sol de justicia (2)
5No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.
14Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
15para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
2. El sol como centro de atracción: planetas, satélites y cometas giran a su alrededor. Así lo es Cristo en la esfera espiritual. Los ángeles, en regiones celestes, y los creyentes, en esta esfera material, se mantienen en relación con Él, atraídos por la maravilla de su amor que le llevó a asumir una naturaleza humana para dar a conocer y restaurarnos a la comunión con el Padre
2. El sol como centro de atracción: planetas, satélites y cometas giran a su alrededor. Así lo es Cristo en la esfera espiritual. Los ángeles, en regiones celestes, y los creyentes, en esta esfera material, se mantienen en relación con Él, atraídos por la maravilla de su amor que le llevó a asumir una naturaleza humana para dar a conocer y restaurarnos a la comunión con el Padre
1 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
. Como el resplandor de la Luna y las estrellas se desvanece ante la presencia del astro rey, así es la gloria de las criaturas ante la de Dios.
1Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;