¿Hasta dónde está dispuesto a llegar?

Introducción

Ver video

El año pasado tuvimos la oportunidad de ir a la reserva Nagbe en Osa, este lugar es increible, pudimos compartir con personas indigenas del área y darles una fiesta de Navidad muy bonita. Fuimos en varios carros llenos de diarios, regalos y montones de cosas para la fiesta. Lo único que no llevamos fueron unos perros calientes que se nos olvidaron.

Pero la cuestión es que la ruta era bastante dura para los carros y era complicadita y cuando estabamos saliendo de la reserva, mi carro tuvo un problema y uno de los cambios de la transmisión se pegó y no pasaba de marcha, el carro es automático y dio este problema donde no pasaba la marcha y entonces tuvimos que parar y revisarlo y una de las cosas que pasó por mi mente fue: Aquí ninguna grúa podría llegar a rescatarme, en este lugar en medio de la nada no creo que haya una sola plataforma que pueda llegar hasta aquí para llevarme. Aquí se va a quedar este carro seguramente.

Y me pasa también que cuando veo un carro con una llanta estallada o que tiene problemas. Lo primero que pasa por mi mente es hasta donde tiene que llegar la grúa, la asistencia o la plataforma para sacar a ese carro de ahí. A veces no parece ser tan trágico y en otras ocasiones parece ser que si la grúa llega hasta ahí tampoco va a salir.

Le cuento esta historia porque yo sé que algunos de nosotros podríamos pensar que hay lugares en los que estamos metidos que ninguna grua nos puede sacar. Hay lugares donde ni Dios está dispuesto a ir para sacarnos de ahí. Hay lugares donde es imposible volver y que no hay nada que Dios pueda hacer para traernos de vuelta.

El texto de hoy en Oseas 10 nos muestra la verdad acerca de esto.

Oseas 10 NTV

Qué próspero es Israel, una vid frondosa llena de uvas. Pero mientras más se enriquece la gente, más altares paganos construye. Cuanto más abundantes sus cosechas, tanto más hermosas sus columnas sagradas. El corazón de los israelitas es inconstante; ellos son culpables y deben ser castigados. El Señor derribará sus altares y hará pedazos sus columnas sagradas. Entonces dirán: «No tenemos rey porque no temimos al Señor. Pero aun si tuviéramos un rey, ¿qué podría hacer por nosotros?». La gente habla palabras vacías y hace pactos que no tiene intención de cumplir. Así que la injusticia brota en medio de ellos como hierbas venenosas en el campo de un agricultor. La gente de Samaria tiembla de miedo por lo que pudiera ocurrirle a su ídolo, el becerro en Bet-avén. El pueblo está de luto y los sacerdotes se lamentan porque la gloria del ídolo será quitada. Este ídolo será llevado a Asiria, un regalo para el gran rey. Se burlarán de Efraín e Israel será avergonzado porque confiaron en ese ídolo. Samaria y su rey serán arrancados; flotarán a la deriva como un madero sobre las olas del mar. Y los santuarios paganos de Avén, donde Israel pecaba, se derrumbarán. Alrededor de sus altares crecerán espinos y cardos. Suplicarán a los montes: «¡Entiérrennos!» y rogarán a las colinas: «¡Caigan sobre nosotros!». Dice el Señor: «¡Oh Israel, desde los tiempos de Guibeá, hay tan solo pecado y más pecado! No has mejorado en absoluto. ¿Acaso no fue justo que los hombres perversos de Guibeá fueran atacados? Ahora, cuando concuerde con mis planes, también a ustedes los atacaré. Llamaré a los ejércitos de las naciones para castigarlos por sus múltiples pecados. »Israel es como una vaquilla entrenada que pisotea el grano, un trabajo fácil que le encanta. Pero yo pondré un yugo pesado sobre su tierno cuello. Forzaré a Judá a tirar el arado y a Israel a labrar la tierra dura. Yo dije: “Planten buenas semillas de justicia, y levantarán una cosecha de amor. Aren la dura tierra de sus corazones, porque ahora es tiempo de buscar al Señor para que él venga y haga llover justicia sobre ustedes”. »Sin embargo, han cultivado perversidad y han levantado una abundante cosecha de pecados. Han comido el fruto de la mentira, confiando en su poderío militar y creyendo que los grandes ejércitos podrían mantener a su nación a salvo. Ahora los terrores de la guerra se levantarán entre su gente. Todas sus fortificaciones caerán, tal como Salmán destruyó a Bet-arbel. Allí, a las madres y a los niños los estrellaron contra el suelo hasta matarlos. Habitantes de Betel, debido a su gran maldad, les espera el mismo destino. Cuando amanezca el día del juicio, el rey de Israel será completamente destruido.

ORAR

Cuerpo del mensaje

¿Cómo se mete uno en el barro?

1 Usando mal la prosperidad de Dios

Prospero Israel

Qué hace con su prosperidad?

Construye altares paganos

Columnas sagradas

Nos pasa todo el tiempo, estamos en crisis o pasandola mal, Dios provee un trabajo, Dios nos ayuda con una situación que estabamos pidiendo pero ya cuando nos ha la resuelve dejamos de apreciar y nos empezamos a quejar

Quiero un esposo

No soporto a mi esposos

Quiero un carro

Este carro es demasiado caro

No puedo con la gasolina

De nada me sirve sin seguro

Quiero un trabajo

Que pereza ir a trabajar

Quiero alguien que me ayude a salir de la crisis

Que necia esta persona con sus consejos

O por el contrario todo lo que Dios nos ha prosperado es solo para nosotros, para nuestro bienestar.

2 Siendo inconstante

Oseas 10:2 El corazón de los israelitas es inconstante;

Oseas 10:4 Hacen pactos que no tienen intención de cumplir

Oseas 10:9 No has mejorado en lo absoluto

No has mejorado en lo absoluto, nos metemos en el barro cuando seguimos cayendo en las mismas cosas que caíamos hace tiempo, cuando le decimos a Dios que vamos a cumplir promesas y no hacemos nada para cumplirlas. No

Cuando somos inconstantes nos metemos en las cuevas personales donde nadie humano puede sacarnos

3 Cultivando perversidad

Oseas 10:13 Cosechan pecado en abundancia

Cuando nuestros actos son perversos.

Soy perverso porque soy pecador.

A ninguno de nosotros tienen que enseñarnos a pecar. Lo hacemos solitos

Pero Dios si nos enseña a controlar y a ir de a poco matando este deseo de pecado que llevamos por dentro

Cuando nosotros dejamos que el deseo de pecado nos domine es cuando cultivamos la perversidad en nuestras vidas y nos metemos en el barreal más grande dónde nadie nos saca.

4 Creyendo y viviendo mentiras

Confíar en su propio poder

Creer en sus grandes ejercitos

Creen que eso lo salvará

Cuando creemos la mentira de que somos autosuficientes y que nosotros somos dueños de nuestro propio destino y nuestra propia vida, vamos directo al barreal, vamos directo a volcarnos y decir.

Confiar en que usted tiene la capacidad de matar todas las cosas malas que ha hecho.

Que usted es el que puede conseguir lo que quiere

Que no necesita de Dios

¿Quién podrá rescatarme?

Dios me muestra lo que he olvidado

Tomándose el tiempo para Enseñarle a Israel lo que está haciendo mal, las consecuencias de seguir por ese camino y lo que debe hacer. Lo que el Señor hará cuando cumpla lo que debe hacer.

Esta es la justicia de Dios, que advierte a todos y enseña a todos como están reprobando y como aprobar el examen que él ha puesto.

Dios promete destrozar todo para sacarme de donde estoy

El Señor derribará sus altares y columnas Oseas 10:2

Amor de DIos por quitar todo lo que hemos levantado en nuestra vida que no lo adora.

Oseas 10:3 Nadie se podrá interponer, ni el rey mismo.

Oseas 10:5-8 Nos llenamos de miedo cuando vamos a perder a nuestros ídolos

Dinero

Trabajo

Novio

Seguridad

Oseas 10:14-15 Todas sus propias fortalezas seran derribadas

Lo único que me pide

Buscar esa justicia

Oseas 10:12 Planten semillas de justicia

Arar mi corazón

Oseas 10:12 Aren la dura tierra de sus corazones

El hará llover

Oseas 10:12 El hará llover sobre ustedes

Isaías 44:3 NTV

Pues derramaré agua para calmar tu sed y para regar tus campos resecos; derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes, y mi bendición sobre tus hijos.

En muchas ocasiones he pensado que yo puedo resolver o salir adelante de las situaciones que atravieso.

He pensado que si hago esto o lo otro lo voy a resolver He pensado que yo puedo manejar el pecado hasta cierto límite sin que se vuelva algo incontrolable.

Me he dado cuenta que siempre llego al punto de lo incontrolable, llego al punto donde me domina, se hace más fuerte que mi propia voluntad y la puerta que abrí se ha convertido en un barreal, en una cueva en un lugar del que no puedo salir solo.

Muchas veces en mi vida me he quedado varado, me he quedado botado, sin gasolina, me he quedado sin fuerzas, he pensado que estoy metido en el peor lugar, en la peor oscuridad y que nadie va a poder llegar por mi ahí.

Pero sé que cuando quito las barreras del corazón, cuando aro la tierra, cuando preparo el corazón, cuando hay arrepentimiento en el corazón y cuando hay deseo de que Dios haga algo.

Él siempre ha hecho llover y siempre ha hecho algo nuevo en mi corazón y ha sido él quien me ha transformado. Porque sé que cuando me alejo de él, cuando dejo de estar alineado a él, empieza a nacer en mi la inconstancia, la perversidad, las mentiras. y vuelvo al barro de donde me ha sacado tantas veces.

Por eso me doy cuenta que no puedo y no quiero una vida sin él porque solo él es capaz de rescatarme y sacarme de lo profundo para llevarme de vuelta a la luz.