El Testimonio de Esteban 3º Parte.

Introducción:

¿Cómo nos enfrentamos a la muerte? Los momentos más difíciles son los que prueban el tipo de fe que tenemos. Cuando el testimonio de Cristo es desafiado o rechazado nosotros demostraremos que tan leales somos para con el Señor.

Hechos de los Apóstoles 7:54–60 RVR60

54 Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él. 55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, 56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. 57 Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. 58 Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. 59 Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. 60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.

I. La respuesta a la defensa de Esteban:

1. El enojo de los judíos, v.54

Este enojo de parte de los judíos demostró que ellos no estaban arrepentidos y se resistían a reconocer su pecado.

2. El consuelo de Esteban, v.55-56

Hechos de los Apóstoles 7:55–56 RVR60

55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, 56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.

Entonces vemos aquí que en el momento que Esteban iba a ser ejecutado Dios le da una visión de su Gloria, lo cual sería de consuelo en el sufrimiento que estaba por pasar.

La visión que tuvo

Y la descripción que él hace de esa visión.

A. Vio la gloria de Dios, es decir que tuvo una visión de la gloria celestial.

B. Vio al Hijo del Hombre sentado a la diestra de Dios.

El hecho de ver al Señor Jesús a la diestra del Padre siendo que que los judíos le estaban rechazando es muy significativo. El estar a la diestra de Dios indica la autoridad que se le ha otorgado a Jesús:

De esta autoridad habló el Señor en la gran comisión:

Mateo 28:18–19 RVR60

18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

También el Salmo 2 hablaba de rechazo de los hombres hacia el Mesías pero de la autoridad que Dios le daba:

Salmo 2 RVR60

1 ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? 2 Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová y contra su ungido, diciendo: 3 Rompamos sus ligaduras, Y echemos de nosotros sus cuerdas. 4 El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos. 5 Luego hablará a ellos en su furor, Y los turbará con su ira. 6 Pero yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte. 7 Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. 8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra. 9 Los quebrantarás con vara de hierro; Como vasija de alfarero los desmenuzarás. 10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; Admitid amonestación, jueces de la tierra. 11 Servid a Jehová con temor, Y alegraos con temblor. 12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían.

Eta visión, por tanto, es una demostración para el discípulo Estevan de la autoridad del Señor, que el ataque que estaba sufriendo no significaba que la causa de Cristo estaba perdiendo, el Señor sigue reinando y por otro lado esta visión le daba a entender a Estevan que el Señor era consiente de su sufrimiento, que él estaba cumpliendo lo que prometió, de estar con los suyos mientras estuvieran en este mundo:

Mateo 28:19–20 RVR60

19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

3. La lapidación de Esteban, v.57-59a

Hechos de los Apóstoles 7:57–59 RVR60

57 Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. 58 Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. 59 Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.

Esta expresión “ Señor Jesús, recibe mi espíritu” nos dice muchas cosas:

1. Es una expresión semejante a la que dijo el Señor en su muerte:

Lucas 23:46 RVR60

46 Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.

Y nos habla de la identificación de Esteban con el Señor.

2. Es una muestra de confianza en el Señor.

Esteban sabía que el Señor Jesús recibiría su Espíritu. El está dispuesto a entregarse a la muerte sabiendo a donde va, sabiendo que estará con el Señor.

4. La muerte de Esteban, v.59b-60

Hechos de los Apóstoles 7:59–60 RVR60

59 Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. 60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.

Una vez más él repite las mismas palabras del Señor, comp:

Lucas 23:34 RVR60

34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.

Esto era lo que el Señor había enseñado:

Mateo 5:44 RVR60

44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;

En la prueba de su muerte Esteban demostró la fe que tenía.

Aplicación/ Conclusión:

¿Cómo te enfrentarás a la muerte? ¿Qué te alentará cuando eso llegue?

¿Tendrás incertidumbre de hacia dónde estarás, o piensas que ese será el fin de todo y no hay nada más?

Qué maravillosa la esperanza y confianza de Esteban que para él la muerte no era una perdida, no era el fin, era un paso hacia algo mejor, era un encuentro con aquel que dio la vida por él y que le esperaba.