MIÉRCOLES 19 MAYO
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ROMANOS 9
ROMANOS 9
Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
“mora” Se refiere a estar en casa propia. El Espíritu de Dios establece su morada en cada persona que confía en Jesucristo. Si no existe evidencia alguna de su presencia por el fruto que Él produce (Gá. 5:22, 23), una persona no tiene derecho de declarar a Cristo como su Salvador y Señor.
Hechos 2:47 “alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”
“El tiempo imperfecto del verbo traducido añadía, junto con la frase cada día(¿Cada domingo?, indica que las personas continuamente se salvaban al observar la conducta diaria de los creyentes. Estaban tan unidos, alegres y llenos del Espíritu que su misma existencia era un testimonio poderoso de la verdad del evangelio. La verdadera evangelización fluye de la vida de una iglesia sana.
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
SOMOS MÁS QUE VENCEDORES
Ro. 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Para los cristianos, este versículo contiene quizás la promesa más gloriosa en las Escrituras. Su magnitud es abrumadora, ya que abarca absolutamente todas las cosas pertinentes a la vida de un creyente
“Y Sabemos” Pablo no está expresando sus intuiciones u opiniones personales sino que está exponiendo la verdad inerrante de la Palabra de Dios. Aquí el canal de la revelación de Dios no es Pablo el hombre sino Pablo el apóstol, quien continúa declarando la verdad que ha recibido del Espíritu Santo. Por lo tanto, él afirma con la autoridad de Dios mismo que nosotros como creyentes en Jesucristo, sabemos por encima de cualquier duda que cada aspecto de nuestra vida está en las manos de Dios y será usado divinamente por el Señor, no solamente para manifestar su propia gloria, sino también para hacer una realidad nuestra bendición eterna.
La expresión sabemos tiene aquí el significado de podemos saber. Trágicamente, muchos cristianos a través de toda la historia de la iglesia, incluyendo a muchos en nuestros propios días, se niegan a creer que Dios garantiza la seguridad eterna del creyente.la creencia en una salvación por parte de un Dios soberano solamente, conduce a la confianza de que la salvación es segura, porque Dios, quien es el único responsable de ella
“Los que aman a Dios y los que son llamados son dos de los muchos títulos o descripciones que el Nuevo Testamento aplica a los cristianos. Desde la perspectiva humana nosotros somos los que aman a Dios, mientras que desde la perspectiva de Dios nosotros somos los que son llamados.
A. LOS RECEPTORES DE SEGURIDAD AMAN A DIOS
a los que aman a Dios,
En primer lugar, Pablo describe a quienes reciben seguridad eterna como los que aman a Dios. Nada caracteriza más al creyente verdadero que un amor genuino a Dios. Las personas redimidas aman al Dios de gracia que les ha salvado. A causa de sus naturalezas pecaminosas y depravadas, los no redimidos aborrecen a Dios.
Cuando Dios hizo su pacto con Israel a través de Moisés, dejó muy clara la distinción entre los que le aman y los que le aborrecen. En los Diez Mandamientos el Señor dijo a su pueblo:
Éxodo 20:5-6 “No te inclinarás a [las imágenes] ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”
Ante los ojos de Dios, existen únicamente dos categorías de seres humanos, los que aman a Dios y los que aborrecen a Dios. Jesús se estaba refiriendo a esa verdad cuando dijo:
Mt. 12:30 “El que no es conmigo, contra mí es”
LOS RECEPTORES DE SEGURIDAD SON LLAMADOS
“a los que … son llamados”.
En segundo lugar, Pablo describe a quienes reciben seguridad eterna como los que son llamados.
Pablo explica el significado de la expresión los que son llamados en los dos versículos siguientes (29–30), donde habla de aquello a que los teólogos se refieren muchas veces como el llamado efectuado de Dios. En este sentido, todos los que son llamados son escogidos y redimidos por Dios, y al final van a ser glorificados. Han sido predestinados por Dios con toda seguridad para ser sus hijos y ser conformados a la imagen de su Hijo unigénito.
Los creyentes nunca han sido llamados sobre la base de sus obras o de sus propios fines. Como Hebreos 11 lo hace claro, la fe en Dios ha sido siempre el único camino de redención. Los creyentes no son salvados con base en quiénes son o qué han hecho, sino única y exclusivamente con base en el carácter y la obra de Dios. Nosotros somos redimidos “según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” (2 Ti. 1:9
Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
“antes conoció”. No solo se refiere a la omnisciencia de Dios en el sentido de que Él supo desde el pasado eterno quienes habrían de venir a Cristo. Más bien, habla de una decisión predeterminada para derramar su amor sobre nosotros y establecer una relación íntima
“predestinó”. Lit. “marcar, designar o determinar de antemano”. Aquellos a quienes Dios escoge, Él los destina para su propio fin determinado que es la semejanza a su Hijo.
“hechos conformes a la imagen de su Hijo”. La meta del propósito predestinado de Dios para los suyos es que sean hechos semejantes a Jesucristo.
Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
“predestinó”. “llamó”. “justificó”. “glorificó”. Pablo emplea el tiempo verbal pasado para un acontecimiento futuro con el fin de recalcar su certidumbre.
Romanos 9–11 es uno de los pasajes más fascinantes en el Nuevo Testamento porque está lleno de doctrina esencial y muy práctica, y además porque está enfocado en Israel, el pueblo escogido de Dios.
Pablo no quiso continuar su enseñanza sobre la justificación por fe hasta que hubiera aclarado algunas verdades relevantes acerca de Israel y los israelitas.
En primer lugar, él se anticipó al argumento de que, si el evangelio de Jesucristo ofrecía salvación a todos los gentiles, entonces seguramente Dios abandonó a su pueblo antiguo de Israel.Estos judíos estaban en lo correcto, por supuesto, al concluir que el evangelio descarta los rituales judíos y la justicia por obras como medios de salvación; pero el ritualismo y el legalismo, así como el guardar la ley de Dios dada por revelación divina, nunca habían sido medios de salvación. Únicamente habían sido medios para expresar o simbolizar la obediencia a Dios.Dios nunca ha justificado a cualquier persona, sea judío o gentil, ni siquiera a Abraham o a cualquier otro, sobre una base diferente a su gracia cuando se hace efectiva mediante la fe personal.
Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo,que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne;
Pablo presenta pesadumbre por sus amados compatriotas. Ellos se serían seguro por su herencia,cumplimiento legalista y ceremonias legalistas.
Teniendo en mente que solo Cristo puede salvarnos, Pablo expresa una profundidad de amor rara. Como Jesús, estaba dispuesto a sacrificarse por otros. ¿Cuán preocupado está usted por los que no conocen a Cristo? ¿Está dispuesto a sacrificar tiempo, dinero, energías, comodidades y seguridad a fin de lograr que pongan su fe en Jesús?
En sus ojos, Pablo contradecía por completo la enseñanza de Moisés porque predicaba cosas tales como:
Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree.
Ahora Pablo era considerado por su pueblo como traidor de traidores, alguien todavía más odiado que un gentil pagano. Él gran fue el gran traidor, el Judas del judaísmo y el nemigo más grande de Israel:
Pasados muchos días, los judíos resolvieron en consejo matarle;
Jesús y Pablo derribaron las dos columnas básicas del judaísmo: descendencia física de Abraham y la jsuticia por obras.
“deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne. Como lo indica su expresión inicial, deseara, Pablo sabía que le era imposible rechazar su salvación y volver a ser anatema (destinado a la destrucción eterna en el infierno), y por ende quedar separado de Cristo.
Era con motivo de la salvación de sus hermanos judíos que Pablo se expresa con una hipérbole, diciendo que estaba dispuesto incluso a renunciar a su propia salvación, si esto de alguna manera pudiera salvarlos de la condenación de Dios. Por supuesto, nadie sabía mejor que Pablo que la salvación es el tesoro más preciado del creyente y que únicamente el sacrificio hecho por Cristo al morir tiene poder para salvar. Sin embargo, Pablo estaba hablando aquí en un sentido emocional y no teológico.
La pasión de Pablo al ofrecer un sacrificio de tal proporción refleja también la gracia que hay en el corazón de Dios, quien amó tanto al mundo perdido y sin amor que envió a su Hijo unigénito para hacer provisión total para su redención:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
También reflejaba el corazón igualmente lleno de gracia del Hijo, quien en obediencia al Padre dio su vida para que otros pudiesen vivir.
Era precisamente el gran amor de Pablo por los perdidos lo que hacía de él un instrumento tan poderoso en las manos de Dios. El evangelismo tiene poco efecto si el evangelista tiene poco amor por los perdidos. Juan Knox reflejó también ese gran amor de Pablo cuando oró: “Dame a Escocia o me muero”, Henry Martyn cuando dijo: “Oh, que yo fuera una llama de fuego en la mano de Dios”.
Uno de esos ejemplos de amor por otros fue Moisés. Moisés amó a los israelitas fluctuantes, ingratos y desobedientes de una manera muy similar a como Pablo los amó siglos más tarde. Aquella vez que intercedió por ellos después que fabricaron y adoraron al becerro dorado mientras él estaba en el monte Sinaí recibiendo de Dios las tablas de la ley, Moisés imploró al Señor por ellos diciendo: “Te ruego… que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito” (Éx. 32:32).
LA INCREDULIDAD DE ISRAEL ES CONSECUENTE CON EL PLAN DE DIOS. ES DE ACUERDO CON SUS PROMESAS.
Romanos 9:6-13 “No que la palabra de Dios(Referencia a las promesas y privilegios que Dios había prometido a Israel) haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas,(. No todos los descendientes físicos de los israelitas son verdaderos herederos de la promesa (véase la discusión de:
Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.
“exteriormente” Esto se refiere a los descendientes físicos de Israel.
“circuncisión es la del corazón”El rito exterior tiene valor solo si refleja la realidad interior de un corazón apartado del pecado y para Dios:
Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.
El primer descendiente varón de Abraham fue Ismael, a quien tuvo por medio de Agar, la sierva egipcia de su esposa Sara. Por falta de fe en la promesa de Dios según la cual Abraham tendría un heredero a través de ella misma, Sara en su esterilidad le entregó Agar a Abraham como otra esposa e insistió en que su esposo concibiera un heredero varón por medio de ella (Gn. 16:1–3).
ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia(Como hijo de Abraham, Ismael recibiría sus propias bendiciones especiales de parte de Dios. Después que Sara murió, Abraham tuvo otros seis hijos a través de su nueva esposa, Cetura (25:1–2); pero ninguno de ellos, al igual que Ismael, podría haber sido el hijo de la promesa.)
Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.( No fueron los hijos según la carne, es decir, los otros hijos que Abraham tuvo con Agar y Cetura, sino los hijos de Isaac, el hijo de la promesa, quienes se constituyeron en descendientes de la promesa).
Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.”
“Isaac” Isaac también representa una ilustración excelente de un verdadero hijo de Dios, porque mucho antes de haber sido concebido, fue divinamente escogido entre los descendientes de Abraham para se el heredero de la promesa. El hecho de convertirse en el hijo espiritual de Dios fue preordenado de la misma forma soberana y sobrenatural como sucedió su elección como hijo físico de Abraham. Esa elección soberana hecha efectiva por medio de la fe, es cierta en todas y cada una de las personas que han sido salvas, tanto antes como después de Isaac.
Incluso antes de que Jesús tuviera su encuentro con Natanael, Él había dicho sobre él: “He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño” (Jn. 1:47). “Verdadero” aquí es la traducción de alēthōs, que significa genuino, auténtico. En otras palabras, entre los millares de judíos que se habían multiplicado a partir de Israel y que vivieron en su tiempo, Jesús identificó a Natanael como un israelita verdadero y auténtico; esta declaración específica implicaba que la mayoría de los demás judíos no lo eran, sin importar cuán impecable fuese su genealogía desde Abraham. Natanael no tenía “engaño” espiritual alguno en su interior, no estaba aparentando ser lo que no era, había demostrado ser un descendiente de Abraham quien confiaba en Dios antes que en su linaje o en sus obras para justificarse.
Así como únicamente Isaac, el hijo elegido de Abraham, sería el heredero físico de la promesa, también de forma única y exclusiva un remanente apartado por elección divina estaría calificado para que sus miembros fuesen los recipientes de la promesa de Dios hecha a Abraham. Casi al final de Romanos 9, Pablo escribió que “Como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia, como Sodoma habríamos venido a ser, y a Gomorra seríamos semejantes” (Ro. 9:29).
(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama),
Dios no escogió a ambos hijos para que juntos dieran continuidad al linaje físico de la promesa, sino que eligió soberanamente a Jacob y pasó por alto a Esaú antes que hubieran nacido siquiera. Además, de la misma manera como Él los escogió sin consideración alguna a lo que harían más adelante en sus vidas, sino puramente para que el propósito de Dios… permaneciese, Dios también ha escogido a algunos judíos, no a todos, para la salvación.
se le dijo: El mayor servirá al menor.
Dios elige a quienes han de convertirse en herederos de su promesa. Jacob y Esaú no solamente tuvieron un mismo padre y madre, sino que nacieron al mismo tiempo. Hablando en términos técnico, Esaú se le adelantó un poco a Jacob a la hora de nacer, pero Dios desconoció a propósito ese hecho circunstancial y le dijo a la madre de ellos que, contrario a la costumbre de aquellos días, El mayor servirá al menor (cp. Gn. 25:23).
dLa vida misma de Esaú y las vidas de sus descendientes ofrecen clara evidencia de que rechazaron a Dios. Existe mucha evidencia de que la nación de EDOM, la cual Esaú descendió, estuvo en conflicto permanente con la nación de Israel.
Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.
Pablo ya ha establecido en su argumento la necesidad absoluta de la fe humana para la salvación, y que Abraham es el padre espiritual de todos los que confían en Dios; pero el poder para salvar proviene por completo de la gracia de Dios, y el propósito principal de la salvación es que Él sea glorificado.
LA OTRA SEMANA
¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera.
John MacArthur, Romanos, trans. John Alfredo Bernal López, vol. 2, Comentario MacArthur del Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Portavoz, 2010), 35.
John MacArthur, Romanos, trans. John Alfredo Bernal López, vol. 2, Comentario MacArthur del Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Portavoz, 2010), 34.
John MacArthur, Romanos, trans. John Alfredo Bernal López, vol. 2, Comentario MacArthur del Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Portavoz, 2010), 34.
John MacArthur, Romanos, trans. John Alfredo Bernal López, vol. 2, Comentario MacArthur del Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Portavoz, 2010), 34.
John MacArthur, Romanos, trans. John Alfredo Bernal López, vol. 2, Comentario MacArthur del Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Portavoz, 2010), 33.