El Evangelio de Dios 2 (Romanos 1.2-4)

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El Evangelio de Dios 2 (Romanos 1.2-4)

PARTE 2

Romanos 1:3 NBLA3 Es el mensaje acerca de Su Hijo, que nació de la descendencia de David según la carne,
El evangelio de Dios tiene que ver con el Hijo de Dios. Necesitamos tener dos cosas claras sobre el Hijo de Dios inmediatamente o podemos irnos por mal camino.
1) El Hijo de Dios existió antes de convertirse en un ser humano
Romanos 8:3 NBLA3 Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo: enviando a Su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne,
Dios le envió a tomar forma humana, así que el Hijo existió como el Hijo de Dios antes de convertirse en hombre. Esto significa que Cristo es y era el Hijo de Dios en un modo completamente único, no de la misma manera en que somos hijos de Dios
Romanos 8:14 NBLA14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
Romanos 8:19 NBLA19 Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios.
2) Cristo mismo es Dios.
Romanos 9:5 NBLA5 de quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el Cristo, el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.
Colosenses 2:9 NBLA9 Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él,
Así que cuando Pablo dice que el evangelio de Dios es acerca de su Hijo, quiere decir que tiene que ver con el Hijo divino y preexistente.
El evangelio de Dios no es acerca de Dios organizando los asuntos humanos de una mejor manera. Es sobre Dios que penetra en los asuntos de los humanos desde afuera en la persona de su Hijo, quien es la perfecta imagen del Padre y es Dios mismo.
Así que Pablo pone un inmenso peso sobre el “evangelio de Dios” al decir primero, que es prometido –planificado- por Dios mucho antes de que sucediera, y segundo, que es acerca de su Hijo divino.
El Creador Soberano del universo, ha planeado buenas cosas para el mundo, y en el centro de su plan está su Hijo.
Romanos 1:3 NBLA3 Es el mensaje acerca de Su Hijo, que nació de la descendencia de David según la carne,
III. “…que nació de un descendiente de David según la carne…”Lo tercero que Pablo dice acerca del evangelio de Dios es que este Hijo divino “era del linaje de David según la carne”. Esto expresa dos cosas de una vez:
1) El Hijo de Dios se convirtió en hombre
Él nació. El trabajo que tenía que hacer –la misión en que estaba- requería que tomara la naturaleza humana, junto con su naturaleza divina. Dios no escogió a un hombre y le convirtió en su hijo; Él escogió a su eterno, único y solo Hijo para convertirlo en hombre.
2) Él nació en la línea del Rey David en el Antiguo Testamento
¿Por qué es eso parte del evangelio de Dios? ¿Por qué son esas buenas noticias? La respuesta es que todas las promesas del Antiguo Testamento dependían de la venida del Mesías –el ungido- quien reinaría como rey en la línea de David y conquistaría a los enemigos de Dios y traería justicia y paz para siempre. Él sería el sí para todas las promesas de Dios.Considere un par de promesas del Antiguo Testamento.
Jeremías 23:5 NBLA5 «Vienen días», declara el Señor, «en que levantaré a David un Renuevo justo; Y Él reinará como rey, actuará sabiamente, Y practicará el derecho y la justicia en la tierra.
Isaías 11:10 NBLA10 Acontecerá en aquel día Que las naciones acudirán a la raíz de Isaí, Que estará puesta como señal para los pueblos, Y será gloriosa Su morada.
Así que el evangelio de Dios son las buenas noticias de que ahora, después de cientos de años, Dios ha actuado para cumplir su plan y promesa, que un rey vendría en la línea de David, y, como dice:
Isaías 9:6–7 NBLA6 Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado, Y la soberanía reposará sobre Sus hombros. Y se llamará Su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. 7 El aumento de Su soberanía y de la paz no tendrán fin Sobre el trono de David y sobre su reino, Para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia Desde entonces y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará esto.
Así que el “evangelio de Dios” son las buenas noticias de que el tiempo se ha cumplido y que el reino de Dios está a la mano
Marcos 1:14–15 NBLA14 Después que Juan había sido encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio de Dios. 15 «El tiempo se ha cumplido», decía, «y el reino de Dios se ha acercado; arrepiéntanse y crean en el evangelio».
La venida del Hijo de Dios a este mundo era la venida del “Hijo de David”, el rey prometido. Él reinaría sobre las naciones y triunfaría sobre los enemigos de Dios y gobernaría con justicia y paz y, de acuerdo con
Isaías 35:10 NBLA10 Volverán los rescatados del Señor, Entrarán en Sión con gritos de júbilo, Con alegría eterna sobre sus cabezas. Gozo y alegría alcanzarán, Y huirán la tristeza y el gemido.
La venida del Hijo de Dios como el Hijo de David significaría gozo eterno en la presencia de Dios –para todos los redimidos del Señor.
Romanos 1:4 NBLA4 y que fue declarado Hijo de Dios con un acto de poder, conforme al Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo.
IV. “… que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad…”
Pero hay una cosa más que Pablo dice acerca de “el evangelio de Dios”. No sólo fue planeado y prometido antes de que sucediera; no sólo tiene que ver con el Hijo divino y preexistente, no sólo es la noticia de que este Hijo ha nacido, el Hijo humano de David, para cumplir las esperanzas y sueños de justicia, paz y gozo del Antiguo Testamento en el reino de Dios.
Pero, en el versículo 4, Pablo dice algo devastador y estimulante. Él dice que el Hijo de Dios “que fue declarado Hijo de Dios con un acto de poder, conforme al Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo.”.
¿Por qué decimos que era devastador? La mayoría de los judíos en los tiempos de Pablo esperaban que el Mesías vendría con poder y señorío político, que derrotaría a los gobernantes opresores del mundo, los romanos, y establecería un reino terrenal en Jerusalén en el que viviría por siempre victorioso con su pueblo.
Pero lo que Pablo dice en el versículo 4 implica que entre los versos 3 y 4 el Hijo de David murió. ¡Murió! Aquellos que creían que era el Mesías estaban devastados. Los mesías no mueren, viven para conquistar y gobernar, no son arrestados, golpeados, escarnecidos y crucificados dejando a su gente desamparada. Esto era totalmente demoledor.
Lucas 24:21 NBLA21 »Pero nosotros esperábamos que Él era el que iba a redimir a Israel. Además de todo esto, este es el tercer día desde que estas cosas acontecieron.
Pablo vuelve a hablar de la muerte de Cristo en los capítulos 3, 5 y 8. Pero por ahora va inmediatamente hacia el estimulante énfasis el triunfo en el evangelio de Dios. Este Mesías muerto, Pablo dice en el verso 4, fue levantado de entre los muertos. Esto es el corazón del evangelio de Dios. Y Pablo dice dos cosas acerca de esta resurrección:
1) Esta resurrección de entre los muertos era “según el Espíritu de santidad” ¿Qué significa? Dos cosas al menos.a. El Espíritu Santo de Dios levantó a Jesús de entre los muertos.
Romanos 8:11 NBLA11 Pero si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de Su Espíritu que habita en ustedes.
Esto nos enseña que seremos levantados por el Espíritu de Dios que mora en nosotros, de la misma forma en que Cristo lo fue. Así que el Espíritu estuvo involucrado en la resurrección de Jesús de entre los muertos.
b. ¿Pero por qué Pablo utiliza esta expresión inusual, “Espíritu de Santidad” (que no se encuentra en ningún otro lugar del Nuevo Testamento)?
Esta es mi sugerencia. Lidiar con la muerte era un asunto sucio. Cuando el rey Saúl quería ver a la muerte fue con la adivina de Endor (1 Sam 28:7ss) en un acto secreto e ilícito. Los médium, adivinos y hechiceros eran abominación en Israel. Cuando los muertos mueren, usted los deja solos y no tiene tratos con ellos.
Las sesiones de espiritismo fueron y son ilegales para los creyentes. Tratar con los muertos no ha sido un tipo de magia hermosa, limpia o santa, sino negra. Cualquier cosa menos esto.
Hablar de un hombre ejecutado y levantado de entre los muertos debió sonar para muchos oídos absolutamente horrible, grosero, sucio e inmundo, como la hechicería oscura o la magia negra.
Por encima de esto Pablo pone la tensión exactamente en lo opuesto: Cristo fue levantado de entre los muertos según el Espíritu de Santidad, no un espíritu oscuro, malo o inmundo, sino por el mismo Espíritu de Dios quien es conocido sobre todo por su santidad.
El Espíritu no fue degenerado al levantar a Jesús, era Santo. Era bueno, limpio, hermoso y honraba a Dios, no lo humillaba.
2) Por su resurrección Cristo fue “declarado [o, nominado] Hijo de Dios con poder”
El punto es que en la resurrección, Cristo pasa de ser Hijo de Dios en humildad, limitación humana y humildad a ser Hijo de Dios con poder. La frase clave es “con poder”.
Esto es lo que Jesús quiso decir después de la resurrección cuando dijo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). Es lo que Pablo quiso decir en
1 Corintios 15:25–26 NBLA25 Pues Cristo debe reinar hasta que haya puesto a todos Sus enemigos debajo de Sus pies. 26 Y el último enemigo que será eliminado es la muerte.
En otras palabras, Jesús es el rey Mesiánico. Él reina ahora sobre el mundo. Él está poniendo a sus enemigos debajo de sus pies. Vendrá un día en que salga de su gobierno invisible con gloria visible y establezca su reino abierta y gloriosamente en la tierra.
Eso es lo que Pablo quiere decir con “Hijo de Dios con Poder”. Él está gobernando ahora. Él está obrando sus propósitos a través de su Espíritu y su iglesia. Y el día vendrá cuando Cristo derrotará a cada enemigo, cada rodilla se doblará y confesará que Él es Señor para gloria de Dios el Padre
Filipenses 2:11 NBLA11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Esa será la consumación del evangelio de Dios. A lo que decimos “Amén, ven Señor Jesús.”
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