablo: En poco tiempo me persuadirás a que me haga cristiano.

Así que partiendo de esta base o cimiento fundamental, vamos ahora a mirar cuáles son las marcas o evidencias de este nuevo nacimiento. Para esto, quiero que vayamos a otro pasaje de las sagradas Escrituras que está en:

Efesios 5:1–2 LBLA

1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados; 2 y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.

Entonces, lo segundo que podemos decir de por qué nos llaman cristiano es porque...

III. UN CRISTIANO ES: uno que imita a Cristo.

Para imitar a Cristo, tenemos que conocer cómo fue la vida de nuestro Señor. Pues, ¿sí no conocemos la vida de Jesús, a quién vamos a imitar?. Esto es muy importante. Necesitamos conocer a Cristo primero, conocer su Vida, su carácter, sus hábitos y el ejemplo que nos dejo para poder imitarlo. De lo contrario, no sabremos en realidad a quién es el que estamos imitando.

Aquí vamos a ver algunos puntos:

1. Cristo fue un hombre de oración:

Lucas 5:16 LBLA

16 Pero con frecuencia Él se retiraba a lugares solitarios y oraba.

Lucas 6:12 LBLA

12 En esos días Él se fue al monte a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios.

Hay muchos otros pasajes que nos hablan de cómo para el Señor, la oración era una NECESIDAD muy grande.

2. Cristo fue un hombre que conocía las Escrituras:

Sólo daré algunos ejemplos, pues las citas son bastantes si quisieramos ser exhaustivos:

Mateo 4:4 LBLA

4 Pero Él respondiendo, dijo: Escrito está: «No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios».

Mateo 4:7 LBLA

7 Jesús le dijo: También está escrito: «No tentarás al Señor tu Dios».

Mateo 4:10 LBLA

10 Entonces Jesús le dijo*: ¡Vete, Satanás! Porque escrito está: «Al Señor tu Dios adorarás, y solo a Él servirás».

Mateo 19:4 LBLA

4 Y respondiendo El, dijo: ¿No habéis leído que aquel que los creó, desde el principio los hizo varón y hembra,

3. Cristo fue un hombre que, no solo conocía las Escrituras, sino que las obedecía:

Podemos leer en:

Juan 5:30 LBLA

30 Yo no puedo hacer nada por iniciativa mía; como oigo, juzgo, y mi juicio es justo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Mateo 26:39 LBLA

39 Y adelantándose un poco, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras.

Mateo 26:42 LBLA

42 Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si esta no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.

Nuestro Señor obedeció en todo al Padre, hasta la muerte de Cruz.

Filipenses 2:8 LBLA

8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

4. Cristo fue un hombre que amó a Su prójimo, tanto a sus discípulos como a sus enemigos y los más necesitados:

Jesús lava los pies de los discípulos:

Juan 13:4–5 LBLA

4 se levantó* de la cena y se quitó* su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. 5 Luego echó* agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida.

La mujer sorprendida en adulterio:

Juan 8:3–11 LBLA

3 Los escribas y los fariseos trajeron* a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio, 4 le dijeron*: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. 5 Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres; ¿tú, pues, qué dices? 6 Decían esto, probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra. 7 Pero como insistían en preguntarle, Jesús se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra. 8 E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. 9 Pero al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio. 10 Enderezándose Jesús, le dijo: Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado? 11 Y ella respondió: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más.

Jesús en la cruz rogando por sus enemigos:

Lucas 23:34 LBLA

34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y echaron suertes, repartiéndose entre sí sus vestidos.

5. Cristo glorifico a Dios en todo lo que hizo en este mundo:

Juan 17:1 LBLA

1 Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti,

El catecismo de Heidelberg DOMINGO 12

Porque por la fe soy miembro de Jesucristo y participante de su unción,c para que confiese su nombre y me ofrezca a El, en sacrificio vivo y agradablee y que en esta vida luche contra el pecado y Satanás con una conciencia limpia y buena y que, después de esta vida reine con Cristo eternamente sobre todas las criaturas

IV. UN CRISTIANO ES UNO: que vive como Cristo vivió:

Con todo lo anterior, donde vimos sólo algunos aspectos de la vida de nuestro Señor Jesuscristo, vemos como estamos nosotros viviendo nuestro cristianismo

1. El cristiano es una persona de oración:

Efesios 6:18 LBLA

18 Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

2. El cristiano es alguien que conoce las Escrituras:

Esdras 7:10 LBLA

10 Ya que Esdras había dedicado su corazón a estudiar la ley del Señor, y a practicarla, y a enseñar sus estatutos y ordenanzas en Israel.

3. El cristiano es alguien que, no solo conoce las Escrituras, sino que las obedece continuamente:

Juan 15:10 LBLA

10 Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

4. El cristiano es alguien que ama a Su prójimo, a sus hermanos, a sus enemigos y a los más necesitados:

a. El cristiano ama a su esposa, y la esposa respeta a su esposo:

Efesios 5:33 LBLA

33 En todo caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.

b. El cristiano ama a sus hijos:

c. El cristiano honra a sus padres:

d. El cristiano ama a sus hermanos:

Juan 15:12–13 LBLA

12 Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado. 13 Nadie tiene un amor mayor que este: que uno dé su vida por sus amigos.

Juan 15:17 LBLA

17 Esto os mando: que os améis los unos a los otros.

e. El cristiano ama a sus enemigos:

f. El cristiano ama al pobre y necesitado:

g. El cristiano se sujeta a las autoridades:

h. El cristiano ama a los perdidos para ganarlos para Cristo:

i. El cristiano perdona las ofensas recibidas:

j. El cristiano ora por y con los hermanos:

k. El cristiano es diligente en su trabajo:

l. El cristiano refleja los frutos del Espíritu Santo:

5. El cristiano es alguien que glorifica a Dios en todo lo que hace en este mundo:

Juan 15:8 LBLA

8 En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos.

V. CONCLUSIONES:

Así como te preparas tanto para crecer en tu profesión, en tu carrera y en tu oficio, ¿cómo nos estamos preparando en nuestra profesión de fe?

Meditemos y reflexionemos en todo esto, para saber sí realmente estamos viviendo como Cristo, si lo estamos imitando, sí lo estamos conociendo y sí realmente somos merecedores de ser llamados CRISTIANOS.

Oremos...