Cuida tu salvación
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· 18,653 viewsHebreos presenta la exhortación a perseverar en el evangelio, a darle la importancia principal al cuidado de nuestra salvación.
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Cuida tu salvación
Cuida tu salvación
Hebreos 2:1–4 (RVR60)
1 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. 2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, 3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
Introducción
Introducción
El autor de Hebreos comienza en el capítulo 1 presentando la superioridad de Cristo, a quien Dios Padre le ha dado todo dominio y autoridad, y quien juzgará con poder y justicia a sus enemigos.
Quien a su vez ha hablado a través de la Biblia y cuya Palabra es firme y verdadera, la cual indica el camino de la salvación, si en verdad queremos escapar del juicio venidero.
Ahora en el capítulo 2 presenta esta exhortación a perseverar diligentemente para no ser hallados reprobados.
La salvación del alma debería ser la principal prioridad del cristiano. Cualquier otra actividad es de beneficio temporal (trabajo, diversión, negocios, amistades), pero la salvación es de beneficio eterno.
Veremos las recomendaciones que nos exhorta la Palabra.
Diligentes
Diligentes
La primer recomendación es a ser diligentes en nuestro andar por el camino de la salvación.
Ningún agricultor obtendrá buena cosecha si no cuida su cultivo, ningún negocio prosperará si no se atiende diligentemente.
De la misma manera, no seremos dignos de obtener la salvación si no la cuidamos apropiadamente.
Se nos exhorta a en cuidar la salvación, Cristo ha pagado el precio de nuestra salvación en la cruz, y la ofrece gratuitamente a toda la humanidad, pero no podrá otorgársela a alguien no la aprecie. “¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Hebreos 10:29”
Ser diligentes significa entregarse por completo al evangelio, ser disciplinados y dedicados en la obediencia a su Palabra y participación en sus demandas.
El es celoso y no comparte su gloria con nadie, no podemos decir que vamos en el camino de salvación si le prestamos más importancia a otras cosas.
El Señor pide de nosotros prioridad: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. Mateo 10:37–38.”
Prestar atención a su Palabra
Prestar atención a su Palabra
El escrito declara “1…atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.”
La Palabra de Dios es la única que puede darnos vida y hacernos crecer en el evangelio: “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación. 1 Pedro 2:2”
Es necesario ser diligentes en aprender la Palabra de Dios para crecer y perseverar en la salvación.
No despreciemos la Palabra, reciba la instrucción biblica, en Hechos 8:30 Dios envía a Felipe al encuentro del funcionario etíope y le pregunta ¿Entiendes lo que lees? el funcionario responde: “como podré si alguno no me enseñare”.
Si no somos aplicados en prestar atención a la Palabra seremos desviados por falsas enseñanzas que nos desviarán del camino de salvación.
No busque enseñanza que solamente le endulce el oído: “Porque llegará el día en que la gente no querrá escuchar la buena enseñanza. Al contrario, querrá oír enseñanzas diferentes. Por eso buscará maestros que le digan lo que quiere oír. 2 Timoteo 4:3 (TLA)”
No deje de perseverar, las actividades de la iglesia son para que crezca en el conocimiento de la Palabra, no las desprecie.
La enseñanza Biblica es vital para cuidar su salvación.
Desecha la pasividad
Desecha la pasividad
El peligro de no prestar atención a la instrucción de la Palabra de Dios es caer en la pasividad y la negligencia, estos son los que nos hacen deslizar, y traen como consecuencia el alejamiento de Cristo.
Quien es pasivo y negligente se ha acomodado, se siente conforme con su estancamiento espiritual, hay llegado a acostumbrarse a un evangelio social, eventual, quizá algunos solo para acallar su conciencia.
Son presa de la indiferencia, la apatía y la negligencia. No desean involucrarse en la obra de Dios, estan a distancia. Ni fríos ni calientes (Apocalipsis 3:15, iglesia Filadelfia)
Están acomodados al pensamiento de este mundo que lo más importante soy yo y mis necesidades.
No deseo molestarle con esta palabra, pero si hacerle reflexionar de la importancia de cumplir con la obediencia a Dios y su Palabra para perseverar en el camino de la salvación.
Conclusión
Conclusión
Cuida tu salvación: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Mateo 7:21”
La Biblia nos exhorta a cuidar nuestra salvación, sin embargo, no somos capaces de hacerlo por nuestra propia cuenta. “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Juan 15:5”
Debemos depender de Cristo totalmente y lo logramos manteniendo una comunión constante en la oración, la comunión, la adoración y el servicio.
Servir a Dios nos compromete a perseverar, a tener una vida cristiana activa y esto nutre el espíritu, la satisfacción del servicio es vitamina para nuestra alma.
Debes cuidar tu salvación con dedicación y esmero, no desprecies lo que Cristo hizo por ti en la cruz, Él se entregó totalmente por nosotros, ahora debemos entregarnos totalmente para Él.
Mantente alerta y velando.