Un amor no correspondido
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Introducción
Introducción
¿Qué es un amor no correspondido? Es un amor que se da pero que por la otra parte no es recibido. Leer la historia en Oseas 11:1-4 nos muestra esto mismo. El amor que Dios da a su pueblo que no quiere recibirlo o aceptarlo.
Cita bíblica:
Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios. Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.
I. Que ama desde el principio (Os. 11:1-2)
I. Que ama desde el principio (Os. 11:1-2)
Al observar la historia de Israel evidentemente podemos observar lo que Jehová dice al pueblo. Israel era un pueblo pequeño. El término “muchacho” también puede significar “esclavo”, y esto puede ayudar a observar el cambio de posición que se ve cuando Israel es sacado de Egipto, es decir de esclavo a hijo. El amor de Dios hacia Israel fue mostrado cuando él era pequeño. La idea de amor en este texto es un afecto que se basa en una relación cercana en comparación con otros. Esta relación era un tanto extraña, pues parece ser un amor no correspondido. La relación cerca era de Dios hacia su pueblo, pero no de su pueblo hacia Dios. Este amor que observamos de Dios hacia su pueblo es continuo, es decir, lo amó desde un principio y lo siguió amando con el transcurrir del tiempo. Es triste observar que cuanto más Dios llamaba al pueblo a su lado, a sus caminos, más el pueblo se alejaba de Dios y su llamado. El amor de Dios es no correspondido porque es el pueblo quien no quiere corresponderle. Mientras más muestra su amor más se apartan de él. Él amó desde el principio a Israel, su amor fue incondicional, amó al pueblo no por lo que el pueblo era, sino por quien Dios mismo era, Amor.
II. Que enseña a caminar (Os. 11:3)
II. Que enseña a caminar (Os. 11:3)
De la misma forma que un padre por amor a su hijo le enseña a dar sus primeros pasos, Jehová enseñó al pueblo a caminar de sus manos. Dice el texto “Yo con todo eso”, mostrando dos cosas: 1) Que aún en su desvío de Israel Dios utilizaba eso para enseñarle a caminar, 2) Que aún Dios sabiendo la forma en cómo se apartaban de él su amor seguía firme para enseñarle a caminar, cumpliendo sus responsabilidades en amor. Sea que signifique lo uno o lo otros debemos ver claramente que su amor se hace presente en ambos casos. Lo más triste de cuidar a alguien es que ese alguien no entiende quien lo cuida. En estos dos cuadros vemos dos escenas muy tristes, mientras más amor más se alejan, mientras más cuidado más ignorancia de quién los cuida. No darse cuenta que el propósito de Dios era restaurarlos de las heridas que a sí mismos se hacían (Jeremías 44:7-8).
III. Que ayuda con ternura (Os. 11:4)
III. Que ayuda con ternura (Os. 11:4)
Dice Jehová: “Con cuerdas humanas los atraje”. El amor de Dios es proactivo y no reactivo como muchas veces suele ser de nosotros los seres humanos. “Con cuerdas de amor” hay cuerdas ásperas que lastiman a los animales de carga, estas cuerdas son cambiadas por cuerdas de amor, de la misma forma que las cuerdas ayudan a guiar al animal, esas cuerdas de amor de Dios nos guia hacia él. Es como el dueño del buey que se da el tiempo de quitarle toda la carga y yugo para que el animal pueda ser alimentado con una ternura única.
Conclusión
Conclusión
Muchas veces preferimos las cuerdas ásperas en lugar de las cuerdas de amor de Dios. Preferimos voluntaria e involuntariamente ignorar el amor de Dios olvidándonos de él. El amor de Dios es no correspondido porque el ser humano no quiere recibirlo, pero él está ahí, desde el principio de la fe amando, desde el principio de la fe enseñando a caminar, y está ahí alimentandonos con una ternura única. ¡Qué hijos tan necios somos cuando rehusamos estas cuerdas de amor y traemos sobre nuestras espaldas el azote de pequeñas cuerdas que Jesús sabe cómo utilizar! Respondamos al amor que Dios nos da, su amor es genuino y única.