Introducción al Libro de Hebreos
Serie de sermones expositivos del libro de Hebreos
Introducción.
Es un libro con muchas verdades profundas y difíciles de captar que exigen un estudio diligente y fiel. Hay cosas aquí que están más allá de la comprensión y que requieren completa confianza en el Espíritu de Dios y en el compromiso sincero de entender su Palabra.
AUTOR
Sabemos que fue escrita por un creyente, bajo inspiración, a un grupo de judíos sufrientes y perseguidos en alguna parte del Cercano Oriente, fuera de Israel.
AUDIENCIA
Los méritos del Señor Jesucristo y el nuevo pacto se revelaron a estos judíos creyentes y sufrientes —y a algunos incrédulos—; méritos que están en contraste con el antiguo pacto, bajo el cual habían vivido y adorado desde hacía tanto tiempo.
No conocemos la ubicación exacta de este grupo de hebreos. Quizás estaban en algún lugar cercano a Grecia.
La carta también está dirigida a incrédulos que, evidentemente, eran miembros de la comunidad judía.
Debemos entender que a lo largo de esta epístola se tienen en mente tres grupos básicos de personas.
además de su fe débil y su ignorancia espiritual, estaban en grave peligro de mezclar lo nuevo con lo viejo. Estaban en grave peligro de convertir su cristianismo en rituales, ceremonias y legalismos.
Por esa razón el Espíritu les habló tanto acerca del nuevo sacerdocio, el templo nuevo, el sacrificio nuevo y el santuario nuevo, todos estos mejores que sus versiones antiguas.
El Espíritu Santo les envió directamente esta carta para fortalecer su fe en el nuevo pacto, para mostrarles que no necesitaban el templo antiguo (que de cualquier forma a los pocos años sería destruido por Tito Vespasiano, mostrando que Dios había terminado ese asunto; cp. Lc. 21:5–6). No necesitaban el sacerdocio levítico-aarónico. No necesitaban los sacrificios diarios de antaño. No necesitaban las ceremonias. Tenían un pacto nuevo y mejor con un sacerdocio nuevo y mejor, un santuario nuevo y mejor, y un sacrificio nuevo y mejor. Las imágenes y los símbolos habrían de dar paso a la realidad.
La Epístola a los Hebreos se escribió para dar confianza a estos creyentes que se estaban hundiendo. El Señor le estaba hablando a cristianos, diciéndoles que asieran el pacto mejor y el sacerdocio mejor que no retrocedieran a los patrones del judaísmo, en cuanto al sacerdocio y en cuanto a todo lo demás. Debían vivir exclusiva y decididamente en el presente y dar testimonio de su nueva relación en Cristo.
Creían que Jesús era el Cristo, el Mesías al que se referían las Escrituras judías (lo que ahora llamamos el Antiguo Testamento), pero no estaban dispuestos a recibirlo personalmente como su Señor y Salvador. ¿Por qué? Quizás, como aquellos a quien describió Juan, creían en Él pero amaban más la aprobación de los hombres que la aprobación de Dios
De modo que el Espíritu Santo los exhorta a recorrer el camino completo de la fe salvadora, a recorrer todo el camino de compromiso con el señorío de Cristo.
Si una persona está totalmente convencida de que Jesucristo es quien afirmó ser y luego se niega a creer, tal persona se queda sin excusa y sin esperanza, pues aunque está convencida de la verdad del evangelio, no deposita su confianza en este. A tal persona se le advierte aquí que Dios no puede hacer nada más.
¿Cuál es el pecado más grande que puede cometer un hombre? Rechazar a Cristo:
Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados (10:26).
Si una persona oye el evangelio, lo entiende y está convencida en su mente de la verdad, pero voluntariamente rechaza a Cristo, ¿qué más puede hacer Dios? ¡Nada! Todo lo que Dios puede prometerle es “una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios” (v. 27).
TEMA DEL LIBRO
Como ya hemos aclarado, el tema general es la superioridad o preeminencia de Cristo. Él es mejor que cualquier cosa anterior a Él, es mejor que cualquier persona del Antiguo Testamento, es mejor que cualquier institución del Antiguo Testamento, es mejor que cualquier ritual del Antiguo Testamento, es mejor que cualquier sacrificio del Antiguo Testamento, es mejor que todos los demás y que todo lo demás.
La carta comienza con la superioridad general de Cristo sobre todo y sobre todos, una especie de resumen de toda la epístola en los primeros tres versículos. Luego viene la superioridad de Cristo con respecto a los ángeles; luego con respecto a Moisés, a Josué, a Aarón y su sacerdocio; luego con respecto al antiguo pacto; la superioridad del sacrificio de Cristo con respecto a los sacrificios antiguos; la superioridad del pueblo fiel de Cristo con respecto a todos los infieles; y la superioridad del testimonio de Cristo con respecto al testimonio de cualquier otro. Este delineamiento breve nos proporciona la estructura del libro que, sobre todo lo demás, enseña la superioridad absoluta, completa y total, de Jesucristo.
TODO ES MEJOR
En esta epístola reina el contraste. Todo lo que aquí se presenta es presentado como mejor: una esperanza mejor, un pacto mejor, una promesa mejor, un sacrificio mejor, una sustancia mejor, un país mejor, una resurrección mejor, un todo mejor. Aquí se presenta a Jesucristo como el Mejor supremo. Y nosotros somos presentados como estando en Él, habitando en una dimensión completamente nueva: la celestial. Leemos del Cristo celestial, del llamado celestial, del don celestial, de la patria celestial, de la Jerusalén celestial y de nuestros nombres escritos en los cielos. Todo es nuevo. Todo es mejor. No necesitamos lo antiguo.
Este es el resumen completo de Hebreos en una sola frase. Nuestro sacerdote es el Sumo Sacerdote de sumos sacerdotes, y está sentado. Su obra está terminada, completamente consumada por toda la eternidad y a favor nuestro.