La necesidad de anunciar el Evangelio
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· 2,843 viewsLa predicación del Evangelio es impulsada por el llamamiento de Dios al predicador. Dios dota al predicador con humildad, sentido del deber, y consciencia de la urgencia de su ministerio, para ser útil a Sus propósitos divinos.
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La necesidad de anunciar el Evangelio
La necesidad de anunciar el Evangelio
Se ha hecho alguna vez esta pregunta: “Si Dios es Soberano, y Todopoderoso para salvar a sus escogidos ¿por qué es necesario anunciar el Evangelio?” Hay varias razones válidas que responden a este interrogante. Pero en el texto de hoy, hablaremos de una en particular.
En Primera de Corintios 9.16 Pablo hace una afirmación donde explica por qué existe para él una necesidad de anunciar el evangelio.
Porque si predico el evangelio, no tengo nada de qué gloriarme, pues estoy bajo el deber de hacerlo; pues ¡ay de mí si no predico el evangelio!
¡Que respuesta tan maravillosa! Pablo nos muestra que la predicación del Evangelio no es una tarea motivada por la búsqueda de algún éxito personal, ni la busqueda de un privilegio dentro de la Iglesia. Por el contrario, anunciar el Evangelio es una tarea impulsada por la enorme necesidad que Dios puso dentro del predicador. Un sentido de urgencia, que lo lleva a la humildad y a reconocer conscientemente la importancia de su tarea. Veámos más en detalle lo que esta necesidad es, y lo que causa en el siervo de Dios.
I. La necesidad de anunciar el evangelio y la humildad
I. La necesidad de anunciar el evangelio y la humildad
1 Corintios 9:16 (LBLA)
Porque si predico el evangelio, no tengo nada de qué gloriarme, pues estoy bajo el deber de hacerlo . . .
Comprendamos lo que dice Pablo. En el original de este texto, predicar el evangelio se refiere a anunciar la Buena Noticia de Jesucristo, es equivalente al verbo evangelizar.
Anunciar el Evangelio, junto con la oración, eran las tareas prioritarias de todo apóstol. Esto lo confirmamos en los capítulos 8 y 9. Pablo viene diciendo que se abstiene al derecho de recibir dinero, de comer carne, y aun de su propia libertad cristiana, para lograr cumplir la necesidad de anunciar el Evangelio.
A. La necesidad viene de Dios
A. La necesidad viene de Dios
La palabra que en el texto vemos como deber se traduce más exactamente necesidad. Dios diseñó las necesidades del hombre para que dependamos de Él. El hambre nos lleva a trabajar la tierra. El cansancio nos lleva a descansar. Asimismo, Dios ha colocado en sus siervos una necesidad interna y consciente de anunciar el Evangelio.
1 Corintios 9:16 (LBLA)
Porque si predico el evangelio, no tengo nada de qué gloriarme, pues estoy bajo el deber de hacerlo . . .
La frase en el original original que se traduce “estar bajo un deber o una necesidad” es una frase pasiva, cuya acción la realiza alguien más, no la produce Pablo. Esta necesidad viene del llamado de Dios a Pablo. La palabra deber o necesidad en el original lleva la idea de presión, de tener algo encima. ¡Dios le colocó una carga a Pablo!
Es como estar en una mudanza, y llevar una nevera de 80 Kg a tus espaldas hacia el nuevo apartamento. ¿Te detendrías a dialogar largamente con el vecino con el peso a cuestas? El peso y el dolor no te dejarían hacer otra cosa que llevar la nevera a su destino. Pablo era consciente de sucarga, ¿cuánto más grande es la gloria del evangelio? ¿cuánto más urgente es llevarlo a donde necesita llegar?
B. La necesidad reemplaza la jactancia
B. La necesidad reemplaza la jactancia
El apóstol tiene claro que debe cumplir su función como predicador, y lo hace con la intención correcta. El texto dice “no tengo nada de que gloriarme”. No es ministro porque sea un ideal para él, o una meta personal. No buscó un ascenso de creyente a ministro. ¡Dios lo llamó!
Pablo recibió el evangelio de Jesucristo, y con él recibió el llamado a ser apóstol, los dones, el conocimiento, y las oportunidades, nada vino de Pablo. Dios otorgó todo a Pablo, incluyendo su deber, y comprende que no hay ningún mérito en hacer lo que es obligatorio.
Ilustrémolo de este modo: ¿acaso un agricultor puede pedir un premio por cada semilla que riega en el campo? O, ¿un soldado pide una medalla de honor cada vez que hace guardia en la noche? ¡No! Pablo había sido llamado por Dios a una misión. Tenía que cumplir su deber, y sería para su propio mérito.
II. La necesidad de anunciar el Evangelio y la consciencia
II. La necesidad de anunciar el Evangelio y la consciencia
Pero el texto no termina ahí. esta necesidad de anunciar el Evangelio afecta profundamente la consciencia del Predicador. Esta necesidad de anunciar el Evangelio es el un pensamiento que absorbe todo los demás.
1 Corintios 9:16 (LBLA)
Porque si predico el evangelio, no tengo nada de qué gloriarme, pues estoy bajo el deber de hacerlo; pues ¡ay de mí si no predico el evangelio!
A. Una consciencia de juicio
A. Una consciencia de juicio
¡Ay de mí! es la expresión de lástima y miseria que siente Pablo cuando se imagina si no estuviese cumpliendo su tarea. Esta expresión se da en las Escrituras cuando viene un juicio de Dios.Como bien lo afirma John MacArthur: "El escarnecimiento más severo de Dios está reservado para los ministros infieles" (He 13.17, Stg 3.1 )
Existe una gran urgencia por predicar el evangelio de Jesucristo, para que los elegidos vengan a la fe salvadora. Ser obstáculo reteniendo el mensaje del evangelio habla de tu mayordomía.
La necesidad de anunciar el evangelio fue muy bien ilustrada por el profeta Jeremías:
Pero si digo: No le recordaré ni hablaré más en su nombre, esto se convierte dentro de mí como fuego ardiente encerrado en mis huesos; hago esfuerzos por contenerlo, y no puedo.
¡Ay de Jeremías! si no anunciara el mensaje se hubiese consumido. ¡Ay de Jonás! Que cuando evitó anunciar el mensaje tuvo juicio divino. Asimismo, el llamado de Dios a un hombre para predicar su Evangelio es incontenible.
B. Una consciencia de urgencia
B. Una consciencia de urgencia
El llamado de predicar el evangelio tiene como propósito que el pueblo crea en Jesús. Que sea salvo de la condenación, y partícipe de la redención.Hechos 26.16-18
La convicción de Pablo es que los incrédulos necesitan oir el evangelio para que vengan a la fe salvadora de Cristo. Es necesario ir y ser enviados, para que invoquen y crean a quien aun no conocen. Romanos 10.14
Qué mas razón necesitamos para anunciar el Evangelio, que el peso que Dios ha dejado en nuestras consciencias si no lo anunciamos. El amor a Dios y al prójimo se muestran en gran medida en la forma en que reflejamos el Evangelio en nuestra vida. Y buena parte de reflejar el Evangelio es anunciar el Evangelio.
Conclusión
Conclusión
Entonces, ¿por qué es necesario anunciar el Evangelio? Si eres cristiano, Dios te ha salvado, y te ha llamado, colocando en ti la necesidad de anunciar el Evangelio. ¿Qué debes hacer con esta necesidad?
Examinate si eres cosnciente de la carga del deber de anunciar el Evangelio. Pide a Dios que avive en ti el sentido del deber y de la urgencia.
Si tienes la carga, pero te sientes débil frente a ella, ganas de rendirte, recuerda que Dios tuvo gracia de ti, y puso en ti un deseo que seguirá consumiendote, para estar involucrado de algún modo en la tarea de anunciar el Evangelio.
Todos tenemos una porción de la necesidad de anunciar el Evangelio por la Gran Comisión. Tienes un deber como miembro del cuerpo de Cristo. Por amor a Jesucristo, cúmplelo con diligencia.
Oración final
Oración final
Padre, Tu Palabra es como fuego en el corazón y los huesos (Jer 20.9) . Has hablado en Tus Escrituras, y ahora es necesario que anunciemos Tu Evangelio (Am 3.8). Una tarea se nos ha encomendado (Mt 28.20) Que podamos anunciar lo que hemos visto y oído de Jesucristo, para la salvación de Tus escogidos, y la gloria de Tu Nombre (Hch 4.20). Amén.