Sal y luz
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Introducción:
Introducción:
Como creyentes, como la Iglesia del señor ¿Cuál es nuestro lugar en el mundo, en la sociedad?
13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. 14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Los creyentes somos representados como la sal y como la luz. Contexto Bienaventuranzas:
Contexto:
1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: 3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. 5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. 6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. 7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. 9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Sal: preservar. ejemplo de Abrahám cuando intercede por Sodoma y Gomorra. (50 justos, 45, 30, etc)
Luz: alumbrar. Esto está relacionado con dos cosas:
Verdad:
105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
Cristo:
12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Buenas obras:
16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Con relación a la sal: hay un advertencia.
13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
El mal ejemplo de Lot.
Con relación a la luz:
Lo que no debe ocurrir:
No se puede esconder:
14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
No se debe ocultar:
15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
Lo que debemos hacer:
16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Buenas obras:
16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Actitudes:
12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
Palabras:
1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca. 2 En Jehová se gloriará mi alma; Lo oirán los mansos, y se alegrarán.
15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza.
1 Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. 2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. 3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
El propósito: para que glorifiquen a Dios.
16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.