Amistad 3
Notes
Transcript
Amistad III
Estamos estudiando sobre la amistad, que en forma general está formada por 3 esenciales: Disfrute, Aceptación y Preocupación genuina mutua. Sabes que tienes un verdadero amigo cuando la preocupación genuina es parte de esa relación, cuando estás dispuesto a sacrificar la relación con tal de hacer o decir lo que es mejor para tu amigo. Estás dispuesto en arriesgar la amistad por el bien de tu amigo. La verdadera amistad no es solo con quien disfrutas, donde te sabes aceptado, sino en que la otra persona está ahí por ti y tú por él o ella.
Lo que hace que este tema sea importante es que, sin importar tu edad, hay una dinámica sobre las personas con quienes nos juntamos, y es que: nuestros amigos siempre influyen y algunas veces determinan la dirección y calidad de nuestra vida. Los amigos, los del círculo íntimo siempre influirán y a veces determinarán la dirección y calidad de nuestra vida y eso no pasa porque se los pidamos o por algún acuerdo secreto, o plan, somos influenciados porque así es la naturaleza de las relaciones. Si expones madera al fuego por tiempo prolongado, siempre arderá.
Dios lo dice y nuestra experiencia lo comprueba, si nos ponemos cerca de cierta gente, si nos acercamos a una relación con un grupo o personas por largos periodos de tiempo, no será rápido, pero con el tiempo, esa persona nos influye, no porque lo decidas, sino porque así es la naturaleza de la amistad. Así nos hizo Dios, somos influenciados por las personas con las que pasamos más tiempo. Y nos dice esto:
“El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado.” (Proverbios 13:20, NVI)
Quizá tu primera reacción al leer esto es pensar en tus hijos adolescentes, pero veremos que es un tema para todas las edades, porque quizá conoces un adulto (o tú mismo) que, por ignorar este principio, está pagando las consecuencias; si es difícil que un adolescente acepte esta verdad, ahora ¡imagina un adulto! Porque nadie quiere creer o aceptar que somos susceptibles de ceder ante la presión social o la de un amigo. Nadie quiere pensar que es él, es más, decimos: a mí nadie me manda, soy como quiero ser, no importa lo que los demás digan, yo tomo mis decisiones. Pero debes escuchar con cuidado, porque ignorar este principio nos predispone a sufrir las consecuencias.
Este principio puede ayudarte o perjudicarte. Todos nosotros, tú que estás en redes, estás en el proceso de ser moldeado por la verdad de este principio. Ya sea que nos rodeamos de personas correctas o incorrectas, la calidad de nuestra vida está siendo determinada, influenciada por las personas con quienes nos asociamos. Intentaré explicarlo para quien no crea o no quiera aceptar esta verdad.
Algunos de nosotros podemos pensar que tenemos auto control, dominio y que no somos influenciados por nadie de nuestros amigos cercanos; esto suele ser cierto, porque los más cercanos, con los que socializas, comes, ríes, creen, piensan y ven la vida como tú. Estás en esa etapa de tu vida que te asocias profesional y socialmente con personas que son como tú, con los mismos valores, creencias en consecuencia, rara vez te sientes presionado a hacer algo que no quieres, porque ellos están ahí y forman una especie de barrera, así que rara vez estás en una situación que alguien te diga ¡vamos a desgraciar la vida a lo loco! Eso no sucede como cuando tenías 14 o 15 años. Por eso pensamos que somos fuertes, que somos inmovibles, que nada del mundo que te rodea te influye, porque soy fuerte, se quien soy. Pero en este caso, no es virtud, porque eres producto o estás siendo formado, por lo que dice este principio.
La razón por la que has podido estar firme en tu vida con respecto a tus valores, creencias, convicciones, no es porque seas una súper persona, sino que estás siendo afectado positivamente por el hecho de estar rodeado de personas como tú y te ayuda a mantenerte en el camino; esto es muy importante, porque tenemos la tendencia, como cristianos, especialmente los cristianos religiosos -son los peores-, los que dicen: yo estoy más allá del bien y del mal, soy de una pieza, soy una persona que sabe lo que quiere, estoy comprometido, etc, y pierden de vista la realidad de esta dinámica, que las personas que nos rodean están agregando protección a nuestras vidas y por eso, no vemos que no hemos experimentado la presión negativa de los amigos.
Pero, debes saber que como cristiano eres vulnerable a este principio, porque ¿sabes qué hacemos como cristianos? Los que hasta nuestros vecinos son cristianos, cuando conoces un cristiano que la regó, se ¡indignan! Y dicen ¡oh no! Y no lo dice, pero lo piensan: si fulano fuera un poco como…yo. Yo estuve en una situación similar y ¡no hice lo que él o ella hizo! Si yo hubiera tenido esa tentación ¡no hubiera cedido! No debió dejar que sus amigos influyeran en su vida, debió pararse firme y de ser posible hasta perder el trabajo. Son prontos para juzgar, pero hemos perdido de vista la forma cómo hemos sido afectados por este principio.
Si yo de pronto en una reunión con los líderes empezara a maldecir, despotricar, mentar de todo, ellos no dirían: ¡sí pastor, sígale!, eso espero. Me verían preocupados y me calmaría ¿por qué? Porque me he rodeado de personas que tan solo su presencia me hace guardar la compostura; nos hemos beneficiado con este principio, pero pensamos que no somos susceptibles del otro lado.
Llegará el momento, cuando cambies de ciudad, de barrio, de secundaria a prepa, o a uni, al estar en contacto con nuevas personas, nuevos amigos. Tus amigos del instituto te dirían: a donde llegues habla de Jesús, contágialos, sigue con esa pasión, predica, que el mundo sea tu catedral. Pero, no importa qué tanta biblia sepas, que tan buen cristiano eres, si te colocas en un ambiente y dejas que tus cercanos sean personas con valores, creencias, convicciones distintas, no importa qué tanto tienes de ser cristiano o tu pasión actual ¡eres vulnerable! Porque ¡no hay excepción para este principio! No hay excepción, porque Dios nos hizo así, seres influenciables; algunos tienen tanto tiempo de compartir con amigos con los mismos valores que no aprecian, que es por ellos que ahora son mejores seres humanos. Pero, nada cambia en el centro de lo que somos, por eso tu vida será influenciada y la dirección y calidad de tu vida será determinada por las personas que te rodean.
Si has sido beneficiado por este principio ¡no lo menosprecies! Porque cuando vengan cambios, la tendencia será creer que no importa con quien te juntas y dirás ¡mira mi pasado! Cómo me he portado y pierdes de vista que de que eres así, por los amigos que te han rodeado.
Quizá es tu caso o recuerdas un primer matrimonio, una sociedad, una relación que acabó mal, porque ese amigo, el o la ex tuvo un amigo que lo jaló constantemente y se involucró en cosas que dañaron el matrimonio, al ver atrás dices: si no hubiera sido por ese amigo, amiga, quizá tu vida sería diferente y ahora, en este preciso momento, lo estás entendiendo, porque los amigos cercanos influyen y en ocasiones determinan la dirección y calidad de nuestras vidas.
Hiciste negocios siempre con ética, moral, honestidad, hasta que llegó ese nuevo compañero que hacía trampa y lo que fuera con tal de ganar más, al principio te sentías incómodo, ofendido cuando te proponía que hicieras lo mismo, evitabas oír cómo hacía el trabajo, pero las comidas juntos, se volvió tu compadre y con el tiempo, no inmediatamente, te acostumbraste y ahora ¡hacen las cosas ilegales juntos! Negocios son negocios, Dios es otra cosa, Dios y los negocios no se mezclan. Lo que ha pasado es que has decidido ignorar este principio, lo sutil que es el poder de la asociación. El que con lobos anda…
Como mamá de familia, tienes tu disciplina de oración, estudio, pero abrieron un curso nuevo cerca de casa y entraste, al principio sólo oías como las demás mujeres hablan mal del esposo, es un lento, no entiende, al principio te ofendes y escuchas callada, hasta que alguien mencionó la misma fibra que tu tienes y te atreves a hablar: ya que mencionan eso, todos los hombres son iguales, no están para saberlo no yo para contarlo, pero mi pecho no es bodega, menos con ese inútil de mi marido…, después te preguntas ¿por qué hablé? Porque no importa tu edad, lo que creas, si te quedas en ese ambiente por mucho tiempo ¡se te pega! Se queda en ti, porque tus amigos influyen y quizá determinan la dirección y calidad de tu vida.
El punto es que los amigos cercanos, las amistades tienen más poder sobre nuestras convicciones; todos hemos violado alguna convicción y ¿has memoria y di con quién estabas? Un amigo tiene más poder sobre nosotros, del que queremos creer. Tienen más poder sobre nuestra teología y la verdad es que los amigos, con quienes pasamos más tiempo, tienen más influencia en nosotros ¡que Dios mismo! Porque todos hemos dado la espalda a Dios, quizá una sola noche, un viaje, un evento, porque con quien estábamos influyó en nosotros; no es que cambiaste tu sistema de creencias, pero lo que sí cambió fue nuestro comportamiento temporalmente ¡ese es el poder de la asociación! Y ¿sabes? Dios te hizo asó y ¡está bien ser así!
La pregunta es, tú y yo ¿haremos lo necesario para que este principio trabaje a nuestro favor en lugar de en nuestra contra? ¡ese es el reto!
“El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado.” (Proverbios 13:20, NVI)
“Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios y te meterás en dificultades.” (Proverbios 13:20, NTV)
La sabiduría es contagiosa, si te juntas con ellos ¡se pega! No es que te propongas ser sabio, es mucho más fácil, rodéate de sabios y ¡se te pegará, es contagioso! En Proverbios la sabiduría no es hacer lo correcto o tomar decisiones correctas, sino que la persona que reconoce que hay Dios y que ellos no son dios. El sabio reconoce que hay un Creador, por eso tiene sentido someterse y rendirse por completo a ÉL.
En proverbios el sabio es quien busca a Dios para obtener dirección, guía. Busca a Dios para que intervenga en sus decisiones; no es una persona perfecta, sino que permite que Dios dirija su vida. La Biblia dice que ese es el principio de la sabiduría. Si tu círculo íntimo de amigos, son personas que también quieren y buscan que Dios dirija sus vidas, entonces te convertirás, serás atrapado en la sinergia de esa relación y algo pasará, empezarás a cambiar, tu vida cambiará, llegarás a ser como ellos y ellos como tú.
Ese es el poder de la presión social usado en tu beneficio. Volverte como ellos no es negativo, es algo deseable, por eso si estás empezando o volviendo a tu búsqueda espiritual, debes empezar a pensar en esto; y lo más inteligente que puedes hacer es encontrar un lugar donde puedas compartir con personas que van en la misma dirección, quizá hay alguno medio raro, pero si dejas que entren en tu vida, tú empezarás a cambiar.
¿Sabes? Lo contrario también es verdad. Quizá conociste a Cristo, oraste, leíste la Biblia y aunque has sido cristiano, no ves cambios en ti, nada ha cambiado y al ver tus amistades te das cuenta de la razón. Oras, crees en Dios, oras que SU Reino sea establecido, pero tienes los mismos amigos íntimos de antes y de repente notas que ya no tienes la misma pasión de antes, te enfriaste y al escuchar otros cristianos que su pasión aumentó, hablan de obedecer, del sexo en el matrimonio, piensas ¿de verdad la gente sigue esas reglas? Y dices ¡no conozco nadie así! Entonces asumes que sí existe alguien han de ser super raros, amargados. ¿Qué pasó? Amas a Dios, pero tus amigos te empujan en otra dirección, por eso lo mejor que puedes hacer es buscar amigos que sí viven apasionados por Dios, porque entonces tú mismo serás contagiado con esa pasión.
El “Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios y te meterás en dificultades.” (Proverbios 13:20, NTV)
El que camina con sabios se hará sabio, es contagioso. Si no hay personas así cerca de ti, no importa que vengas cada domingo, que ores, leas la biblia ¡nada cambiará! Tienes que provocar esa dinámica y gracias que Dios lo ha hecho más fácil, sólo ¡júntate con la gente correcta! Y las cosas van a empezar a cambiar en tu vida. Veamos lo opuesto.
“…Pero el compañero de los necios sufrirá daño.” (Proverbios 13:20, NBLA)
La primera parte es una promesa, esta es una advertencia. Un necio en proverbios es quien sabe la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto y decide hacer lo incorrecto, solo porque quiere. Si le dices ¿no ves que vas a terminar mal? Dicen: quizá sí, pero lo quiero hacer o simplemente ¡no les interesa! El necio no es de poco coeficiente, sabe lo que hace, que no es bueno para su salud, su matrimonio, pero unos amigos lo están haciendo así que él también.
El necio sabe la diferencia entre lo correcto e incorrecto, pero no le importa, porque no toma su decisión de forma sabia, sino de lo que hacen los demás. Si todos van para allá, ellos siguen. Viven, deciden por lo que la mayoría hace y como la mayoría lo hace, seguro saldrá bien.
La Biblia no dice que el que anda con necios se volverá necio; porque alguien puede decir: no me importa con quienes estoy, nunca haré lo que ellos hacen, no tengo la intención de convertirme en uno de ellos y Dios te dice ¡así es, puede que no seas como ellos!
Por eso la advertencia no es que serás necio, sino que, si te rodeas de ellos, si la mayoría de tus amigos son quienes sabiendo lo que es correcto no lo hacen, llegará el momento, no será de inmediato, pero llegará el momento que no necesariamente serás como ellos, pero ¡sufrirás las consecuencias, las heridas, el daño! Las esquirlas de su vida al explotar te llegarán, quizá nunca cambies tus creencias, puede que no cambies tus convicciones, pero el comportamiento de los necios que te rodean, te llevará al dolor.
El problema es que ¡todos sabemos eso!
Quizá recuerdes una relación con las personas equivocadas, y al explotar estuviste ahí y el daño te alcanzó. Un socio con quien te dijeron que no te asociaras, pero era buen negocio y de pronto el socio se va con el dinero y te deja con la deuda, y te preguntas ¿qué pasó? La respuesta es que te asociaste con un necio y sufriste. Tú no eres malo, no trataste a nadie como él, pero sufres por lo que él hizo ¡esa es la advertencia! Y si dices: a mí no me pasará, no soy como ellos, Dios te dice: no se trata del comportamiento, no se trata que hagas lo que él hace, es la proximidad, si te acercas demasiado, no inmediatamente, pero con el tiempo, te quemarás, sufrirás el daño.
“El que anda con sabios será sabio, Pero el compañero de los necios sufrirá daño.” (Proverbios 13:20, NBLA)
¿Sabes por qué esto es verdad? Porque no hay forma de escapar, sabes que vas al precipicio y eso es porque todos somos atraídos por la aceptación. No te distraigas, si te perdí, regresa. La aceptación pavimenta el camino para la influencia. La aceptación abre la puerta para influir. Donde eres aceptado eres más influenciable. Con el grupo donde bajas la guardia, eres tú mismo, te sabes aceptado, ahí eres más influenciable, en ese ambiente puedes ser moldeado.
En la amistad, sin importar el carácter de la amistad, al ser aceptado, bajas la guardia y al unirte a la gente que te acepta, te vuelves influenciable, porque quienes te aceptan, te influyen.
Los que te rechazan ¡no te influyen! Como padres debemos tener esto presente; si quieres saber por qué a tus hijos les das amor, dinero, alimento, de pronto conocen a un amigo por 3 horas y ese se vuelve más influyente que tú ¿por qué? Porque la aceptación pavimenta el camino de la influencia.
Hijos deben saber que, aunque no lo parezca, quienes verdaderamente te aceptan, son tus padres, con todo y lo regañones que son; pero es donde eres aceptado, donde serás más influenciado y eventualmente, no de inmediato, pero te pasará la factura, en tus valores, comportamiento y si no te cambia, cuando ellos exploten te salpicarán y al enfrentar las consecuencias de su estilo de vida, te llegará y te lastimará.
La pregunta es ¿Quiénes están en tu círculo íntimo? Se que esto se pone sentimental, porque dices ¡son mis amigos! Acaso no debo llevarles la Palabra -de eso hablaremos otro día-, es verdad, no son perfectos, hacen cosas malas, pero ¡son mis amigos!
Dios te dice: ¡YO Soy tu Padre Celestial! Te amo y amo a tus amigos, lo mejor que puedes hacer es alejarte de ellos, porque quizá un día los traeré de regreso a ti, por eso no dejes que te arrastren, no dejes que destruyan lo más importante, no seas engañado pensando que eres fuerte, inteligente, cuidadoso y por eso no te dañará, porque el que tiene de compañero a un necio, siempre sufre el daño.
La meta de este tema no es que seamos fuertes, de carácter de manera que no seamos influenciables, la meta es rodearnos, invitar a nuestro círculo íntimo, hombres, mujeres que van en la misma dirección que yo quiero para mi vida.
Siendo honestos, hay amigos con quienes llegaste con la idea de tú ser el influencer, pero la realidad es que te han influenciado y has empezado o llegará el momento que tendrás que pagar la factura.
La buena noticia es que esta dinámica puede trabajar a tu favor si dejas que Dios te dirija y si eres intencional al encontrar un grupo, al reunirte con personas sabias, así el principio trabajará a tu favor, para tu beneficio. Al rodearte de ellos, caminar con ellos -no pasará de la noche a la mañana-, pero llegará el día en que estarás lito para ser el instrumento que Dios quiere usar en la vida de otras personas que no están en la fe, pero hasta que llegue ese día, hasta que seas esa persona, seguirás siendo un blanco para ser destruido.
“El que anda con sabios será sabio, Pero el compañero de los necios sufrirá daño.” (Proverbios 13:20, NBLA)
Pregunta ¿hay algún área de tu vida donde la aceptación es tan importante que estás comprometiendo tu vida? ¿hay un área donde disfrutas la compañía, eres aceptado, tanto que puedes dejar tus convicciones?
Todos lo hemos hecho aún de cristianos, y te preguntan ¿Qué no vas a la iglesia? Sí, soy el pastor, pero así que digas qué bárbaro, pues no. Lo que estoy diciendo es ¡no me rechaces! Y por eso es peligroso, porque quiero ser aceptado y lo peor que pueden hacer es rechazarme y eso nos predispone a ser influenciables.
¿Estás dispuesto a evaluar tus amistades del primer círculo? ¿estás dispuesto a dejar que Dios haga cambios en ti? ¿estás dispuesto a hacer lo necesario para que este principio trabaje a tu favor y no contra ti?
Porque los amigos influyen y a veces determinan la dirección y calidad de nuestras vidas, debemos actuar de forma sabia.
Palabra de Dios
Orar por las ofrendas
Oración por grupos.