LA IGLESIA QUE DIOS QUIERE Y EL MUNDO NECESITA ES UNA IGLESIA QUE RECIBE A LOS PERDIDOS
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Introducción
Introducción
Lucas 15 es una joya preciosa que nos deja muchas enseñanzas, pero hay una por encima de todas, el amor que tiene Dios hacía los perdidos. Inicia con el relato de un pastor que se le pierde una oveja, luego con el relato de una mujer que encuentra una moneda perdida y luego el final el tremendo con la historia del padre que vuelve a recibir al hijo que se había perdido.
No sé si alguna vez te has sentido perdido. Yo conte una vez que de chico me perdí. Y cuando me reencontre con mi madre no quería soltarla para nada.
Te hablo de esa estación de la vida, donde no sabes para donde dirigirte, pués siempre hay un lugar al que puedes ir y este capitulo 15 nos enseña que podemos ir nuevamente a la casa del Padre y nosotros como Iglesia estamos llemados a recibir a los perdidos. . Vamos a leerlo.
Un hombre tenía dos hijos—continuó Jesús—. El menor de ellos le dijo a su padre: “Papá, dame lo que me toca de la herencia.” Así que el padre repartió sus bienes entre los dos. Poco después el hijo menor juntó todo lo que tenía y se fue a un país lejano; allí vivió desenfrenadamente y derrochó su herencia.
»Cuando ya lo había gastado todo, sobrevino una gran escasez en la región, y él comenzó a pasar necesidad. Así que fue y consiguió empleo con un ciudadano de aquel país, quien lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tanta hambre tenía que hubiera querido llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero aun así nadie le daba nada. Por fin recapacitó y se dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre! Tengo que volver a mi padre y decirle: Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo; trátame como si fuera uno de tus jornaleros.” Así que emprendió el viaje y se fue a su padre.
»Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: “Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo.” Pero el padre ordenó a sus siervos: “¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo. Pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero más gordo y mátenlo para celebrar un banquete. Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado.” Así que empezaron a hacer fiesta.
»Mientras tanto, el hijo mayor estaba en el campo. Al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música del baile. Entonces llamó a uno de los siervos y le preguntó qué pasaba. “Ha llegado tu hermano—le respondió—, y tu papá ha matado el ternero más gordo porque ha recobrado a su hijo sano y salvo.” Indignado, el hermano mayor se negó a entrar. Así que su padre salió a suplicarle que lo hiciera. Pero él le contestó: “¡Fíjate cuántos años te he servido sin desobedecer jamás tus órdenes, y ni un cabrito me has dado para celebrar una fiesta con mis amigos! ¡Pero ahora llega ese hijo tuyo, que ha despilfarrado tu fortuna con prostitutas, y tú mandas matar en su honor el ternero más gordo!”
»“Hijo mío—le dijo su padre—, tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo. Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado.” »
Hay tres personajes, El hijo que se va y se pierde en el mundo y no le importa nada. Hasta que llega un momento de reflexión y decide volver a casa.
El Padre al que lo ningunearon, le pidieron la Herencia, Pero que es un buen papá y recibe con amor al hijo.
Luego el hermano. Y es aquí donde hoy me quiero centrar, porque el hermano no recibe bien al que se perdió y este es un carácter que no debería pasar pero pasa. Por eso, hoy me gustaría detenerme en la actitud del hermano mayor que muchas veces refleja a aquellos creyentes que se enojan, no saben perdonar y por lo tanto no saben recibir.
Miremos algunas características.
1. Creyente Fiel
1. Creyente Fiel
Pero él le contestó: “¡Fíjate cuántos años te he servido sin desobedecer jamás tus órdenes, y ni un cabrito me has dado para celebrar una fiesta con mis amigos!
ha sido fiel al padre.
Fiel al hogar.
Fiel a la herencia
Fiel a la posición.
2. Creyente que se enoja
2. Creyente que se enoja
Indignado, el hermano mayor se negó a entrar. Así que su padre salió a suplicarle que lo hiciera.
Por la falta de los demás.
Por el mal testimonio que su hermano haya dado.
Porque la disciplina no se le ha aplicado al hermano.
Por las oportunidades que se le siguen dando al que fue infiel.
3. Tipo de creyente que tiene que aprender a perdonar
3. Tipo de creyente que tiene que aprender a perdonar
»“Hijo mío—le dijo su padre—, tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo. Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado.” »
Lo que el padre le quiere mostrar y Dios nos enseña aquí es que:
El verdadero perdón olvida las faltas.
El perdón es el combustible que levanta al caído.
El perdón se goza en la prosperidad de los demás.
El perdón no le da la entrada al orgullo.
Mientras que el padre se regocijaba en el perdón, el hermano mayor cargaba el peso del enojo, un peso que no tenía que cargar.
En ocasiones, nos pasa en la Iglesia. No estamos llamados a Juzgar, sino a perdonar. Porque mientras que no recibamos bien a los perdidos nos quedamos entonces fuera de la fiesta.
Una cosa que el Señor me puso hace tiempo. Un día me dijeron hay gente que ya no viene por la pandemia, vimos como poco a poco se iba haciendo la desescalada y seguía sin venir.
Hoy termina el estado de alarma, y siguen muchos sin venir. Una de las cosas que el Señor me puso claro en el corazón fue. Ni te atrevas a usar el pulpito para mandar hacer que tus hermanos se sientan mal por no venir.
Sabemos que este tiempo ha sido dificil, sabemos que muchos se han enfriado seguramente, pero sabes que me puso el Señor en el corazón ni te atrevas a juzgarlos.
Iglesia que es aveces juzgar. No sabemos lo que pasa en la cabeza de nadie. No nos toca juzgar, nos toca recibir y alegrarnos cuando vuelvan, Porque también el Señor me dijo Van a Volver.
Mensaje a los hermanos por Youtube.
Conclusión
Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado.