¿Soy un pobre o soy rico de Espíritu?

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Entender el porque de las bienaventuranzas y porque debo de ser pobre en espíritu y mi recompensa al serlo

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Introducción

Apacible!!!
¿Soy un pobre o soy rico de Espíritu?
En la biblia podemos encontrar diversas enseñanzas que Jesús nos dejo cuando estuvo entre nosotros.
Hay un sermón muy famoso que es registrado en dos de los evangelio, en Mateo y en Lucas.
Es el famoso Sermón del Monte, este es el discurso más largo y más completo de los que se registran en la Biblia como salidos de la boca de nuestro Salvador.
Mateo presenta una amplia relación de lo sucedido que ocupa tres capítulos de este evangelio (si tienes hoy oportunidad de volver a leerlo, encontraras, las bienaventuranzas, la sal de la tierra, la luz del mundo, y varias enseñanzas de Jesús acerca de varios temas) cap 5, 6 y 7 ; Lucas nos da una sinopsis más breve.
Es muy interesante poder imaginar ese momento, mucha gente siguiendo a Jesús dice la palabra en el cap 4 que venia mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén , de Judea y del otro lado del Jordán. ¿Cuanta? No se pero era una multitud.
El viendo la multitud subió al monte, se sentó para enseñar a los que estaban ahí reunidos. La palabra claramente nos enseña que los que estaban a su alrededor escuchando eras sus discípulos. Entonces si te fijas esta hablando a personas que creían en EL, que le seguían que querían ser equipados con sus enseñanzas. Así como esta noche a nosotros.
El Sermón del Monte se inicia como te decía con las bienaventuranzas, que incluyen diversas facetas de la vida social y muy especialmente del carácter cristiano (es decir las actitudes, maneras de juzgar y evaluar, la forma de ver la vida) y que a su vez son motivo de consolación, esperanza y estímulo espiritual para cada uno de nosotros.
Cuando Cristo abrió su boca y comenzó a proclamar esto, deseaba que la gente entendiera que valía la pena entregarse a una vida con Dios
¿Pero que son las bienaventuranzas? Son declaraciones de bendición. La palabra griega traducida como “benditos” (o bienaventurados “makarios”) significa “bienestar espiritual y prosperidad.”
Es una palabra que se refiere al profundo gozo del alma. Se refiere al estado de plenitud que experimenta la persona que ha sido tocada por Dios.
Pudieran ser sinónimos, bendito, afortunado, dichoso, feliz.
Aquellos que experimentan la primera parte de una bienaventuranza (pobreza, llanto, mansedumbre, hambre y sed de justicia, misericordia, pureza, pacificadores, y persecución), también experimentarán la segunda parte de la bienaventuranza (el reino de los cielos, consuelo, la tierra por heredad, saciedad, misericordia, ver a Dios, ser llamados hijos de Dios, y ser herederos del reino de los cielos).
Las bienaventuranzas describen al discípulo ideal y sus recompensas, tanto presentes como futuras. La persona a quien Jesús describe en este pasaje, tiene una cualidad de carácter y estilo de vida diferente de aquellos que aún están “fuera del reino.”
Con cada una de las bienaventuranzas el Señor muestra cómo debe prevalecer el espíritu digno del reino de los cielos, y que debemos de ejercitar desde aquí en la tierra hasta cuando cada uno de nosotros seamos perfeccionados junto El.
Las bienaventuranzas expresan felicidad en grado superlativo, que no esta sujeta a las cosas cambiantes o circunstancias externas sino nacidas por la verdadera experiencia interior de comunión espiritual con Dios.
Es decir que la felicidad de cada uno de nosotros no depende de las circunstancias sino que se origina en nuestro interior mediante la verdadera comunión con Cristo, y a pesar de las dificultades y penurias externas.
Cada una de las bienaventuranzas no se refiere a una tendencia natural de nosotros, sino a la obra sobrenatural del ES.
De tales bienaventuranzas sólo gozaremos los ciudadanos del reino de los cielos, es decir aquellos que en verdad aceptamos a Cristo como Rey de nuestra vida y experimentamos la obra de Jesús en nosotros.
Yo estoy seguro que tu has leído o escuchado mas de una vez de este pasaje y has pensando, mm, haber, déjame entender lo que quiere decir, y lo que sucede es que cada una de ellas se presentan en forma de paradojas, es decir, aparentes contradicciones que sirven para despertar interés y grabar las enseñanzas en la mente del oyente. Son descripciones de carácter en forma de exclamación, declaraciones con un elemento de sorpresa.
Y a final de cuentas revelan la voluntad de Dios para todos los súbditos del reino.
Hay 8 bienaventuranzas, bueno algunos dicen que son 9. Pero esta noche yo quiero centrarme en una de ellas. (las otras las dejaremos para la próxima vez que mi Pastor me invite a compartirles)

Pasaje

Mateo 5:2–3 RVR60
2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: 3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Desarrollo

“Pobres de espíritu”

Hay caramba, dos palabras que si te pones a pensar a primer instancia, esta difícil el poder darle un significado para ver si yo soy de esa manera.
Va de nuevo parafraseado
afortunado el pobre de espíritu
bendito el pobre de espíritu
feliz el pobre de espíritu
Porque, sin duda vamos a tratar de darle el significado que normalmente podriamos entender, si buscamos en el diccionario que significa “pobre”, tenemos
pobre: “Que no tiene lo necesario para vivir o que lo tiene con escasez” “Que es escaso” “Que tienen pocos o ningún medio de subsistencia y necesitan la ayuda de otros.”
Oye, pero eso en lugar de ser una bendición mas parece una maldición.
Es decir entonces es afortunado el que tiene poco espíritu y no aquel que es rico en espíritu, es decir que tiene mucho espíritu?
Pero vamos estudiando un poco para entender con un poco mas de claridad

A lo que Jesús No se refería

Primero: No se refería a los pobres económicamente, y lo sabemos, el reino de los cielos no se adquiere o digamos que no se llega a El por el hecho de ser necesitados en la parte monetaria. Es decir tengo sino tengo dinero entonces me gane el cielo? Pues no, sabemos que no va por ahí
También es claro que no se refiere en términos económicos, porque aunque en Lucas 6:20 solo menciona la palabra “pobres” en este evangelio lo subraya con “pobres en espíritu
Segundo: Tampoco se refiere a aquellos que son carentes de entusiasmo y energía, a los que son pasivos, indiferentes, a los de escaso juicio, o a los que son faltos de entendimiento.
Es importante recalcar cuando habla de espíritu, que no lleva la primer letra en mayúscula por lo que no se refiere al Espíritu de Dios, sino a nuestro espíritu, ese soplo de vida que nos dio Dios, ese espíritu que se daño por la caída del pecado de Adán, ese espíritu que tiene necesidad de re-conectarse con el Espíritu de Dios. De ese “espíritu” esta hablando
El mundo nos muestra una competencia diaria, quiere seamos algo en la vida, que tengamos riqueza, que compitamos unos con otros, eso hace que tengamos una preocupación obsesiva de alimentar nuestro ego, de no aceptar nuestra fragilidad y querer avanzar sin importar las consecuencias, el mundo alimenta el tener, poseer, competir, juntar mucho dinero, fama, etc.
Tercero: Ser pobre en espíritu No quiere decir que NO hemos de usar nuestra mente. No dice “pobre en intelecto”. Por eso es importante estudiar la palabra, aprender de ella, buscar a Dios por medio de ella.

A lo que SI se refería Jesús

En griego hay tres términos que se traducen “pobre” pero en este caso se refiere a “ptochos” el que se describe aquí describe la condición mas desesperante, se refiere al mendigo que depende de la bondad de otros para su existencia, uno que no tiene recursos propios.
1-Fíjate lo que dice este pasaje:
Sofonías 3:12 RVR60
12 Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en el nombre de Jehová.
Fundamentalmente, todo el que tiene corazón de pobre, es aquel que se siente pequeño, mendigo, insuficiente que depende SIEMPRE y en TODO de DIOS
Los humildes buscan las riquezas de las glorias de Cristo y participan de las bendiciones que el reino de Dios ofrece en este mundo y en el cielo.
Lucas 18:14 RVR60
14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Los humildes de corazón son aquellos que NO confían en si mismos como auto suficientes, sino que se aferran a Cristo como única fuente de seguridad y felicidad.
Son aquellos que se someten a Cristo como rey soberano.
En resumen, el pobre es aquel que depende Siempre y Todo de Dios que son los humildes y no se sientes autosuficientes, cuya fuente de seguridad es Dios y se someten a Cristo como Rey
2- Todo el que NO pone su corazón en las riquezas de este mundo y que, al tener así su corazón desapegado de lo temporal, vive contento tal y como Pablo
Filipenses 4:12 RVR60
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
3-Pobre en espíritu es quien, al tener riquezas de este mundo, está dispuesto como Job, a bendecir a Dios cuando se las quite, y a simpatizar con los menesterosos, no solo sintiendo compasión del necesitado, sino también socorriéndole eficazmente en su necesidad.
Es decir es aquel que prefiere dar, recuerdas lo que dijo Pablo en Mileto
Hechos de los Apóstoles 20:35 RVR60
35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
4-Pobre en espíritu es quien tiene bajo concepto de sí mismo
Romanos 12:3 RVR60
3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
Tal y como Pablo, el cual a pesar de abundar en todos los dones espirituales, se tenía por menos que el menor de los apóstoles y por el primero de los pecadores
1 Timoteo 1:15 RVR60
15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
5-Pobre de espíritu es el que ha perdido toda confianza en su propia justicia y en sus propia fuerzas, y reconoce que depende totalmente del mérito de la obra de Cristo y del poder del Espíritu. Aparte de Cristo no hay nada, no se tiene nada y no se puede hacer nada.
Juan 15:5 RVR60
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
“porque separados de mi NADA podemos hacer”
Te lo resumo con una parábola que nos enseño Jesús
Lucas 18:9–13 RVR60
9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
¿Si te haces un examen? ¿como quien eres? ¿como el Fariseo o el Publicano?

Es necesario tener cuidado de lo siguiente

1-No es pobreza bendita la del pobre que codicia las riquezas de este mundo, y ve con envidia cómo otros disfrutan de lo que él carece.
1 Timoteo 6:9 RVR60
9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
2- Tampoco es pobreza, la falsa humildad, como cuando algunos decimos que no tenemos dones o capacidades para servir a Dios y edificar la Iglesia. Porque todos al llegar a Cristo nos repartió dones para ayudar a edificar, TODOS.
Eso es ingratitud, mentira y pereza.

¿Cuál es el premio?

El Reino de los Cielos!
y El Reino de lo Cielos no se parece a ningún reino de la tierra. El mundo Nunca va a recompensar a los débiles y a los humildes.
Pero también es cierto que los reinos de la tierra suben y bajan, se levantan pero luego caen, como ejemplos tenemos tantos a lo largo del tiempo. los reinos de la tierra no duran.
Pero el reino de Dios es el reinado de un Dios eterno y soberano y esta preparado para los pobres de espíritu.
El reino de Dios es un reinado espiritual en los corazones y en las vidas de aquellos que están dispuestos a someterse a la autoridad de Dios. Quienes desafían la autoridad de Dios y se niegan a someterse a él, no son parte del reino de Dios
Hoy en día estamos disfrutando el reino de la gracia, pero después tenemos reservado el reino de la gloria
1 Pedro 1:3–4 RVR60
3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
Los humildes, mansos y misericordiosos vamos a obtener algo que no se corrompe ni se marchita. ni se contamina con nada.
Daniel 2:44 RVR60
44 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,
Es un reino Eterno, Con Dios que lo llena todo. Ahí no habrá llanto ni dolor
Apocalipsis 21:4 RVR60
4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Cristo nos considera a través de ser pobres en espíritu dueños y participantes del reino que el ha preparado para nosotros.

Conclusión

Yo creo que ser “pobres en espíritu” no esta en primer lugar por casualidad dentro de las bienaventuranzas, lo que Jesús le dice a sus discípulos es que necesitan reconocer que son pobres de espíritu y que necesitan de un Salvador. Es el punto donde comienza todo obra divina en la vida de un hombre. CON ESE RECONOCIMIENTO. Todos prácticamente debemos reconocer que estamos en una bancarrota espiritual
La humildad, nuestro reconocimiento de nuestra debilidad e insuficiencia sin EL y no solo en la experiencia que nos llevo a nuestra conversión, es una condición que debemos vivir día a día. (para evitar que caigamos en posturas de soberbia)
El énfasis de esta bienaventuranza para mi está en no dar lugar al orgullo, sino a seguir la voz de Dios y dejar que ÉL sea quien llene mi espíritu. Nada va a satisfacerme, ningún título, ni dinero, ni personas van a poder llenar mis necesidades mejor que Él.
La recompensa que se nos ofrece en esta bienaventuranza es el reino del cielo, y creo que es porque se requiere humildad para reconocer que necesitamos un salvador (Jesucristo) y que no importa qué hagamos, o que tan buenas sean nuestras obras, la única forma de ser justificados es por gracia, a través de la sangre de Cristo.
Tu y yo necesitamos reconocer que necesitamos del Padre Celestial, que necesitamos la gracia de Jesús todos los días, y necesitamos ser guiados por su Espíritu.
Ahora sí hace sentido decir: ¡Dichosos/afortunados/felices los que se dan cuenta de su pobreza, de su de pequeñez de su necesidad, que necesitan de un Salvador! ¡Dichosos los que ruegan a Jesús esperando que su necesidad sea respondida! ¿Y sabes qué? El fruto de vivir en dependencia a Dios va a ser una vida sobrenatural.
Mateo 19:23–24 RVR60
23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. 24 Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
¿En que categoría nos encontramos? entre los pobres o entre los ricos
Entre los pobres con necesidad de Dios
o
Entre los ricos que piensan que pueden con su autosuficiencia ganarse el reino
Oremos
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