Cuidado con la herencia!!!

Fidelidad en la familia  •  Sermon  •  Submitted
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Introducción:

Hermanos encontramos en el salmo 127, una enseñanza muy importante para nosotros, en estos día tan difíciles que enfrentamos.
El autor, habla de la necesidad de depender de Dios, él dice que es en vano tratar de hacer cosas prescindiendo del Señor.
Los que … edifican una casa trabajan en vano a menos que Dios la edifique, en vano vela la guardia si el Señor no guarda la ciudad, y es en vano estar ansioso por conseguir el pan y trabajar por largas horas ...
Es inútil amados hermanos, que nosotros hagamos cualquier trabajo, sin tomar en cuenta a Dios.
Luego el salmista salta de la ciudad y la casa a la familia.
Salmo 127:3–5 RVR60
3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. 4 Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. 5 Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.
El salmista dice ahora, que nuestros hijos, e hijas, son herencia que Dios, nos ha dado, son cosas de estima; es algo que Dios nos ha dado par “cuidar”.
Además son como saetas, los hijos son capaces de defender a la familia en juicios civiles (antiguamente, los juicios civiles se dilucidaban y fallaban en la puerta de una ciudad).
La figura de las saetas y la defensa “en la puerta” era algo natural para una nación que enfrentaba peligros de dentro y de fuera de ella.
Además el salmista escribió que los hijos son, en realidad, algunas de las bendiciones de la providencia divina (V. bienaventurado, v. 5, es doblemente bendecido.
Ahora cabe la pregunta,
¿Qué debemos hacer los padres para cuidar la herencia que Dios nos ha dado?
Hermanos, Dios nos ha dado nuestros hijos como herencia, son un regalos de Dios.
Dios dice que son de estima, que debemos estimarlos y cuidarlos.
Hay TRES maneras que podemos establecer al estudiar las escrituras para que los padres podamos cuidar la herencia que Dios nos ha dado.
Formar.
Acompañar.
Proteger

I. FORMAR. Deuteronomio 6.6-9

Deuteronomio 6:6–9 RVR60
6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Miremos, bien, el mandato de Dios, es que su palabra esté en nuestros corazones, El pueblo de Dios era responsable de meditar en estas palabras que el Señor mandó, y guardarlas en el corazón.
Esto les capacitaría para entender la ley y aplicarla correctamente. Luego los padres estarían a su vez en posición de transmitirlas a los corazones de sus hijos.
Hermanos la educación moral y bíblica de los hijos se realizaba mejor no en un período cotidiano de educación formal, sino cuando los padres, inducidos por la preocupación por sus propias vidas y las de sus hijos, hacían de Dios y su palabra un tema natural de conversación que podría darse en la casa, y andando por el camino, y al acostarse; en cualquier lugar y cualquier momento del día (v. 7).
Hermanos, los mandatos: las atarás y las escribirás, enfatizan la necesidad de la enseñanza continua de la ley, para el pueblo de Israel (cf. Éx. 13:9, 16)
Éxodo 13:9 RVR60
9 Y te será como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Jehová esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó Jehová de Egipto.
Éxodo 13:16 RVR60
16 Te será, pues, como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos, por cuanto Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte.
Así mismo es ahora, la palabra de Dios, debe ser “Señal, memorial”, delante de nuestros ojos, al pueblo de Israel, Dios lo sacó de Egipto, a nosotros nos sacó del mundo.
Debemos instruir a nuestros hijos con la palabra de Dios, eso es lo que Dios ordena para su pueblo, para los padres.
Proverbios 22:6 RVR60
6 Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Pero para enseñar la palabra, para instruir en el camino, que es cristo, Juan 14:6
Juan 14:6 RVR60
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Nosotros los padres, debemos tener a Cristo, y la palabra de Dios en nuestros, corazones, en nuestras vidas.
Cada padre, y cada madre Cristiana, debe, tomar la decisión, y la determinación de ser ejemplo en el servicio y la enseñanza de la palabra. Josué 24.14- 15
Josué 24:14–15 RVR60
14 Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. 15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
Como padres, estamos llamados a enseñar el conocimiento de Dios a nuestros hijos, para que no fracasen en conocerle y seguirle. Jueces 2. 8-11
Jueces 2:8–11 RVR60
8 Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento diez años. 9 Y lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera, en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas. 10 Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. 11 Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.
Nuestros hijos, necesitan conocer a Dios, conocer su palabra, y ese es nuestro trabajo, instruirles, guiarles a tal conocimiento, no es de otros, es nuestra la responsabilidad.
Pero la palabra debe estar en nuestros corazones, primero, y debemos nosotros conocer a Dios.
Lo segundo que debemos hacer para cuidar la herencia que Dios nos ha dado, es:

II. ACOMPAÑAR

Deuteronomio 31:6
Deuteronomio 31:6 RVR60
6 Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.
Hermanos, Dios dice que nos esforcemos y cobremos ánimo, él nos ha dado una herencia, una responsabilidad, pero no podemos, colgar los guantes, tenemos que seguir todos los día acompañando a nuestros hijos.
Para que ellos hagan la voluntad de Dios, hay que acompañarlos.
Para que ello hagan lo bueno y no lo malo, hay que acompañarnos.
Hermanos, no hagamos lo mismo que el sacerdote él í Hizo, con sus hijos, tenemos que estar atentos a ellos, a lo que hacen, aunque vengan a la iglesia, aunque sirvan al Señor.
1 Samuel 2: 12-36
Eran, impíos, eran pecadores, hermanos, hacían lo malo.
¿Debemos saber que están haciendo nuestros hijos, debemos amonestar y reprender, sino ocurre así, ellos morirán, tu vida cristiana se arruinará y el Señor te quitará de su servicio hermano.
Por último, además de formar, además de acompañar, debemos:

III. PROTEGERLOS.

Hermanos, él señor, siempre está con nosotros, nos enseña, nos cuida y nos protege, mire lo que Isaías dice en: Isaías 43.2
Isaías 43:2 RVR60
2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Así como Dios, nos cuida, en las aguas, en el fuego, así Dios espera que nosotros también hagamos con nuestros hijos, con nuestras familias, lo mismo.
Hermanos, la televisión, la tecnología, el mundo en sí, no para de hacer el trabajo de satanás, que Pedro dice, 1 Pedro 5:8
1 Pedro 5:8 RVR60
8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
El diablo anda haciendo su trabajo, es lo mismo que Jesús enseñó en Juan 10.10
Juan 10:10 RVR60
10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Él quiere destruir la vida de nuestros hijos y familias, tenemos que estar atentos, tenemos que acompañarles, no nos podemos dormir, hermanos, hay que seguir en la lucha.
Nuestros hijos necesitan padres que se esfuercen por ellos, que les ayuden a conocer a Dios, a vivir para Dios, a vivir cristianamente, a vivir en santidad.

CONCLUSIÓN:

¿Cómo está tu herencia?
¿Qué te dirá Dios, sobre tu herencia, cuando te presentes ante él?.
¿Qué tanto estás enseñando, qué tanto estás acompañando, que tanto estás protegiendo?
Vamos a orar.
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