Bendiciones de la obediencia
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· 822 viewsDios presenta al pueblo de Israel los beneficios de la obediencia y las consecuencias de la desobediencia.
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Bendiciones de la obediencia
Bendiciones de la obediencia
Levítico 26:3–8
3 Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, 4 yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto. 5 Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra. 6 Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante; y haré quitar de vuestra tierra las malas bestias, y la espada no pasará por vuestro país. 7 Y perseguiréis a vuestros enemigos, y caerán a espada delante de vosotros. 8 Cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros.
Introducción
Introducción
Conforme el código de santidad llega a su fin, Dios les plantea una decisión: obedecer o desobedecer, pues de ella depende el bienestar de ellos y sus generaciones.
Les presenta las bendiciones que obtendrán si obedecen a sus leyes, o las consecuencias dolorosas si prefieren desobedecer.
Israel había hecho un pacto con Dios representados en Abraham, Isaac, Jacob y ellos mismos en el monte Sinaí. “Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho. Éxodo 24:3”
Ellos debía tomar muy en serio a Dios, pues rechazarlo los llevaría a un sufrimiento terrible,
pero si permanecían en Él obedeciendo sus mandatos, entrarían bajo su protección y bendición.
Veremos cinco promesas de bendición
Las bendiciones
Las bendiciones
1. Abundancia
1. Abundancia
Levítico 26:4–5
yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto. Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra.
Una de las necesidades básicas es el alimento. Más aún en el territorio de Israel que la falta de una lluvia hace diferencia entre malas o buenas cosechas.
Dios promete bendecirlos con lluvia, tierra fértil, de tal manera que los árboles producirán fruto y la cosecha de su granos y viñedos será abundante, todo el año estarán recogiendo fruto, no sufrirán hambre ni escasez, siempre estarán saciados.
El Señor reafirma esta promesa para la Iglesia: 25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? Mateo 6:25-26.
2. La bendición de paz
2. La bendición de paz
Levítico 26:6
6 Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante; y haré quitar de vuestra tierra las malas bestias, y la espada no pasará por vuestro país.
Dios promete que vivirán tranquilos y seguros, sin ningún temor, teniendo la seguridad que estarán protegidos de los ladrones, asaltantes, asesinos y los animales salvajes. Vivirán en completa paz.
Esta promesa también es para la iglesia: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan 14:27”
Esta paz no depende de las circunstancias sino de su permanencia en Cristo.
3. La bendición de la victoria
3. La bendición de la victoria
Levítico 26:7–8
7 Y perseguiréis a vuestros enemigos, y caerán a espada delante de vosotros. 8 Cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros.
Si naciones extrajeras los atacaran, ellos tendrán la fuerza y el poder para derrotarlos. Cada uno estará capacitado para enfrentar a muchos enemigos. Jonatán y su escudero derrotan a varios filisteos trepando por un peñasco. 1 Samuel 13.
Jueces 7 Gedeón con 300 hombres derrota a miles de madianitas.
2 Samuel 23 narra las hazañas de los valientes de David que derrotaron ejércitos y gigantes.
La iglesia también tiene promesa de victoria contra el enemigo: 10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Efesios 6:10–13.
4. La Bendición de la multiplicación y prosperidad
4. La Bendición de la multiplicación y prosperidad
Levítico 26:9–10
9 Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros. 10 Comeréis lo añejo de mucho tiempo, y pondréis fuera lo añejo para guardar lo nuevo.
Dios promete hacerlos crecer como nación y multiplicarlos, las mujeres será fértiles, no habrá mortalidad infantil, tendrán familias grandes y numerosas. Este crecimiento debe ir acompañado de una bendición de abundancia de alimento sobrenatural. La tierra producirá su cosecha natural y aun Dios proveerá en sobreabundancia.
Para la iglesia, a pesar de las épocas obscuras que ha vivido, las almas siempre han venido a Cristo, haciendo crecer el pueblo de Dios, siempre se ha cumplido la Palabra: Hechos 2:45–47 45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. 46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. Siempre ha provisto provisión para su iglesia en sobreabundancia.
Además los que temen a Dios y le sirven tendrán estas bendiciones también.
5. La bendición de la presencia
5. La bendición de la presencia
Levítico 26:11–13
11 Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará; 12 y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. 13 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos, y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro erguido.
Todas las bendiciones anteriores no podían existir sin esta: La presencia de Dios en medio de su pueblo. La presencia de Dios habitaba en el tabernáculo, pero también se movía en medio del pueblo mientras ellos anduvieran en obediencia.
Israel había sido rescatada de la esclavitud de Egipto, debían renunciar a la mentalidad de esclavos, cambiarla por la de pueblo de Dios, una nueva cultura, principios y costumbre de acuerdo a la voluntad de Dios.
No debía avergonzarse por lo que fueron, sino sentirse confiados por lo que son.
Así la iglesia goza de la presencia del Señor: “Mateo 28:20 ...he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
No te sientas avergonzado por lo que fuiste, sino agradecido y confiado por lo que eres. No importa como llegaste, lo importante es como vas a terminar.
Conclusión
Conclusión
Enfatizamos que las bendiciones vienen de la decisión de permanecer en los caminos de Dios, o la maldición por alejarse de Él.
Para la iglesia, la bendición más grande es el sacrificio de Cristo, por el cual podemos ser salvos, ser libres de la condenación eterna, pues si decidimos rechazarlo voluntariamente, estaremos renunciando a ese beneficio.
Enfoca tu mente en perseverar en los caminos de Dios para alcanzar esta verdadera bendición, no te distraigas por las cosas materiales. “Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
Se obediente para alcanzar la salvación de tu alma, no para alcanzar riquezas materiales.
Hoy vimos las bendiciones por la obediencia, la otra semana veremos las consecuencias por la desobediencia.