Discípulos de Cristo
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¿Qué es discipular?
¿Qué es discipular?
El discipulado es una relación intencional en la que caminamos junto a otros discípulos para animarnos, equiparnos y desafiarnos unos a otros en amor para crecer hacia la madurez en Cristo. Esto incluye equipar al discípulo para enseñar a otros también.
El discipulado es una relación intencional en la que caminamos junto a otros discípulos para animarnos, equiparnos y desafiarnos unos a otros en amor para crecer hacia la madurez en Cristo. Esto incluye equipar al discípulo para enseñar a otros también.
Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.
y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa:
La Iglesia se reunía en las casas.
Un Poco de Historia
Un Poco de Historia
Por la historia sabemos que primero los judíos comenzaron a perseguir a la Iglesia.
Según el Nuevo Testamento, la persecución de los primeros cristianos continuó después de la muerte de Jesús. Pedro y Juan fueron encarcelados por los jefes judíos, incluido el sumo sacerdote Ananías, quien no obstante los liberó más tarde (Hechos 4:1-21). En otro momento, todos los apóstoles fueron encarcelados por el sumo sacerdote y otros saduceos, pero fueron liberados por un ángel (Hechos 5:17-19). Los apóstoles, tras haber escapado, fueron llevados nuevamente ante el Sanedrín, pero esta vez Gamaliel, un rabino fariseo bien conocido de la literatura rabínica, convenció al Sanedrín de liberarlos (Hechos 5:27-40).
Muerte de Esteban
El Nuevo Testamento relata la lapidación de Esteban (Hechos 6:8-7:60) por miembros del Sanedrín. Esteban es recordado en el cristianismo como el primer mártir (del griego: mártÿros, ‘testigo’).
Saulo de Tarso (Pablo)
La ejecución de Esteban fue seguida de una gran persecución de cristianos (Hechos 8:1-3), dirigida por un fariseo llamado Saulo Pablo de Tarso, enviando a muchos cristianos a prisión. Esta persecución continuó hasta que Saulo se convirtió al cristianismo (y cambió su nombre a Pablo), tras decir que había visto una luz brillante y oído la voz de Jesús en el camino hacia Damasco, donde estaba viajando para encarcelar a más cristianos (Hechos 9:1-22).
Hechos 9:23-25 dice que «los judíos» en Damasco trataron entonces de matar a Pablo. Estaban esperándole en las puertas del pueblo, pero los evadió al ser bajado sobre el muro de la ciudad en una canasta por otros cristianos y luego escapó hacia Jerusalén. Comprensiblemente, tuvo dificultad al principio para convencer a los cristianos de Jerusalén que él, su antiguo perseguidor, se había convertido y de que ahora estaba siendo perseguido a su vez (Hechos 9:26-27). Otro atentado se hizo contra su vida, esta vez por «los grecianos» (KJV), refiriéndose a un grupo de judíos helenistas (Hechos 9:29), a quienes él debatió mientras estaban dentro y alrededor de Jerusalén.
Romana comenzó a perseguir a la Iglesia.
Sobre la base de diversos testimonios se afirma que durante la segunda mitad del siglo I, todo el siglo II y hasta el siglo IV, los cristianos fueron también perseguidos por autoridades del Imperio romano
Hubo diez grandes persecuciones romanas contra el cristianismo, denominadas generalmente con el nombre de los emperadores que las decretaron: las de Nerón, Domiciano, Trajano, Marco Aurelio, Septimio Severo, Maximiano, Decio, Valeriano, Aureliano y Diocleciano.
Flavio Valerio Aurelio Constantino
Fue el primer emperador en detener la persecución de los cristianos y dar libertad de culto al cristianismo, junto con todas las demás religiones en el Imperio romano, con el Edicto de Milán en 313.
La Iglesia pasó de estar en casa a edificios o templos. Lo hermanos ya no se ministraban los unos los otros, ahora había personas especializadas, con estudios y nivel académico para ministrar.
Los creyentes ya no tenían que evangelizar. Los imperios conquistaban tierras con sus ejércitos y después los ministros (evangelistas) entraban a esas tierras.
Y de esa manera, se perdió la visión de la primera Iglesia, donde cada creyente se veía asi mismo como un testigo y discípulo de Jesucristo, a un simple simpatizante y practicante de una religión.
En latino américa, ya que fuimos conquistados, esa forma de pensar que viene desde el Imperio de Constantino permea nuestra mente.
Buscamos reunirnos en los templos pero no en las casas. Buscamos que un ministro ore por nosotros en lugar de permitir que oremos los unos por los otros. Queremos ser edificados en cursos, congresos y seminarios, en lugar de edificarnos los unos a los otros.
Comparativo
Comparativo
Explicar el cuadro.
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.