Ancianos de la iglesia
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· 23 viewsEn el NT era un grupo de líderes responsables de dirigir y enseñar en una iglesia local. Como lo indica el nombre, normalmente eran hombres de experiencia y madurez. Aunque las mujeres tuvieron una participación significativa en el ministerio de la iglesia temprana, no hay evidencia específica en el NT que señale a mujeres como ancianas.
Notes
Transcript
Los ancianos en la iglesia de Jerusalén
Los ancianos en la iglesia de Jerusalén
Llegados a Jerusalén fueron acogidos por la Iglesia y los apóstoles y los presbíteros, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos.
Ver también Hch 11:30; Hch 15:2; Hch 15:6; Hch 15:22–23; Hch 16:4; Hch 21:18
Los ancianos son también llamados “obispos”
Los ancianos son también llamados “obispos”
Hch 20:28 En Hch 20:17 son descritos como “ancianos”. Aquí son “obispos.
Ver también Tit 1:6–7
Los ancianos son nombrados por los apóstoles o sus delegados
Los ancianos son nombrados por los apóstoles o sus delegados
Hch 14:23 Aquí, como siempre en el NT, las personas son nombradas para una junta de ancianos. No hay ningún ejemplo en el NT, de un anciano liderando una iglesia.
Ver también Tit 1:5
Requisitos para los ancianos
Requisitos para los ancianos
Tit 1:6–9 Como en Hch 20:17,28, “anciano” es aquí sinónimo de “obispo”.
Ver también 1 Ti 3:1–7
El rol de los ancianos
El rol de los ancianos
Como líderes
Como líderes
Los presbíteros que dirigen bien sean considerados dignos de doble honor, sobre todo los que trabajan en predicar y enseñar.
Ver también 1 Ti 3:5
Como maestros
Como maestros
Los presbíteros que dirigen bien sean considerados dignos de doble honor, sobre todo los que trabajan en predicar y enseñar.
Ver también 1 Ti 3:2
Como pastores y cuidadores contra las falsas doctrinas
Como pastores y cuidadores contra las falsas doctrinas
Mirad, pues, por vosotros mismos y pos toda la grey, en la cual el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la Iglesia del Señor, la cual Él ha adquirido con su propia sangre. Yo sé que después de mi partida vendrán sobre vosotros lobos voraces que no perdonarán al rebaño. Y de entre vosotros mismos se levantarán hombres que enseñen cosas perversas para arrastrar en pos de sí a los discípulos. Por tanto velad, acordándoos de que por tres años no he cesado ni de día ni de noche de amonestar con lágrimas a cada uno de vosotros.
Ver también Tit 1:9; 1 P 5:1–4
En el ministerio de sanidad
En el ministerio de sanidad
¿Está alguno enfermo entre vosotros? Haga venir a los presbíteros de la Iglesia y oren sobre él ungiéndole con óleo en nombre del Señor;
La remuneración y corrección de los ancianos
La remuneración y corrección de los ancianos
Los presbíteros que dirigen bien sean considerados dignos de doble honor, sobre todo los que trabajan en predicar y enseñar. Pues dice la Escritura: “No pondrás bozal al buey que trilla” y “Digno es el obrero de su jornal”. Con ira un presbítero no admitas acusación si no es por testimonio de dos o tres testigos. A aquellos que pequen repréndelos delante de todos, para que los demás también cobren temor.
Los ancianos deben recibir el respeto y la sumisión de los miembros de la iglesia
Los ancianos deben recibir el respeto y la sumisión de los miembros de la iglesia
He 13:17 “líderes” es un término alternativo para “ancianos”.
Ver también 1 Tes 5:12; He 13:7
Los veinticuatro ancianos en el cielo
Los veinticuatro ancianos en el cielo
Los ancianos sentados en tronos
Los ancianos sentados en tronos
Ap 4:4 Estos ancianos pueden ser seres angelicales correspondientes a las 24 órdenes de los levitas (1 Crónicas, capítulos 24–25) o simbolizar a Israel y a la iglesia (compare Ap 21:12–14).
Ver también Ap 5:5–6; Ap 11:16; Ap 14:3
Los ancianos adoran a Dios y al Cordero
Los ancianos adoran a Dios y al Cordero
los veinticuatro ancianos se prosternan ante Aquel que está sentado sobre el trono y adoran, al que vive por los siglos de los siglos; y deponen sus coronas ante el trono, diciendo: “Digno eres Tú, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque Tú creaste todas las cosas y por tu voluntad pudieron ser y fueron creadas”.
Ver también Ap 5:8–14; Ap 7:11–13; Ap 19:4