Verdadera Amistad

Me da mucho gusto poder dar la bienvenida a cada uno de ustedes, estamos muy contentos de poder tenerles con nosotros, en este día previo al día de las madres y por eso queremos honrarlas y hablar de algo que ellas siempre nos estuvieron aconsejando. A cuántos mamá les dijo ¿quién es ese tu amigo tan raro? O ¿si tu amigo se avienta al pozo, también te vas a aventar? Nos dicen eso porque saben que los amigos impactan nuestras vidas, tanto así que a veces determinan o dirigen la dirección de nuestras vidas.

Hoy quiero hablar de eso que mamá nos dice y al mismo tiempo un mensaje para ellas: la fortaleza de tener verdaderos amigos, porque la amistad es un regalo. Me refiero no a los que solo quieren saber de tu vida, o que son parte de un mismo club, sino aquellos que si un día la riegas ¡no te abandonan! Te buscan, aunque no se los pidas, hacen lo que los verdaderos amigos hacen.

La realidad es que no todos tienen amigos, los que son nuevos en la ciudad o el barrio, o padres que desean que sus hijos tengan amigos diferentes; los solteros con muchos amigos, pero que, al casarse, sus amigos no los entienden y necesitan nuevos amigos casados. Otros más que quieren cambiar el rumbo de sus vidas o están en esa búsqueda espiritual y necesitan nuevos amigos cristianos que les ayuden en esa búsqueda.

Los amigos se vuelven parte de las decisiones: se interponen o te empujan. Si somos honestos, yo como pastor no puedo hacer por ti lo que un amigo sí. Aunque yo te diga lo correcto, si un amigo te dice lo contrario es más probable que hagas lo que tu amigo te aconseja.

La amistad es algo raro, tiene que ver con la química o algo más, porque, aunque te presente alguien, no quiere decir que será tu amigo, porque no se puede forzar, fabricar, es algo que sabes en el momento que lo ves, pero no lo puedes forzar.

Nuestro Dios lo dijo y la experiencia lo comprueba: los amigos, los del primer círculo influyen y a veces determinan la dirección y calidad de nuestra vida. Esos amigos no pueden ser amigos superficiales, porque son importantes para nuestro desarrollo emocional, físico, espiritual. Dios dice mucho sobre los amigos y la amistad, porque los amigos influyen y a veces determinan la calidad de nuestra vida.

Pero para empezar ¿cómo defines una amistad? Podemos decir que la amistad es una relación que se caracteriza por 3 esenciales. No son exclusivos, pero después de investigar, creo que los 3 esenciales resumen mucho de la opinión general sobre el tema:

1 DISFRUTE: Los amigos son personas con quienes disfrutas estar, es un placer estar con ellos y el tiempo vuela. Llegas a las 8.00 y cuando te das cuenta ya son las 2.00 am. Son con quienes ríes abiertamente, juegas, bailas y por supuesto comes. Aunque se vean por minutos, el sólo hecho de verlos te alegra el día.

2 ACEPTACIÓN: Con los amigos puedes estar, hacer y decir quien eres y no será usado en tu contra. Eres aceptado, te dice que tienes el cilantro en el diente sin darle mayor importancia, puedes entrar a la cocina en la casa, servirte, ir al baño.

3 PREOCUPACIÓN GENUINA: Es cuando en la amistad, el amigo está ahí por ti, no porque le convenga, es algo mutuo. Te preocupas por ellos y ellos por ti.

La mayoría tiene amistades que se caracterizan por el disfrute y nada más; la pasan bien juntos, pero no hay aceptación. Otro grupo más reducido tiene amigos que disfrutan y hay aceptación, pero hasta ahí.

La aceptación es el pegamento de la relación. Dios nos creó así, seres relacionales; somos atraídos hacia la aceptación. Al llegar a un lugar y te sientes aceptado ¡te entregas! Te sientes atraído hacia ese ambiente, porque es el pegamento. Al llegar a un lugar donde puedes ser tú mismo sin ser criticado ¡ahí nos gusta!

Si llegas a un lugar desconocido, no te acercas al primer grupo que encuentras y dices: quiero entrar a su plática ¡eso no es algo común! Llegas, te sientes en un extremo, observas a los que pasan sin hacer contacto visual, pero un rostro familiar o amigable, si alguien te sonríe, buscarás la oportunidad de acercarte para hablar con él, en ese momento descansas y el lugar te empieza a gustar, es así porque eres atraído hacia la aceptación ¡Dios nos hizo así! La aceptación es como el imán, nuestro corazón se mueve hacia ese lugar donde eres aceptado.

Hombres o mujeres que trabajan fuera de casa, hay etapas que prefieres quedarte en la oficina que llegar a tu casa; eso pasa cuando te sientes más aceptado en el trabajo, lo que pasa es que encuentras más aceptación en el trabajo y tu corazón se siente atraído a ese lugar. Si dices: mi cónyuge no quiere llegar a casa, siempre tiene mucho trabajo y al llegar sólo comemos y se va a jugar o ver la tv ¿qué pasa? Pasa que el corazón del hombre, la mujer es atraído hacia la aceptación.

Por otra parte, es también la aceptación lo que hace que el hogar sea el mejor lugar para estar y no puedes esperar para llegar a casa, porque ahí puede ser tú mismo, ser quien eres, decir lo que piensas, lo que sientes y no importa la circunstancia ahí te gusta estar, porque el corazón se va hacia la aceptación.

Esto explica algo interesante, quizá estás o has estado en una relación que sabes ya no debes estar, pero ¡no puede salir! Esto es, ¿por qué? ¡porque eres aceptado!

Debes saber que lo contrario no sucede. En una relación donde disfrutas y de pronto ya no eres aceptado, sin importar lo mucho que disfrutes, eventualmente la relación terminará, no importa qué tanto disfrutes, si la aceptación se pierde, la relación va a terminar.

Puedes tener amigos con muchas cosas en común: la música, comida, comida, pero sin aceptación, por mucho que disfrutes la relación, esa amistad no se sostendrá, porque si bien es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor, la aceptación pesa más que el disfrute. Dicho de forma negativa: el rechazo pesa más que el disfrute.

La aceptación es tan poderosa, que en un lugar donde eres aceptado, aunque ya no disfrutes mucho ¡te quedarás ahí! Todos nos quedaríamos en esa amistad, en donde las circunstancias han hecho que no disfrutes pero aun así ¡te quedarás ahí! Porque la aceptación te hace quedar atrapado y te quedas ahí.

¿Algún hermano de un amigo está en una relación donde hay excesos? Se siente culpable, pero se queda en esa relación, y eso que ¡ya no lo disfruta! ¿Por qué? Porque es aceptado y está dispuesto a sacrificar convicciones, comodidad por que hay algo que no permite terminar, romper.

La aceptación es una fuerza tan poderosa que mantiene o sostiene unidas a las personas, pero no es suficiente para que sea una verdadera amistad.

Si hacemos una lista de lo que quieres en una amistad ¿qué pondrías? (PREGUNTAR): honestidad, lealtad, que se lleven bien, guardar secretos y una gran lista, pero la realidad es que, para hacer amigos, no los llevas a un café, sacas la lista y empiezas a preguntarles ¡no haces eso! Ninguna amista empezó así. Conociste alguien y un día te das cuenta que son amigos y no sabemos cómo pasó, pero nos gusta. Muchos ni siquiera empezamos una amistad, de repente nos vinos atrapados por la aceptación, esto explica a grupos de auto ayuda y motivación. Con un amigo bajas la guardia, te quitas las máscaras, esto es algo asombroso, y sabes ¡Dios nos hizo así!

Pero -siempre hay un pero-, no es suficiente 2 de 3 esenciales. Hay amistades donde hay disfrute y aceptación, pero al mismo tiempo culpa, dolor, cosas que no te agradan y quieres dejar.

Creo que por eso Dios te trajo a este lugar, para que escuches que ÉL te creó, y ÉL creó la amistad, así que el estándar de cómo debe ser una amistad, la creo ÉL. Dios puso el estándar de cómo debe ser una amistad y quiere que adoptemos ese estándar y al hacerlo experimentarás una amistad a un nivel asombroso, nunca experimentado.

El 3er esencial de la amistad lo llamamos: Preocupación genuina. Es cuando estoy más interesado en lo que es mejor para ti que en lo que es mejor para la amistad. Es cuando pongo lo que es mejor para ti, por encima de lo que es mejor para la relación y estoy dispuesto a potencialmente sacrificar la relación, con tal de decir o hacer lo que es mejor para ti, eso es preocupación genuina.

Es cuando la amistad toma un lugar secundario y la persona el lugar primario. Es cuando estás en la relación por el bien de la otra persona y la otra por tu bien, es algo mutuo, y es eso lo que hace que la Verdadera Amistad sea más valiosa que el oro.

La Verdadera Amistad no puede ser remplazada; en la amistad es cierto que hay disfrute, puedes ser quien eres, pero además esa persona está ahí por ti y tú por él o ella.

En los siguientes minutos quiero presentarte la amistad que Dios te ofrece y al entenderla, hace que nuestro corazón se rinda a ÉL en gratitud, y además es el estándar para la verdadera amistad, algo que desea que tú y yo tengamos. Oremos

“Éste es mi mandamiento: Ámense unos a otros de la misma manera en que yo los he amado.” (Juan 15:12, NTV)

Lo que dice es: al pensar en amistad, el estándar no es el disfrute, no es la aceptación, el estándar es: el Amor. Pero lo que sigue es como define la amistad y dice algo asombroso:

“Nadie tiene un amor mayor que este: que uno dé su vida por sus amigos.” (Juan 15:13, LBLA)

Esto habla de una relación en que estás dispuesto no solo a sacrificar la relación, sino la vida misma por la otra persona. Un paralelo con el amor de la madre por sus hijos.

Amistad no es mantener la amistad, es entregarlo todo por la otra persona, es una relación de preocupación genuina y mutua. Y escucha lo que Dios te dice:

“Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.” (Juan 15:14, NTV)

Jesús, Dios mismo, Creador de todo te dice: te doy permiso, no, mejor aún, te invito a tener una relación conmigo, pero no una relación distante, no como algo intocable, te invito a tener una relación de amigo ¡esto es asombroso!

“Ya no los llamo esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos. Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo.” (Juan 15:15, NTV)

Jesús nos dice 2 cosas: primero, define lo que es la Verdadera Amistad, no se trata de disfrute, ni de aceptación, se trata de que estás por mí y yo por ti. Nuestro Señor no sólo dejó el estándar, dejó el ejemplo. En los evangelios leemos que dijo a la gente: pueden ser mis amigos. Les ofrece Su amistad y lo más asombroso es que quienes vieron a Jesús concluyeron que ÉL era amigo de pecadores y recaudadores de impuestos. Ver a Jesús juntarse con personas que eran considerados lo peor de lo peor, es conmueve. Pero, además a esos pecadores ¡les caía bien Jesús! Esto era algo tan raro, tan no religioso, tan no chido, que las peores personas te acepten, les caigas bien, no era bien visto.

Creo que la mayoría al pensar en Dios o Jesús, de entrada, la palabra “disfrute” no es la primera que les viene a la mente. Al pensar en Jesús muchos piensan en caras largas, religiosas, amargadas y eso ¡no es así! ÉL quiere darnos gozo, pero no uno que depende de las circunstancias, sino algo que surge dentro de ti, que te permite estar y ser feliz sin importar las circunstancias.

Nuestro Señor sabe que la aceptación es importante, porque ÉL mismo dice que aun cuando no te interesaba nada de Dios, es más ibas o vas en sentido contrario, es cuando ÉL vino tras de ti y te aceptó parar tener una relación de amigo, mucho antes que tuvieras interés en ÉL.

“pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.” (Romanos 5:8, NTV)

Dios te ha aceptado, así como eres, así como soy, aun sin ningún cambio. De eso se trata el cristianismo, y en relación con la amistad, al amor profundo como el de una madre; días como hoy nos reunimos gracias al sacrificio de Jesús en la cruz al morir por mis pecados, ahí demostró de una vez por todas, en ese máximo sacrificio, que está más interesado en lo que es mejor para ti, que en sólo tener una relación.

Piénsalo así: si Jesús hubiera deseado sólo amigos, tener aceptación, hay cosas que no debió decir, como “YO Sol el Único Camino a Dios”, decir eso no atrae muchos amigos.

Si Jesús quisiera sólo la aceptación, no debió hablar sobre el infierno y decir que la gente decid ir allá, sin embargo, Jesús habló del infierno.

Pero debes saber que tu Salvador y el mío estaba más interesado en lo que es mejor para ti que en tener una relación contigo, tanto así que potencialmente sacrificó la relación con millones de personas, porque ÉL tenía que decir la verdad. La verdad sobre ti y sobre ÉL, y al hacerlo demostró una vez por todas que ÉL es de hecho, el Verdadero Amigo.

Nos dejó el estándar y nos mostró el Camino para que sepamos que, al menos tienes un verdadero Amigo y Su Nombre es Jesús.

Termino con esto: quizá en alguna parte de tu mente, al pensar el Jesús o Dios no pienses en disfrutar o aceptación, es más, piensas que no se preocupa por ti, porque si así fuera, te hubiera evitado el sufrimiento o ese dolor. Todo lo que has padecido como mamá, lo que han sufrido tus hijos, tu esposo, eso te hace preguntar ¿cómo puedo estar segura que puedo confiar en Jesús como el Verdadero Amigo?

Parte de la respuesta es que quien te invitó a este lugar, es quizá la persona que reúne los 3 esenciales, porque al invitar a alguien a la iglesia, estás arriesgando la relación. Al invitar a la iglesia te pones en una situación potencialmente “rara”, la persona que te invitó obviamente se preocupa tanto por ti, que estuvo dispuesto a arriesgar la relación, porque pensó que lo que escucharías hoy sería benéfico para ti. O le puedes preguntar a quien te invitó ¿crees que Jesús que vivió hace mucho tiempo es tu amigo? Y deja que comparta contigo la forma como descubrieron esa verdad -que se que parece rara-, y cómo Jesús se hizo real en sus vidas.

Porque Jesús vive y no quiere ser tu Dios distante, quiere que te relaciones con ÉL como amigo y eso lo ha demostrado, porque nos acepta como somos, nos da alegría y murió por nuestros pecados. Nuestro más grande deseo para ti es que puedas aceptar esa amistad en tu corazón, llegues a conocer al Señor Jesús a través de una relación de Verdadera Amistad.

Palabra de Dios

Oremos por las mamás

Oremos