Diez Leprosos
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Nuestra Necesidad
Nuestra Necesidad
Hoy vamos a analizar la vida de 10 personas.
1 Albañil, 2 Carpintero, 3 Peletero, 4 Carnicero, 5 Cocinero, 6 Administrador, 7 Empleado Gubernamental de Hacienda, 8 Empleado, 9 Hombre del campo, 10 El típico mil usos, que hace de todo.
Todos tienen una vida familiar y totalmente distinta, distintas edades, distintas tradiciones y vienen hasta de zonas distintas.
Esposas, Hijos , Padres, compañeros de trabajo y hasta de juerga.
Pero hay un día en que se sienten un poco mal y van cada uno al médico, en diferentes tiempo, pero los análisis dicen la palabra, indecible, la marca que detiene el tiempo y la vida. Cancer.
Han sido marcados con una muerte lenta y dolorosa. Saben que sus vidas cambiarán de rumbo y vivirán separados de su familia en tratamientos muy duros en lugares apartados de casa.
Imagina por un momento. Quizás lo has vivido. Sentimientos de desconcierto, la sensación de haber perdido el control de tu vida.
En el cuarto de quimioterapia, se encontraron estos 10 hombres. Y empiezan a hablar sobre los remedios caseros que se publican en las redes sociales. El que más reciente vuelve el estómago, mientra otro de mediana edad ya sin cabello le ha acercado la cubeta. Después de hablar un rato quedan de verse y muchas veces se les ve juntos.
Un día en un café en medio de una plática todos guardaron silencio ante el televisor que anunciaba que había un hombre haciendo milagros, sanando gente. Todos se vieron a la cara y se dijeron ¿Qué perdemos, vallamos a encontrarnos con él?
Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos
La lepra es una enfermedad que afea la persona, la hace repulsiva, la convierte en inmunda, la separa del resto de la comunidad y era incurable por los medios humanos. Esta historia está en la Biblia para y hace un paralelismo con la historia del ser humano. La lepra la relacionaremos con una característica del ser humano que se denomina pecado. Pero no significa que cuando las personas enferman es por pecado.
I. Todos tenían la misma enfermedad - «… le salieron al encuentro diez hombres leprosos» (verso 12):
1. No hay pecados grandes o pequeños. Todos eran de diferente entorno.
2. En Adán todos somos pecadores.
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
3. En Romanos 3:23, leemos: «Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.»
II. La misma distancia - «… los cuales se pararon de lejos» (verso 12):
1. El pecado tiene al hombre alejado de Dios.
En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos.
2. Dios ama al pecador, pero aborrece el pecado.
El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan.
3. La paga del pecado:
Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.
III. La misma petición - «¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros» (verso 13):
y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!
1. Entre estos leprosos la condición de algunos era peor que la de otros.
2. Unos habían perdido más de sí que otros.
3. Todos necesitaban la misma cura, el mismo milagro.
Todo reconocieron en Jesús a la deidad, le llamaron maestro o Señor
que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.
4. El paso inicial para sus necesidades era pedir misericordia a Jesús.
Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.
IV. La misma receta - «Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados» (verso 14):
1. Exigía obediencia.
2. Demostraría la fe de ellos.
3. Los libertaría de sus complejos.
4. Actualizaría el milagro esperado.
Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,
V. No hubo la misma gratitud - «Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz» (verso 15):
1. De diez leprosos, uno regresó a dar gracias.
2. Nueve eran aparentemente judíos y uno extranjero (verso 18).
3. Hay personas más malagradecidas con Jesús, que las agradecidas.
4. Muchos reciben y luego se olvidan de Jesús.
5. El que no se olvida de Jesús, obtiene la salvación (verso 19).
y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.
Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?
¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?
Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
Jesús no le dice vete que ya te sané, le dijo levántate, vete, tu fe te ha salvado.
La salvación del pecado y su consecuencia que es la muerte eterna se alcanza por fe, no por obras.
Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios,
no por obras, para que nadie se jacte.
Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción,
pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios,
Tienes que poner tu fe en Jesucristo. Fe no es esperanza es creer que ya tienes lo que aún no ves.
El pecado, es ese cáncer que corroe la felicidad, la iniciativa, los planes y toda razón de ser que tenga el ser humano. Jesucristo, vino para limpiar al hombre de su lepra espiritual.