Características del Pecado IV

INTRODUCCIÓN

A través de esta serie de mensajes que hemos estado compartiendo hemos aprendido que el pecado es una ofensa contra Dios, el pecado es quebrantar la ley de Dios, pecado es errar el blanco.

También hemos visto algunas características que son propias del pecado.

El pecado es egoísta, una invitación a conseguir algo para nosotros mismos sin tomar en cuenta el costo o el daño hacia otros.

El pecado tiene la cualidad de atraer, tiene el poder de encantar, de fascinar, de hechizar, de seducir al hombre atrayendole hacia sus cámaras.

La semana pasada veíamos como el pecado tiene la característica de engañar al hombre ofreciendo muchos placeres y ocultando la vergüenza, la deshonra, ocultando la estaca afilada preparada para producirnos un daño terrible, en nuestras vidas, en nuestro hogar, en la iglesia.

En el día de hoy vamos a finalizar con las características del pecado hablando de una que en mi opinión es la más terrible.

El pecado tiene la característica de esclavizar a sus convidados.

EL PECADO Y SUS CARACTERÍSTICAS.

En primer lugar;

EL PECADO ESCLAVIZA.

Romanos 6:16 RVR60

16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?

Romanos 6:17–18 RVR60

17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.

El pecado engañosamente ofrece libertad y liberación pero más bien, nos pone una cadena de esclavitud para pecar, encadenando al hombre a sus pesados cepos en aquellas oscuras habitaciones.

El hijo prodigo fue tentado por el atractivo de los “lugares lejanos” (el mundo) con la libertad del dominio de su padre. Sin embargo el pecado le pagó y lo despidió con andrajos, lo dejó descalzo, con hambre y con trabajo pesado en un chiquero de cerdos.

Como hemos visto hermanos el pecado en su egoísmo, nos seduce, nos engaña para finalmente esclavizar al hombre y mantenerlo cautivo a su voluntad.

Hay cristianos quienes sin saberlo son esclavos del pecado, a quién obedecen cada vez que este aparece con el látigo, muchos son esclavos de la vanidad, de la lujuria, de la mentira, la rebeldía, la beligerancia, la soberbia, el egoísmo, muchos son contenciosos, contumaces, iracundos, pendencieros, chismosos, idólatras muchos tienen otras cosas como prioridad antes que a Dios por el engaño del pecado que ya los ató en el cepo de la esclavitud.

Evidentemente ese no debería ser el lugar y el modo de vivir de un creyente pero cada vez que obedecemos al pecado nos hacemos esclavos de él.

Es por eso que Pablo instó a Timoteo aquel joven pastor a que enseñara con mucha paciencia para que los que habían caído en pecado volviesen en sí y se restablecieran y escapen del lazo del diablo en que están cautivos a voluntad de él.

Sansón, el travieso joven en el tiempo de los jueces de Israel se negó en toda su vida a tomar en serio el pecado,la tragedia fue que terminó ciego y sin fuerzas en el molino de los filisteos de Gaza, moliendo el gano de ellos sirviendo de juguete delante de ellos. Fue hecho esclavo de los filisteos.

Romanos 6:16 RVR60

16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?

Si obedecemos el pecado seremos sus esclavos, porque el pecado esclaviza.

Pablo hablando a creyentes claramente dice;

Romanos 6:12 RVR60

12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;

No reine, no domine, no controle, no gobierne pues el pecado, (el desobedecer a Dios, el desobedecer su Palabra, el errar el blanco) la mentira, la vanagloria, el orgullo, la soberbia, pleitos, celos, iras contiendas, disensiones en nuestro cuerpo mortal de tal manera que le obedezcamos en sus concupiscencias.

El pecado hermanos amenaza con reinar, no es solo los actos que hacemos sino el poder que nos toma cautivos, (esclavos), a través de los deseos y las acciones que provocamos.

Romanos 6:12 RVR60

12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;

Es decir, los deseos del cuerpo (concupiscencias) pueden ser capturados por el poder del pecado y hacerlos servir a propósitos anti-Dios, anti-Biblia.

Un hombre y sus miembros, usted y sus miembros pueden ser capturado por malos deseos (pecado) que a la larga le hará un esclavo. Porque el pecado esclaviza.

Romanos 6:16 RVR60

16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?

Sois esclavos del pecado si le obedecéis.

Pero dice el versículo 17 que uno que es un creyente era esclavo del pecado. Aquí vemos dos cosas la primera es que, como se da por hecho los incrédulos son esclavos del pecado. Eso eramos usted y yo antes de ser salvos.

Hacíamos la voluntad de la carne y de los pensamientos sin Dios sin su Palabra.

Pero gloria a Dios, versículo 17.

Romanos 6:17 RVR60

17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;

Romanos 6:18 RVR60

18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.

Esto como hemos intuido y dicho anteriormente nos enseña un par de verdades. Primero;

SI USTED ES UN CREYENTE USTED NO ES ESCLAVO, USTED ES LIBRE.

Romanos 6:17–18 RVR60

17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.

Habiendo obedecido de corazón aquella forma de doctrina a la cual a su ves nos hemos entregado, es decir habiendo obedecido el mensaje del evangelio a Jesucristo y su mensaje fuimos librados, gloria a Dios, las cadenas fueron rotas, ya no estoy atado al cepo del pecado, las puertas han sido abiertas y derribadas, ahora somos libres, libertados somos ahora del pecado.

Por eso Pablo dice en Efesios.

Efesios 1:13 RVR60

13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,

Y en ese momento en el cual escuché el mensaje del evangelio y en ese momento en el cual creí en él y me volví hacia él, mi Salvador rompió mis cadenas y me dijo; Ya no eres un esclavo ahora eres libre.

Y una ves que soy libertado de la esclavitud del pecado vine a ser siervo de la justicia.

Por eso hermanos consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios, en Cristo Jesús Señor nuestro.

No reine pues el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus deseos desenfrenados.

Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos a vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Romanos 6:11-13

Romanos 6:19 RVR60

19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.

Ahora en lugar de presentar mi cuerpo para servir al pecado, a la iniquidad me presento y presento mis miembros para servir a la justicia, para servir a aquel que me dio la libertad, a Jesucristo.

Romanos 6:20 RVR60

20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.

En otro tiempo era libre de la justicia sin embargo ahora ya no soy libre de vivir para Dios.

Romanos 6:22 RVR60

22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.

Romanos 7:4–6 RVR60

4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. 5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. 6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.

Ahora estamos supuestos a servir al régimen nuevo del Espíritu. Y que bendición es estar bajo este régimen.

Por esa razón hermanos.

1 Pedro 4:1–3 RVR60

1 Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, 2 para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. 3 Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.

Ya no eres esclavo, ahora eres libre, no debemos vivir el resto de tiempo que nos queda conforme a las concupiscencia de los hombres, sino que vivamos estos próximos años conforme a la voluntad de Dios.

Efesios 4:21–32 RVR60

21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. 22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. 25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. 26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. 29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Ahora volviendo a Romanos por favor ya para ir terminando.

Romanos 6:17–18 RVR60

17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.

Como ya hemos dicho hermanos este pasaje nos enseña un par de cosas, primero; Si usted es un creyente, usted no es un esclavo, usted es libre. Segundo;

SI USTED NO ES UN CREYENTE USTED NO ES LIBRE, USTED ES UN ESCLAVO.

Porque el pecado tiene la característica de esclavizar al hombre, de hacerlo su servidor.

Romanos 6:16 RVR60

16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?

Si usted obedece al pecado y vive una vida conforme a sus propias concupiscencia usted es un esclavo del pecado.

Y el fin de este estilo de vida es la muerte.

Romanos 6:21 RVR60

21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.

Romanos 6:23 RVR60

23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Oh mi estimado amigo la paga del pecado es la muerte. Si usted no es un creyente entienda que usted es un esclavo del pecado quién en su egoísmo lo a seducido, lo ha engañado y lo mantiene preso, atado al cepo de la esclavitud por eso cada vez que viene el látigo caes de rodillas y obedeces el pecado y el pecado dice la Palabra de Dios después que ha sido consumado da a luz la muerte. El fin del pecado es la muerte.

Pero no tienes que morir, porque para eso apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

No tienes que morir, porque Jesucristo quiere y puede ayudarte. Lo único que debes hacer es acercarte a Él y pedirle que te salve.

No tienes que seguir viviendo en el pecado para después morir, puedes alzar tus ojos como el hijo prodigo, tienes que volver en sí, y el Padre Eterno te recibirá.

Escucha hermano no tienes que vivir en el pecado arrepiéntete, la Palabra de Dios enseña que si confesamos nuestros pecados él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad.

CONCLUSIÓN

Hermanos, ya no tienes que seguir viviendo en esclavitud del pecado, si usted es un creyente, usted es libre, ya la puerta se abrió y las cadenas se han roto, levántese y salga, abandone esa vida de pecado y obedezca a Dios.

Y para usted que no es un creyente recuerde, el fin del pecado es la muerte, no solo le mantiene atado sino que lo llevará a una muerte que usted no quiere morir.

Por esa razón pídele a Cristo que te salve, no salgas de este auditorio sin la seguridad de la vida eterna y el perdón de tus pecados.