Sabiduría de Dios para ti
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Sabiduría de Dios para ti.
Sabiduría de Dios para ti.
Sabiduría en la Palabra se refiere más a un carácter moral que a un aspecto intelectual. Ser un tonto o necio es no tener a Dios.
Dice el necio en su corazón: «No hay Dios.» Están corrompidos, sus obras son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno!
La verdadera sabiduría es un regalo de Dios para aquellos que la piden
Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia.
Porque ella es de más provecho que la plata y rinde más ganancias que el oro.
Es más valiosa que las piedras preciosas: ¡ni lo más deseable se le puede comparar!
Con la mano derecha ofrece larga vida; con la izquierda, honor y riquezas.
Sus caminos son placenteros y en sus senderos hay paz.
Ella es árbol de vida para quienes la abrazan; ¡dichosos los que la retienen!
En Prov. 1:20, 8:1, 9:1-5 no es un mero atributo, sino una persona divina, Cristo el poder de Dios y la sabiduría de Dios.
pero para los que Dios ha llamado, lo mismo judíos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios.
Cual es la base de la sabiduría:
»El comienzo de la sabiduría es el temor del Señor; conocer al Santo es tener discernimiento.
Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año.
Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días.
El propósito del Diezmo es para que aprendas a temer a Dios. Dios quiere darte sabiduría. El aprender a diezmar, es solo una parte de tu enseñanza.
Muchas personas en Internet te dirán que el diezmo era de la ley y por so ya no estás obligado a entregar un diezmo, pero olvidan la importante enseñanza de la sabiduría. Aprender a temer al Señor.
Con el diezmo reconocemos que todo es de Dios y el nos provee de todo.
Se requiere de un corazón humilde para reconocerlo y obtener sabiduría.
Hoy te invito a que al entregar tu diezmo y ofrenda, le pidas al Señor por sabiduría, que en el centro de tus pensamientos el Señor Jesus que es tu Sabiduría sea entronado.