Gracia resistible o irresistible
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· 453 viewsReforzar nuestra doctrina, que si bien es cierto que hay personas que resisten la gracia de Dios, es mas irresistible que resistible sobre aquellos que Dios ha escogido.
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Gracia resistible o irresistible
Gracia resistible o irresistible
Efesios 2:1–10 (RVR60)
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Introducción
Introducción
“El Ser humano tiene la capacidad en su libre albedrío de decidir si aceptar o rechazar la gracia de Dios, pues aun tiene bondad a pesar del pecado”
Esta es una afirmación de la falsa doctrina “pelagianismo”, enseñada entre el siglo IV y V por un monje británico llamado pelagio.
Afirmaba que el pecado de Adán no afectó a la humanidad, que el hombre nace sin pecado y es en el transcurso de su vida que decide voluntariamente pecar o no pecar.
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Romanos 5:12”
A raíz de esta errónea afirmación, la salvación depende de la decisión de la persona sin ninguna intervención divina.
Parte de esta doctrina es aceptada por el catolicismo, llamado semi-pelagianismo:
405 Aunque propio de cada uno (cf. ibíd., DS 1513), el pecado original no tiene, en ningún descendiente de Adán, un carácter de falta personal. Es la privación de la santidad y de la justicia originales, pero la naturaleza humana no está totalmente corrompida: está herida en sus propias fuerzas naturales, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al imperio de la muerte e inclinada al pecado (esta inclinación al mal es llamada "concupiscencia"). El Bautismo, dando la vida de la gracia de Cristo, borra el pecado original y devuelve el hombre a Dios, pero las consecuencias para la naturaleza, debilitada e inclinada al mal, persisten en el hombre y lo llaman al combate espiritual.
La falta de información y conocimiento conducen a que muchos acepten la herejía pelagiana sin darse cuenta. Y de parte de los que abrazan la doctrina de la predestinación, afirmar que los arminianos aceptan la falsa doctrina pelagiana.
La gracia de Dios
La gracia de Dios
Debemos entender primero como alcanzamos la gracia de Dios para salvación.
La gracia de Dios consiste en el amor de Dios al enviar a su Hijo Jesucristo al mundo para pagar el precio de nuestra salvación, y ahora la ofrece inmerecida y gratuitamente al pecador.
Este regalo lo da solamente Él a quien quiere.
La gracia de Dios o el regalo de la salvación se recibe por:
Por El Espíritu Santo:“Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. Juan 16:8”
Por la Palabra de Dios: “Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. Santiago 1:18”
Por la fe provista por Dios: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. Efesios 2:8”
Entices de ninguna manera una persona puede un día simplemente decidir si acepta a Cristo, sin antes venga el Espíritu Santo a redargüir de pecado(Juan 16:8), por la Palabra de Dios predicada a sus oídos, y el convencimiento del E.S. y la Palabra produce fe que viene de Dios. (Romanos 10:17).
Por tanto, recibir la gracia de Dios es un acto que Dios por su misericordia da al hombre.
“los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Juan 1:13” (ver juan 6:44)
El Hombre en su propia voluntad no puede venir a Cristo
El Hombre en su propia voluntad no puede venir a Cristo
Es esclavo: “Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Juan 8:34”
Porque está muerto: “Y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados. Efesios 2:1”
No puede percibir las cosas del Espíritu: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 1 Corintios 2:14”
No desea buscar a Dios: “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Romanos 3:10–12.” (Muy contrario a la doctrina pelagiana.)
De ninguna manera el hombre puede buscar voluntariamente a Dios, si Él no le trajere: “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. Juan 6:44”
En esto están de acuerdo tanto los calvinistas como los arminianos.
¿Puede el hombre resistir la gracia de Dios?
¿Puede el hombre resistir la gracia de Dios?
La diferencia entre el calvinistas y arminianos, no es si el hombre es salvo por su propia voluntad, sino en que puede o no resistir la gracia de Dios.
¿Podrá la persona redargüida por El Espíritu Santo e iluminada con la Palabra rechazar la gracia de Dios?
El calvinista dice no porque están predestinados para salvación.
El arminiano dice si porque Dios espera que vengamos a Él voluntariamente, no obligados.
¿Qué pensamos nosotros?
No podemos negar la predestinación: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Jeremías 1:5.”
Podemos testificar que Dios tenía planes para nosotros.
Pero también no podemos negar que la salvación está disponible para todos, no solo para los predestinados: “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 1 Timoteo 2:3-4”
Conclusión
Conclusión
Concluimos que ningún hombre puede venir a Dios si Él no le trajere: “Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. Juan 6:65”
El hombre puede rechazar la gracia de Dios: ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros. Hechos 7:51.
Aquellos que Dios ha escogido para su propósito, son atraídos a Él por la gracia de Dios, y nace en su ser la voluntad de entrarle su corazón a Cristo: “Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí. Jeremías 20:7”.
A todo el que oye la Palabra, Dios envía su Santo Espíritu para tocar el corazón de aquellos que prestan atención, por tanto es posible que el hombre puede resistir la gracia de Dios, pero es algo que no es común. (Apocalipsis 3:20)
Rechazamos rotundamente que es el hombre quien decide por su propia voluntad entregar su vida a Cristo sin la intervención divina.