Salmo 84

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Introducción

Este día de acción de gracias, quisiera meditar con ustedes en el Salmo 84.
Charles Spurgeon dijo: "Si el salmo 23 es el más popular, el 103 el más alegre, el 119 el más profundamente experimental, el 51 el más quejumbroso, este es el más dulce de todos los Salmos de la Paz ".
Sobre Gitit - probablemente se refiera a instrumentos de cuerda.
El título dice que es un salmo de anhelo por la casa de Dios y que fue escrito por los hijos de Core, de ellos también son los salmos: (Salmos 42, 44, 49, 84, 85, 87, 88).
Los hijos de Coré hacían un trabajo muy humilde en la casa de Dios, eran los porteros, este oficio a los ojos nuestros podría parecer algo sin valor, pero ellos lo consideraban un honor, un privilegio, era un deleite increíble era estar en la puerta de la casa de Dios.
Inspirados por Dios ellos guían al pueblo a cantar este hermoso Salmo para dar expresión a este deseo que seguramente esta en el corazón de todo creyente.
Este salmo lo podemos dividir en tres según las pausas o silencios “Selah” que nos invitan a reflexionar 1-4; 5-8; 9-12. - La pausas musicales en los himnos son adecuadas para reflexión acerca de lo que cantamos.
Tres cosas podemos reflexionar en este cántico:
La bienaventuranza de estar en la casa de Dios
La bienaventuranza de tener fuerza en Dios
La bienaventuranza de poner en Dios nuestra confianza.
Jesus usa la palabra bienaventurado en su introducción al sermón del monte. Mateo 5:3-4 ¿Que es?
La bienaventuranza es el estado de la persona que esta en pacto con Dios y que en consecuencia a encontrado un gozo pleno, una satisfacción completa y un propósito eterno en Dios su redentor.
Una persona bienaventurada es aquella que sabe que su fin principal es disfrutar de Dios y gozar de el para siempre. De manera, ni las pruebas, ni ningún sustituto del gozo (triunfos temporales, la riqueza o el placer) puede quitarle la satisfacción que tiene en Dios.

1. La bienaventuranza de estar en la casa de Dios

El salmista expresando aquí su anhelo de estar en la casa del Señor, el templo en Jerusalén. El templo era el lugar donde se predicaba a Cristo a través de los sacrificios y los tipos. Era el lugar donde el pueblo de Dios se congregaba para adorar colectivamente, era el lugar donde Dios había puesto su nombre, el lugar donde la presencia especial de Dios esta para dar su pueblo bendición y vida terna, otro salmo dice de la reunión de los creyentes en el templo Salmo 133:1-3
Salmo 133:1–3 NBLA
Miren cuán bueno y cuán agradable es Que los hermanos habiten juntos en armonía. Es como el óleo precioso sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Que desciende hasta el borde de sus vestiduras. Es como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sión; Porque allí mandó el Señor la bendición, la vida para siempre.
El salmista se siente pleno de estar en este lugar por todo lo este lugar implica:
Los salmistas sabían que "el Señor del cielo y de la tierra no vive en templos construidos por manos", como el apóstol Pablo diría más tarde a los atenienses (Hechos 17:24).
Pero hubo una manifestación especial de Dios en el templo, cuando Dios descendió en la forma de nube de gloria para morar dentro del Lugar Santísimo.
Y afirma que quienes tienen este mismo anhelo son bienaventurados.
Es bienaventurado aquel que anhela adorar a Dios junto con su pueblo, él que anhela conocer mas al Señor por medio de la palabra y los sacramentos, el que se deleita en adorar y cantar junto con el pueblo de Dios. Solo estas personas son plenas.
Y esa es la lección para nosotros del Salmo 84: 1-4.
Aunque ya no tenemos un templo al que tenemos que ir, ni tenemos un santuario, Dios a puesto su nombre en las congregaciones locales que se juntan en su nombre Mateo 18:20. La casa de Dios es la iglesia, una casa edificada sobre piedras vivas.
Noten como el salmista anhela tanto estar con Dios y su pueblo que desea ser uno de los pájaros que ha hecho un nido en el techo, para poder estar allí siempre. Para él, no hay lugar en la tierra prefiera estar que en el templo del Señor, con el pueblo de Dios, alabándolo.
¿Es así como piensas del servicio público de adoración?
¿Está ansioso por regresar a la adoración pública con la congregación, por estar en la presencia de Dios para escuchar la predicación del evangelio?
Esos momentos de adoración pública son solo una sombra de cómo será nuestra adoración y comunión con Dios en la eternidad.
Entonces, él salmista dice que este es un hombre bienaventurado:
el que anhela a Dios, él que desea alabar a Dios junto con el pueblo de Dios.
Esta es la persona que comprende el verdadero propósito de su vida,
que ha experimentado plenitud del gozo,
ha encontrado satisfacción plena.
El poeta vio pájaros en el templo, y su punto fue que así como los pájaros hicieron su hogar en el templo y estaban seguros allí sin temor a enemigos, así el pueblo de Dios puede hacer su hogar en Dios y encontrar su seguridad en él.
¿Has encontrado descanso en Dios, o todavía estás errante e inquieto, como tantas personas?
Dios te ofrece paz. Incluso la golondrina encontró "un nido para ella, donde podría tener a sus crías, un lugar cerca de su altar".
Ya vimos, la bienaventuranza de estar en la casa de Dios -

2. La bienaventuranza de tener fuerzas en Dios (5-8)

El salmista habla aquí de otros hombres que dependen y se deleitan en el Señor, que encuentran en Él su fuerza o que dependen de que Dios les sostenga siempre, ellos mismos no pueden sostenerse en pie, no son capaces por si mismos de servir a Dios, o de caminar por esta vida, son absolutamente dependientes del Señor para vivir en conformidad con su profesión de fe.
Esta persona recibe su fuerza del Señor y entonces esta persona es bienaventurada.
En este mundo se cree que una persona bienaventurada es aquella que alcanza un estado de independencia, una persona autónoma o autosuficiente que se hace a pulso - esta persona esta en plenitud. El Salmista pone este concepto patas arriba, el bienaventurado es quien tiene su fuerza en Dios, su fortaleza es suministrada por Dios, es una persona que sabe que es inútil y que separa de Cristo nada puede hacer, es como la rama que ha sido cortada de una vid - seca infructífera a menos de que sea injertada y reciba de la sabia de esta planta.
En el corazón de este hombre están los caminos de Dios.... es decir, quiere conocer a Dios, quiere tener comunión con Dios, quiere alabar a Dios, quiere adorar a Dios, en su corazón hay un enfoque en Dios. Su dependencia y deleite está en el Señor.
Muchas veces las personas buscan a Dios como un medio para conseguir cosas que desean (Felicidad - riqueza - estabilidad - salud - etc)
Pero la persona que describe el salmista es bienaventurada porque Dios mismo es fin de su búsqueda.
Salmo 16:5–6 NBLA
El Señor es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte. Las cuerdas me cayeron en lugares agradables; En verdad es hermosa la herencia que me ha tocado.
Dios es la mayor bendición del evangelio. Lo que el Señor logro en la cruz para nosotros es que estamos unidos por el E.S. en un lazo de comunión con el Padre y con el hijo, podemos deleitarnos en Dios, glorificarle y disfrutar de él eternamente.
El salmista en su experiencia actual, atraviesa el "valle de Baca", literalmente el "valle del llanto". Es un lugar de dolor y prueba. Y, sin embargo, debido a que su fuerza está en el Señor y él sabe a dónde va (v. 5), las aguas de su llanto se transforman en aguas que sostienen su alma en el duro viaje. En lugar de morir de cansancio y agotamiento, el Señor da "fuerza a fuerza" con cada paso. El Señor lo sostiene en cada momento cuando lo necesita.
¿Con qué frecuencia hay momentos en tu vida en los que llorar fue grandioso, porque el Señor te sostuvo en esos momentos? ¿Te das cuenta de que él hará eso por el resto de tu vida a través de cada prueba hasta que llegues a tu hogar para estar con él?
Ese es el hombre bienaventurado: uno que depende del Señor y que se deleita en el Señor. Va de poder en poder, y estará delante de Dios en Sion. Anhela a Dios, quiere estar con El para adorarle y Dios le da esa bienaventuranza.
Génesis 15:1 NBLA
Después de estas cosas la palabra del Señor vino a Abram en visión, diciendo: «No temas, Abram, Yo soy un escudo para ti; Tu recompensa será muy grande».
El verdadero propósito de la vida, el gozo más pleno que alguien pudiera disfrutar, la satisfacción más profunda de una persona, se encuentra en la comunión y en la adoración con el pueblo de Dios, en la dependencia y deleite en el Señor y por ultimo, en confiar que Dios será nuestro protector y proveedor. Esto nos lleva a nuestro tercer punto:

3. La bienaventuranza de poner en Dios nuestra confianza. 9-12

El salmista celebra la provisión del Señor Vs. 11 “nada bueno niega a los que andan en integridad” y también su protección: “Porque sol y escudo es Yaweh Elohim”
Dios le ha dado todo lo que necesita, todo lo ha suplido, aun sus deseos mas profundos “Es decir - Dios mismo”
Dios es un “escudo” (vs. 9, 11). Nos protege de los golpes mortales que nos matarían.
Y él es un “sol” (vs. 11), la fuente de luz y calor necesaria para la vida.
Dios nos defiende y nos sostiene al mismo tiempo. Él nos proporciona todo lo bueno en el momento en que lo necesitamos (v. 11).
Pero recuerde, son cosas “buenas” como Dios las ve, con su conocimiento, sabiduría y plan perfectos, no cosas buenas como las vemos desde nuestro entendimiento limitado. Para nosotros, puede ser difícil ver el bien de atravesar el valle del llanto, pero si Dios promete sostenernos a través de él en cada paso del camino, y eventualmente llevarnos a su presencia en gloria.
Por eso, dice el salmista, que preferiría servir como portero en la casa del Señor, el patio o en los atrios del templo. Prefiere estar allí, que habitar en las moradas de maldad. Nada se puede igualar con lo que ha recibido de Dios. Dios es su provisión y protección, Dios es su deleite, de manera que no quiere otra cosa que estar en comunión con él y adorar con el pueblo de Dios mas que cualquier otra cosa.
Que Dios nos conceda un corazón satisfecho en El.
Hermanos ¿Realmente tenemos alguna razón para dudar o quejarnos en esta vida? ¿no estaremos deseosos de volver a congregarnos nuevamente para disfrutar y adorar a Dios en la congregación?
Dios nos conceda un año para disfrutar de esta gloriosa bienaventuranza de habitar en su casa.
Oremos.
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