Ser fieles a Dios implica cumplir nuestros deberes parte 10(continuación)
Cristo ejemplo de Fidelidad. • Sermon • Submitted
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Introducción:
Introducción:
Estudiamos, una parte de lo que el versículo 12, enseña,
12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
Vimos, que lo primero que hace la aplicación de estos dones ministeriales del que habla el versículo 11, es perfeccionar a los Santos.
A. Perfeccionamiento: “Katartismos” (perfeccionar) se refiere básicamente a algo que ha sido restaurado o devuelto a su condición original, que se ajusta a perfección o ha sido hecho completo.
El perfeccionamiento de cada creyente trae como resultado la unidad de todos.
Hay cuatro herramientas que Dios utiliza para lograr este perfeccionamiento:
1. la Biblia. 2 Timoteo 3:16–17, Juan 15:3.
2. La oración. Hch. 6:4.
3. Las pruebas. Santiago 1:2–4
4. El sufrimiento.1 Pedro 5:10
El segundo resultado, que encontramos por la aplicación de estos dones ministeriales del que habla el versículo 11, es que los santos se perfeccionan para el ministerio.
B. PARA EL MINISTERIO.
.....para la obra del ministerio… (Efesios 4:12b)
El plan de Dios para el funcionamiento correcto de su iglesia es el ministerio.
Todos los Cristianos, que crecen,se perfeccionan, hombres y mujeres dotados tenemos la responsabilidad más directa para realizar la obra del ministerio.
No es el pastor, no es un grupo de pastores, los que puedan hacer todo lo que la iglesia necesita hacer o está llamada a hacer.
No importar cuántos dones, talentos y dedicación pueda tener el pastor, la obra que es necesario hacer en el lugar donde ha sido llamado a ministrar siempre excederá en gran medida su tiempo y capacidades individuales.
La iglesia necesita que cada miembro de ella como cuerpo de Cristo, crezca espiritualmente, se perfecciones, descubra sus dones, ore al Señor y ponga sus dones al servicio del ministerio de la iglesia.
Observemos:
Crecer espiritualmente +descubrir sus dones+perfeccionarse ⇒ Ministrar
Todo esto es posible verlo en la vida de un creyente, de una persona que ha recibido a Cristo de verdad.
Cuando logramos ese propósito, se va a cumplir lo que Pablo finaliza diciendo en el versículo 16:
16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Se vuelve un crecimiento cíclico y continuo en la iglesia.
Eso nos lleva al otro resultado:
C. EDIFICACIÓN.
.....para la edificación del cuerpo de Cristo (Efesios 4:12c)
Ese ciclo correcto, no un circulo vicioso, sino u ciclo que produce que en la iglesia que crezca en número, y al mismo tiempo la vida espiritual de cada creyente que se añade a la iglesia crece de manera espontanea, porque los creyente que van creciendo individualmente ayudan a crecer a otros creyentes.
“Oikodomē” (edificación) se refiere literalmente a la construcción de una casa, y se empleaba en sentido figurado para aludir a cualquier tipo de edificación.
Es de la edificación y el desarrollo espiritual de la iglesia que Pablo habla aquí.
Ahora esta es una edificación en doble vía:
El cuerpo se edifica por fuera mediante el evangelismo, a medida que se añaden más creyentes.
Pero el énfasis se hace aquí en su edificación interna a medida que todos los creyentes son nutridos con miras a un servicio fructífero por medio de la Palabra.
Luego, el versículo 13, establece:
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
El cuarto elemento, es un elemento resultante:
D. MADUREZ ESPIRITUAL
El resultado de seguir el patrón de Dios para su iglesia es la madurez espiritual, una madurez a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Hermanos, el gran deseo de Dios para su iglesia es que todo creyente sin excepción alguna, llegue a ser semejante a su Hijo.
Llegar a ser como Cristo, implica manifestar su carácter y las cualidades, llegar a tener la única medida que deberíamos añorar y esforzarnos por alcanzar; la estatura de un varón perfecto, plenamente desarrollado y maduro.
Observemos nuevamente:
Crecer espiritualmente +descubrir sus dones+perfeccionarse ⇒ Ministrar
De igual manera, ahora:
Crecer espiritualmente +descubrir sus dones+perfeccionarse + Ministrar +Edificar = Madurez espiritual.
En otras palabras:
Madurez espiritual es una suma de todos los componentes, que incluyen esfuerzos propios en nuestra relación con Dios, e incluyen el trabajo entre todos, cada uno ministrando a los otros, poniendo en función que Dios nos ha dado, para lograr, esa madurez espiritual que Dios espera de cada uno de nosotros.
Conclusión:
Conclusión:
Una buena pregunta para reflexión personal es:
¿Cómo estás con la madurez Espiritual?
¿Qué tanto estamos buscando esa madurez que el Señor espera que alcancemos?
Y si ya considero que soy maduro, ¿Cómo estoy ayudando a otros creyentes a crecer y a madurar espiritualmente?.
Vamos a orar