Nos adentraremos un poco más en la metáfora pastoral: las ovejas de Israel fueron criadas, alimentadas, atendidas, rescatadas, sanadas y restauradas, todo esto por su uso como sacrificios en el altar de Dios. La finalidad de toda la tarea pastoral nunca debe de olvidarse: su meta final es la de guiar al pueblo de Dios a ofrecerse a Él en devoción total de adoración y servicio.