Sentados a la mesa

Matthew 9:10–11 NTV

10 Más tarde, Mateo invitó a Jesús y a sus discípulos a una cena en su casa, junto con muchos cobradores de impuestos y otros pecadores de mala fama. 11 Cuando los fariseos vieron esto, preguntaron a los discípulos: «¿Por qué su maestro come con semejante escoria?».

Hemos estado hablando estos meses sobre la obra de Dios y cómo el hombre está incluido en esa obra.

MI sugerencia para aquellos que no se han podido conectar a una red es que busque las 6 partes de éste tema en nuestra página.

El domingo pasado hablamos de ser llamados, que Cristo no nos pasó un manto sino que vino a morar en nosotros para seguir con el plan ya establecido. Que no tenemos una doble unción, sino que ahora el Ungido habita en nosotros.

Mateo era cobrador de impuestos, lo más despreciable que había en la sociedad. Para los Judíos eran gente sin valor, incluso el dinero que generaban no era aceptado ni como ofrendas ni cómo limosnas. No valían nada, sin embargo a eso sin valor y despreciado dice la Biblia:

Mateo 9:9 (NTV)

9 Mientras caminaba, Jesús vio a un hombre llamado Mateo sentado en su cabina de cobrador de impuestos. «Sígueme y sé mi discípulo», le dijo Jesús. Entonces Mateo se levantó y lo siguió.

que vio Jesus? lo mismo que vio en los discípulos y lo mismo que vio en ti y en mi.

no vio nuestra actual condición, no vio lo que eramos sino lo que seríamos.

No vio nuestra condición sino el propósito de ÉL cumplido en nosotros.

El no veía a Mateo el cobrador de impuestos, sino a Mateo el que daría su vida por El Y el evangelio.

La diferencia de Dios y el hombre es que el hombre mira lo que eres, pero Dios siempre mira quien serás. El no mira la obra en construcción sino que te trata como una obra completada según su propio diseño.

Recuerdo que cuando pasaba por la construcción de uno de los nuevos edificios en Ponce, trataba de descubrir que era lo que iban a hacer, pero no lograba identificar.

en aquel tiempo no había ningún letrero o al menos yo no lo veía.

Pero sabes? El arquitecto y constructor sabían muy bien el resultado final, ellos tenían los planos y el diseño.

Cuantos pueden adorar a Dios al entender que el tiene el plano y diseño de mi vida, que aún cuando no está completa y otros no puedan entender , EL si sabe el resultado final.

¡Por eso nos llama! Y eso se llama Gracia, recibir lo que no merecíamos. No merecíamos ser escogidos, ni salvados, pero el le dio deleite hacerlo.

Hay una historia en la Biblia que me llama la atención en donde veo la Gracia de Dios manifestada. Es la Historia de Mefi- Boset.

Mefiboset era linaje de Rey, su abuelo había sido Saúl, el rey de Israel. Cuando tenía 5 años su papá y abuelo murieron en batalla, A esa misma edad su niñera lo dejó caer de sus brazos y quedó lisiado de los pies.

Esto impedía que aun siendo linaje de Reyes, pudiera llegar al trono, ni tan siquiera llegar al palacio.

Su nombre significa “desgracia” o “el que esparce la vergüenza”

¡Cuanta gente son como Mefi Boset!

Descartados

descalificados

rechazados

marginados

Con linaje pero sin llamado

con promesas pero sin fe

Pero que bueno saber que Dios no nos deja ahí sino que nos invitó a la mesa a ser participes de su Reino.

El Rey David sentó a Mefiboset a su mesa.

Esto es una sombra de lo que Cristo hace con nosotros.

Allí en la mesa nuestra discapacidad queda oculta gracias al mantel de su gracia!

Allí somos restaurados!

Ahora, volvamos a Mateo...

Mateo era un mefiboset que fue restaurado por su amor y gracia.

En respuesta organiza una fiesta e invita a Jesús.

Cuando somos llamados por Cristo, lo menos que podemos hacer es celebrarlo con los amigos.

¿Quienes estaban allí? Sus amigos!

Más cobradores de impuestos

Gente de mala fama

Pecadores

Y Jesús se sentó con ellos

Pero los fariseos cuestionaron la fiesta, ellos no podian entender como un maestro comía con semejante gente y personas.

La pregunta es ¿Quienes son tus invitados a tu mesa?

Exacto, no puedes invitar a nadie que no conoces! Son tus amigos, vecinos y familiares que necesitan conocer que antes eras un lisiado en el espíritu pero hoy has sido restaurado por el poder de Dios.

El problema ha sido que la religión nos ha quitado a nuestros amigos. El espíritu de religiosidad y fariseo ha hecho que muchos de nuestros amigos se alejen en lugar de ser acercados.

Pero creo que se levanta una ola de Hijos de Dios que van a recuperar relaciones, que van a invitar a sus mesas tales como hemos sido llamados a sentarnos en su mesa.

Cristo nos sienta con pecadores, pero los religiosos quieren que nos sentemos a comer solo entre nosotros.

No te has dado cuenta que después que alguien conoce la iglesia se aparta de los demás y solo come con los de su iglesia.

La frase “comiendo juntos” significa compartir todo lo que tenemos con otros.

Creo que la Iglesia está sentada en la mesa y solo reparte migajas a los que no están en ella.

Entonces la pregunta es< ¿Quienes se están alimentado de tu mesa y a quienes solo le das las migajas?

Cristo te sentó para que compartas con TODOS lo que te está alimentando

Recuerda fuiste sentado sin merecerlo, no hiciste nada bueno para merecerlo, no lo ganaste, no lo arrebataste, incluso ni lo buscaste. Simplemente el te invitó desde la cruz a una cena eterna.

Dentro de la obra de Dios, fuimos incluidos para incluir a otros.

Tal vez hoy sea un buen día para que te sientes a su mesa.

H0y es un buen día para que compartas tu mesa con otros.

Eso es parte de hacer la obra de Dios