Principios de justicia civil
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Si hubiere pleito entre algunos, y acudieren al tribunal para que los jueces los juzguen, éstos absolverán al justo, y condenarán al culpable.Y si el delincuente mereciere ser azotado, entonces el juez le hará echar en tierra, y le hará azotar en su presencia; según su delito será el número de azotes.Se podrá dar cuarenta azotes, no más; no sea que, si lo hirieren con muchos azotes más que éstos, se sienta tu hermano envilecido delante de tus ojos.
Algo que nos es natural como seres humanos es la búsqueda de justicia, seamos creyentes o no esta búsqueda de justicia es inherente a nuestra naturaleza, recuerda que somos creados a imagen y semejanza de Dios.
Pregunta 10: ¿Cómo creó Dios al hombre?
Respuesta: Dios creó al hombre, varón y hembra, según su propia imagen, en ciencia, JUSTICIA y santidad, con dominio sobre todas las criaturas.
El no creyente buscará justicia según su propia norma, según su sentido común o mejor dicho según sus sentimientos. Todo hombre sabe que si alguien le roba algo no esta bien, automáticamente buscará por todos los medios que se le devuelva lo robado y buscará un castigo para el ladrón.
En si esto no esta mal, de hecho la restitución a la victima y el castigo al malhechor es un pilar de cualquier sociedad que pretenda vivir en paz.
El problema no es buscar justicia, sino el problema es buscarla fuera de lo que dice la Biblia. Muchos cristianos incluso la buscan fuera de la escritura, como si fueran inconversos, basándose en su sentido común (lo que creen) o basándose en sus sentimientos.
Haz escuchado seguramente esta noticia de que en algún país de Asia a los políticos corruptos les cortan las manos o les aplican la pena capital, muchos he visto que aplauden este tipo de medidas y esperan con ansia que se apliquen aquí mismo en México, la gente está tan decepcionada de los políticos que en su enojo piensan que está será una medida justa.
Como cristianos debemos pensar bíblicamente, y ya que toda la creación pertenece a Dios porque por Él fue creada, debemos entonces vivir según sus principios de justicia.
Éste pasaje establece 3 principios acerca de la aplicación de la justicia y de los magistrados (quienes administran la justicia)
Solo Justicia
Solo Justicia
Aquellos que funcionan como magistrados o lo que conocemos ahora como “gobierno civil” tiene funciones claras dentro del orden de Dios, su función se limita a administrar justicia solamente.
Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 25
éstos absolverán al justo, y condenarán al culpable
La Biblia es clara con respecto a la función de los magistrados.
Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella;porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.
Los magistrados tienen solo la función de castigar al que hace lo malo y dar alabanza al que hace lo bueno. No tienen la función de hacer leyes nuevas, ni crear empleos, ni hacer carreteras ni escuelas ni hospitales, solo administrar justicia.
Y algo importante a recalcar es que los castigos son basados en la ley de Dios, restitución, pena de muerte, servidumbre o en este caso azotes.
Cualquier castigo fuera de esto es ilegal y tirano. Los magistrados deben restringir su función a los límites que les marca la Ley de Dios.
Son pasivos.
Son pasivos.
Cuando hablo de que aquelloos que administran la justicia son agentes pasivos, me refiero a que esperan a que se les solicite actuar, o sea ellos actuan solamente cuando la parte o partes afectadas acuden a ellos para dictar una resolución al conflicto.
En el A.T los sacerdotes quienes fungían como jueces, dice la Biblia se sentaban a las puertas de la ciudad, o sea tenían un lugar fijo donde podían ser encontrados por cualquiera que solicitase una resolución por parte de algún juez.
El caso de Lot en Sodoma:
Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,
Cuando yo salía a la puerta a juicio,
Y en la plaza hacía preparar mi asiento,
Los jóvenes me veían, y se escondían;
Y los ancianos se levantaban, y estaban de pie.
Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová,
En nuestro pasaje nunca vemos a los magistrados iniciar investigaciones porque hubo algun incidente sospechoso o porque algún chismoso corrio la voz, sino que esperan a ser requeridos.
Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 25
1Si hubiere pleito entre algunos, y acudieren al tribunal para que los jueces los juzguen, éstos absolverán al justo, y condenarán al culpable.
En la actualidad estamos acostumbrados a lo opuesto, nuestras autoridades trabajan a la inversa, tratan de prevenir los delitos, ¿has escuchado de la policia preventiva” su función es “prevenir los delitos” casi nunca lo hacen, pero son buenos en acusar o detener a los “sospechosos”, la Biblia condena este tipo de acciones, porque atentan contra la libertad de los individuos, nuestras autoridades en su afán de prevenir los delitos pisotean la libertad de las personas e impiden a su vez que los ciudadanos puedan defenderse legitimamente de los malhechores.
Castigos justos.
Castigos justos.
Otro aspecto en el que estamos mal acostumbrados es no saber diferenciar de un castigo justo de uno injusto, al inicio hable de la sanción de cortar las manos o la pena de muerte a los políticos corruptos en asia, y dije que para muchos esta sería una gran solución pero una vez más esto va mas allá de los límites qyue establece la Biblia con respecto a los castigos.
Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 25
2Y si el delincuente mereciere ser azotado, entonces el juez le hará echar en tierra, y le hará azotar en su presencia; según su delito será el número de azotes.
En este caso habla de azotar al culpable, aquí vemos dos aspectos importantes, el primero es que el castigo es de acuerdo a la gravedad de la falta, y segundo la presencia del juez mientras es castigado nos habla de que el castigo no se debía dar en lo privado ni dejar al enojo actuar. calentadita
Muchas veces se critica a Dios por este tipo de pasajes diciendo que es inhumano el dar azaotes a un malhechor ¿porque? porque presuponemos que el castigo va acompañado de enojo e ira. Por eso era necesaria la presencia del juez para cuidar este aspecto.
Tendemos a impartir castigos basandonos en nuestros sentimientos, en nuestro enojo, pero la biblia habla diferente con respecto a como deben administrarse los castigos, muchas veces al dejarnos llevar por el enojo cometemos injusticias en contra del prójimo.
mas adelante dice...
Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 25
3Se podrá dar cuarenta azotes, no más; no sea que, si lo hirieren con muchos azotes más que éstos, se sienta tu hermano envilecido delante de tus ojos.
Había un límite para esto, el propósito de estos límites era el cuidar la dignidad del castigado, muchas veces el ser humillado por un castigo excesivo genera rencor mas que restauración y convicción de la falta.
De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno.
Si recuerdas había una gran pérsecución de cristianos y mucho odio en el tiempo de Pablo, pero aún dentro de este contexto de odio hacía los cristianos, esta ley restringía los impulsos carnales de los hombres de querer lastimar excesivamente a los cristianos, en este caso Pablo.
Estos principios aunque hablamos de los magistrados, son de gran utilidad para todo el pueblo de Dios, primeramente porque son pilares dentro de una sociedad justa y segundo porque todos en algún momento de nuestras vidas seremos o hemos sido llamados a juzgar conflictos, y aunque hay otros aspectos a considerar siempre debemos tener estos tres principios en mente.
La justicia se administra según la ley de Dios
No somos policias para andar buscando culpables.
La resolución y castigos son limitados y siempre teniendo en mente los derechos de la victima y la dignidad del castigado.