Cuando Dios guía tus pasos

Introducción

Cada uno de nosotros, en determinados momentos de nuestras vidas, hemos tomado decisiones equivocadas. Ya sea porque fuimos dominados por las emociones, de excitación o bajo un enojo; en otras ocasiones porque no nos informamos bien y dimos los pasos equivocados. O, simplemente porque fuimos obstinados y no quisimos seguir los consejos que nos dieron personas que se preocupaban por nuestro bienestar. Al fin de cuentas, tomamos nuestras decisiones de manera equivocada, nos tropezamos y luego nos toca pagar las consecuencias.

Al final del día, lo que no queremos oír es que alguien nos diga: “Yo te lo dije, lo que pasa es que tú no haces caso”. O, “el que no oye, siente”. Lo importante es que siempre vengamos a la presencia de Dios y traigamos delante de Él nuestras cargas, fracasos, frustraciones y sentimientos y le pidamos que tome esta vasija de barro, la rompa, y la haga de nuevo como Buen Alfarero.

El pasaje que hoy tomamos como tema de este sermón, nos habla de las decisiones de una familia y de dos mujeres. El Señor quiere que aprendamos algo de este pasaje, por ello inspiró para que fuese incluido en la Palabra de Dios y llegue hasta nuestros días.

I. Decisiones apresuradas

¿Qué haces cuando las cosas no van bien? ¿Qué haces cuando la situación que estás enfrentando es difícil? Hay, por lo menos, tres formas como las personas enfrentan sus situaciones difíciles:

Huir

Ignorar

Enfrentar

II. Actitud de fe

Actitud

Humildad

Madurez

III. Dios ordena tus pasos