Estas bien...pero puedes hacerlo mejor
1 Tesalonicenses • Sermon • Submitted
0 ratings
· 46 viewsEstancarse no es una opción para el creyente. O creces o mueres. El correr continuo en la vida cristiana
Notes
Transcript
Esta mañana vamosa continuar con nuesto estudio de la carta de pablo a los tesaloniceses, entramos en la recta final de la carta, como en la mayoria de los escritos del apostol el tinee una forma de pensar y escribir que hariamos muy bien en observar e imitar.
Comienza con una parte doctrinal y finaliza con una aplicación practica para la vida. Siempre el concomiento de Dios debe movernos a desear conocerlo aun mas.
1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
Pablo esta comenzando con el preambulo a la
LA PRIORIDAD DE PROGRESAR
LA PRIORIDAD DE PROGRESAR
Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos… así abundéis más y más. (4:1a, c)
Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos… así abundéis más y más. (4:1a, c)
Rogamos denota una sugerencia humilde y amable entre iguales. No contiene el tono militar de un comandante ordenando a un soldado, el tono de un amo mandando a su siervo o el tono de un monarca soberano ordenando a sus súbditos. A diferencia de esos líderes, Pablo no estaba intimidando a los tesalonicenses, sino rogándoles con amor, ternura y bondad, que como hermanos de Pablo perseveraran en la santificación. Igualmente, exhortamos (parakaloumen) quiere decir “ponerse al lado y animar”. La palabra podría usarse en sentido autoritativo (2 Ts. 3:12; 2 Ti. 4:2; Tit. 2:15), pero aquí Pablo la usó para expresar su deseo de ayudar en el crecimiento espiritual
La palabra traducida abundéis (perisseuēte) quiere decir “tener suministros amplios; desbordar; existir en cantidad total; estar sobre, por encima y por alrededor, estar avanzado”. Una forma de la palabra cercanamente relacionada puede significar “extraordinario” o “incomparable”. Aquí Pablo usó perisseuēte de modo comparativo (cp. 1 Co. 8:8) para decir a los tesalonicenses que estaba resuelto a que el crecimiento espiritual de ellos fuera extraordinario, que sobresalieran a un nivel más alto (cp. 1 Co. 14:12; Fil. 1:9; 1 Ts. 3:12; 4:10).
La prioridad de Pablo para los creyentes era el progreso espiritual motivado por el deseo de conocer a Dios; la clase de deseo fuerte descrita por el salmista:
(Sal. 42:1; 34:8; 63:1–2 ).
1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
8 Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él.
1 Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas,
2 Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario.
Para todos los creyentes, la búsqueda del conocimiento de Dios es el componente básico del crecimiento espiritual (Jer. 9:23–24;
23 Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.
24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
;Ef. 4:13
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
Fil. 3:7–10
7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,
9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;
10 a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,
El objetivo de conocer a Dios debe incluso superar el deseo de conocer su Palabra; ese deseo es sencillamente el medio de conocer al Dios de la Palabra. Si obtener más información sobre la Biblia y participar de las actividades espirituales adicionales —orar, testificar y servir— no se ligan al deseo de conocer mejor a Dios, tales actividades no llevarán crecimiento espiritual a quienes profesan fe en Cristo (cp. Os. 6:6; Jn. 15:4–5;
6 Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.
4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
En el crecimiento espiritual hay diferentes etapas y eso lo sabemos bien.
12 Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.
13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.
14 Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
En este texto Juan identifica tres escalones en el crecimiento espiritual del creyente:
(1) “hijitos” que saben que sus pecados se han perdonado,
(2) “jóvenes” que conocen la doctrina y están fuertes contra las mentiras de Satanás (a diferencia de los hijos pequeños, cp. Ef. 4:14) y
(3) “padres” que no solo conocen la doctrina sino al Dios eterno. Esta es la meta de cada creyente.
¿en que categoria esats tu?
EL PODER PARA EL PROGRESO ESPIRITUAL
EL PODER PARA EL PROGRESO ESPIRITUAL
1 Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más.
¿De dónde viene el poder para progresar en al vida espiritual?
En el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios. (4:1b)
La palabra clave aqui es ...
En el Señor Jesús podía referirse a quienes obtuvieron la regeneración y comparten la vida de Dios estando en Cristo. Ciertamente, solo los regenerados poseen el poder y la perspectiva espiritual para lograr los objetivos del crecimiento espiritual (cp. 1 Co. 2:14).
Esta realidad cargaba el corazón del apóstol, como se demuestra en su oración por los tesalonicenses: “El Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros” (1 Ts. 3:12).
La única forma en que la virtud de un cristiano puede incrementarse es cuando el Señor lo hace. El poder para destacarse viene del poder de Cristo habitando en el creyente
(Jn. 17:23; Gá. 2:20; Ef. 3:17; 4:15–16; Col. 2:7; 1 Jn. 5:20).
Pablo llamó a los tesalonicenses a la excelencia espiritual y ellos podían alcanzarla porque estaban en el Señor Jesús.
Sin embargo, el poder para destacarse no opera en el vacío. (Dios nos ha entregado lo parametros para crecer)
Opera de acuerdo con principios bíblicos delineados, probados por el tiempo y aprobados por Dios.
Pablo se refiere a los principios divinos, las verdades espirituales y la doctrina del evangelio que los tesalonicenses aprendieron de él y de sus compañeros cuando ellos llegaron por primera vez a Tesalónica
2 Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos,
3 declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo.
4 Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas.
7 Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos.
8 Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos.
14 Porque vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido de los de vuestra propia nación las mismas cosas que ellas padecieron de los judíos,
Los tesalonicenses aprendieron de Pablo y sus compañeros misioneros cómo les conviene conducirse y agradar a Dios en la vida diaria
Así que los santos ya conocían los fundamentos de la vida cristiana. Sabían qué necesitaban para agradar a Dios (literalmente “para esforzarse en agradar a Dios”) y glorificarlo en todo:
necesitaban confesar sus pecados habitualmente (cp. Sal. 32:5; Is. 1:18–19
5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah
18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
19 Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;
orar continuamente y confiar en Él ( Fil. 4:6; 1 Ts. 5:17; Stg. 1:6),
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
17 Orad sin cesar.
6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
buscar la humildad
3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
tener contentamiento en la voluntad de Dios (cp. Sal. 37:16; 1 Ti. 6:6, 8; He. 13:5) como se revela en su Palabra (cp. Sal. 119:105
estar dispuestos a sufrir por su nombre 2 Ti. 3:12
12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;
evangelizar a los perdidos ; 2 Co. 5:20;
20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
celebrar la Santa Cena (cp. Lc. 22:19; 1 Co. 11:23–28),
cuidarse mutuamente Gá. 6:2;
2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
honrar a Dios en sus matrimonios y familias ; He. 13:4)
4 Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.
y ser diligente y fructífero en todas las formas de servicio
(cp. Mt. 3:8; Ef. 2:10; Col. 1:10; 2 Ti. 3:16–17; Tit. 3:8, 14; He. 10:24; 13:21). Pablo, Silas y Timoteo habían enseñado a los tesalonicenses a vivir como cristianos, y ellos obedecían lo que ya habían escuchado.
EL PROGRESO Y LA PRESIÓN POR LA EXCELENCIA
Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús. (4:2)
El crecimiento espiritual no es un proceso instantáneo; no culmina en una noche. En su lugar, la búsqueda del progreso espiritual es un compromiso de toda la vida. Cuando los creyentes caminan en obediencia diaria, gradualmente pero con firmeza se hacen cada vez más semejantes a Cristo. La exhortación de Pablo a los tesalonicenses era la confirmación de ese hecho y les recordaba que siguieran progresando como lo habían hecho hasta ahora. Iban por el camino de la santificación progresiva y Pablo quería que siguieran en él y que tuvieran la mentalidad paciente y determinada de un corredor de distancias largas o de un boxeador, como más adelante diría a los corintios:
24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,
27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
Fil. 3:12–14; He. 12:1–2).
La presión de los tesalonicenses por estar en el camino de la justicia y sobresalir más y más en su caminar con Cristo se derivaba de saber qué instrucciones les había dado Pablo por el Señor Jesús. Cristo había autorizado la exhortación de Pablo a la iglesia de Tesalónica. Instrucciones (parangelias) alude a directrices fuertes y autoritativas dadas por un oficial a sus subordinados. Quería decir que la iglesia no podía tomar a la ligera la admonición del apóstol. No solamente les recordó las diversas instrucciones que les había dado, como lo hizo implícitamente al respecto de su instrucción pasada a ellos, también les recordó la autoridad divina por la cual él ministraba (cp. 1 Co. 2:1–5; 2 Co. 10:1–5; 2 Ts. 2:13). Las directrices de Pablo no se originaban en alguna sanción humana arbitraria o en alguna autoridad eclesiástica remota (cp. Gá. 1:1, 15–16; 2 P. 1:20–21).
En su lugar, venían de la autoridad del Señor Jesús y la obediencia a ellas era obligatoria 1 Jn. 2:3–5).
3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.
Los cristianos que buscan conocer mejor a Dios, amarlo más y obedecerle más completamente, deben vivir de acuerdo con los mandamientos de las Escrituras. Estos creyentes experimentarán entonces el crecimiento hacia la excelencia espiritual, por medio del poder de Cristo que habita en ellos y por la obediencia a la verdad de la Palabra. Pablo habló de este progreso como mirar “a cara descubierta… la gloria del Señor” y ser “transformados de gloria en gloria en la misma imagen… por el Espíritu del Señor” (2 Co. 3:18). La “gloria del Señor” está en las Escrituras que, cuando la mente santificada las entiende, cambia y eleva progresivamente a los creyentes a mayor semejanza de Cristo. Eso sucede cuando, “a cara descubierta” —sin distracciones, sin dificultades—, el hijo de Dios se ve en el espejo magnífico de las Escrituras, que reflejan la gloria del Señor