LAZARO 9 EL PODER DE LA RESURRECCIÓN
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
La semana pasada. la parte 8 de la serie “LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO”: JESÚS LLORA
DESARROLLO
DESARROLLO
INDECISIÓN
¿Por qué indecisión?
37 Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera?
Jesús siempre llamó la atención de todas las personas durante su ministerio. Fíjese usted que los judíos vuelven al incidente de la sanidad del ciego. Es obvio que ese milagro les había impresionado (Jn. 9).
Los dolientes razonaban de la manera siguiente: “Si hubiese podido impedir que Lázaro muriera, lo habría hecho; como no lo hizo, parece claro que no pudo. En realidad, esto nos hace sospechar que lo de la curación del ciego fue una impostura”. Pero Cristo no tardó en convencer y avergonzar a estos murmuradores, pues resucitó a Lázaro, lo cual fue mayor milagro que el haber impedido que muriera.
Los dolientes probablemente se burlaban, otros estaban confundidos y se preguntaban: ¿por qué se había tardado?, ¿por qué no había hecho un mayor esfuerzo para llegar a Betania mientras Lázaro estaba vivo?. Tal vez estaban pensando que las lágrimas de Jesús eran señal de impotencia al no haber podido evitar aquella situación. Un punto a resaltar es que la fe de aquellos descansaba en las señales que hacía y no en la Persona del Hijo de Dios.
La respuesta es que Él:
Job 33:13 “no da cuenta de ninguna de sus razones”
Jesús se demoró porque su propósito no era sanar a Lázaro, era resucitarlo y así dar gloria al Padre y a Él:
2. La Situación.
Juan 11:38 “Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima.”
Como resultado que los dolientes expresan dudas, Jesús otra vez la conmoción interior invade el alma de Jesús. Y digo que otra vez,porque ya lo había hecho en le versículo 33 “se conmovió”. La expresión es similar a la del versículo 33b, con la diferencia (en el original) de que, en el versículo 33, el texto dice literalmente: “se estremeció en el espíritu”, mientras que en el versículo 38 dice: “se estremeció en sí mismo”.
El evangelista añade que el sepulcro “era una cueva, y tenía una piedra puesta encima”.
La cueva se usó desde siglos para enterramientos:
Gn. 23:19 “Después de esto sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva de la heredad de Macpela
Al parecer esta era una cueva natural (la palabra que traduce cueva se usa en otras partes para describir las cuevas naturales, no las hechas por el hombre; aunque a veces las tumbas se labraban artificialmente en las rocas como el que fue sepultado el Maestro:
60 y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.
La tumba de Lázaro estaba localizada fuera de la aldea, de modo que los vivos no se contaminaran ritualmente por el contacto con el cadáver .
Muchas veces las tumbas eran de tamaño suficiente para que las personas caminasen dentro. En una tumba se colocaban varios cuerpos. Después del sepelio, se colocaba una gran piedra frente a la entrada de la tumba para proteger el sepulcro de ladrones y animales, y se daba por terminado el funeral.
No hay sorprendente sobre la tumba, pero lo que si sorprendió y asustó fue la orden concisa, clara y directa que dio el Maestro a Marta, María y a los otros dolientes:
3.
39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
“Quitad la piedra”. Aún no entendía que el Señor pretendía resucitar a Lázaro. Su preocupación era que el cuerpo de su hermano, después de cuatro días en la tumba, habría comenzado a descomponerse. Los judíos no embalsamaban, usaban especias aromáticas para disimular temporalmente el olor del decaimiento. Sin embargo, después de cuatro días, el hedor proveniente del sepulcro y el cadáver putrefacto habría sofocado el aroma de las especias.
Evidentemente, Marta pensó que Jesús quería darle una última mirada al cuerpo de su amigo. Sin embargo, le horrorizaba el pensamiento de ver (y oler) el cuerpo de su hermano en estado de descomposición, o que el cuerpo fuera visto públicamente en esa condición. Según ella, era demasiado tarde para que Jesús hiciera algo por Lázaro; Él no había llegado a tiempo:
Juan 11:21 “Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.”
Dado que su hermano había muerto hacía ya cuatro días (el tiempo perfecto del participio “había muerto” indica que ella creía que Lázaro ya había entrado en estado de muerte permanente), Marta había perdido toda la esperanza.
“Quitad la piedra” ¿Qué hubiera dicho usted? Jesús, No se detuvo el Señor para llorar junto a la puerta del sepulcro. De nuevo la autoridad divina se manifiesta en el mandado a los que le rodeaban para que abriesen la puerta. Cabe preguntarse ¿no tenía poder suficiente para abrirla Él, con Su palabra, sin necesidad de ninguna otra acción? Sin duda. Pero el Señor ordenaba abrir la puerta y todos los que le rodeaban comenzaron a hacerlo.
Abro paréntesis (Hay cosas que Dios ya mandó a hacer…sino las haces, entonces no podrás ver milagros, bendiciones en tu vida).
Es claro en el canon bíblico, que la obediencia a Dios trae recompensas. ¿Obedeces al mandato de Dios?
“Quitad la piedra” En sentido espiritual, es un buen paso hacia la resurrección de una persona a la vida eterna cuando, por medio de la predicación del Evangelio los ministros de Dios, fieles al llamamiento de Cristo lanzan la Palabra al fondo de la tumba del corazón y preparan el camino para que el Espíritu Santo remueva los prejuicios quebrantando la piedra:
29 ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?
El Espíritu Santo hace surgir a la vida al más pecador de los hombre:
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Jesús da vida al estaba muerto en sus delitos y pecados:
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
“Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.”
La lógica humana aparece de nuevo. En el ámbito espiritual la lógica te puede llevar al infierno. Los testigos no puede con la trinidad. La lógica humana no permite ver más allá de lo que está en mis ojos .
“hiede ya” !No hay más que hacer!. ¡Qué cambio tan profundo y tan rápido se produce en nuestro cuerpo tan pronto como lo abandona el alma! Marta pensó que era demasiado tarde, como si dijese: “Señor, es demasiado tarde. Es imposible que este podrido cadáver vuelva a la vida”.
Pero Cristo reprende a Marta por la dosis de incredulidad que todavía le queda a ella. Más aún, le da a entender que el hecho mismo de que el cadáver hieda ya, va a servir para incrementar la gloria del milagro que el poder divino va a obrar: “Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” (v. 40)
“No te he dicho” El problema no es que Dios no nos habla, el problema es que no obedecemos:
12 Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, Y mi corazón menospreció la reprensión; 13 No oí la voz de los que me instruían, Y a los que me enseñaban no incliné mi oído!
Otros hasta el día de hoy buscan que Dios les hable por señales y audiblemente. A estos les digo:
“En vez de buscar una SEÑAL, busca un VERSÍCULO”
“si crees…verás” Está en futuro.
“No te he dicho” ¿Qué fue lo que Jesús dijo? Jesús invita a Marta a reflexionar sobre el significado de sus palabras anteriores:
25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Ella sólo ve lo triste de la muerte; pero Jesús ve la manifestación poderosa de Dios que transformará la muerte en vida.
4. La Oración
41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.
Marta más tranquila por la promesa de Jesús, permite quitar la piedra y así lo hicieron algunos de los presentes. Por supuesto, Jesús no necesitaba su ayuda; una piedra no es obstáculo para Aquel que tiene el poder de resucitar muertos
Jesús no le estaba pidiendo al Padre que resucitara a Lázaro, sino dándole gracias porque Él ya le había oído y le había concedido su petición, como siempre lo hacía.
La oración no fue para el beneficio de Jesús, sino por causa de la multitud que está alrededor, para que creyeran que el Padre había enviado a Jesús:
16 El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.
Generalmente los religiosos de entonces (como también hoy en día), que se jactaban de ser fieles a la Palabra y de amar a Dios, buscaban su gloria personal, cosa que no ocurría con Jesús, empeñado en la gloria de Dios. En ese sentido, la oración de Jesús como hombre, es dirigida al Padre, y tenía que ver con que todos supieran que Él había sido enviado por el Padre y que, por tanto, dependía de Él.
5. El Dunamis de Dios.
Juan 11:43 “Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!
Habiendo concluido su oración, Jesús llamó a Lázaro de vuelta a la vida. El texto enfatiza la fuerza de su orden; el verbo kraugazō (clamó) significa “gritar” o “hablar fuerte”, aun sin la frase a gran voz. Jesús captó la atención inmediatamente de todos los presentes.
Usualmente en esta parte del pasaje se dice que el poder del Señor es tan grande que si no hubiera llamado a Lázaro por su nombre, todos los muertos de las otras tumbas también habrían salido. En un día futuro,así va a suceder. Jesús lo profetizó:
Jn. 5:28-29 “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”
La expresión real de la orden es breve, simple. El texto griego dice literalmente: “¡Lázaro! ¡Aquí! ¡Afuera!”. Tropezando a ciegas fue hacia la voz amada y conocida que lo llamaba, el que había muerto salió.
Aquel que tiene las llaves quitó el seguro a la puerta de la muerte y del Hades:
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.
“Y el que había muerto salió” Juan se refiere ahora al resultado de la voz de autoridad de Jesús. No repite el nombre del resucitado, simplemente se refiere a quien había estado muerto. Dice simplemente que salió, esto es, la voz omnipotente de Jesús, no solo le dio vida sino que lo hizo aparecer fuera de la tumba delante de todos. No es que de alguna manera Lázaro saliese por sí mismo del lugar de muerte, sino que el poder irresistible de la omnipotencia de Dios ordenó al muerto venir afuera y ocurrió inmediatamente. El que estaba en el interior del sepulcro apareció fuera de él.
“atadas las manos y los pies con vendas” El testigo presencial, como es Juan, describe la forma en que estaba Lázaro fuera de la tumba. Salió tal y como lo habían puesto. Esto aporta más evidencia al milagro. No sólo había recibido vida, sino que salió al exterior atado, lo que humanamente hablando era imposible. Una persona atada de manos y pies no puede moverse.
“y el rostro envuelto en un sudario” Juan se fija en el sudario, el muerto no necesito la vista para creer en Jesús, solamente la voz poderosa del Maestro, fue suficiente para obedecer el llamado.
“Jesús les dijo: Desatadle y dejadle ir”
Después del milagro, Jesús dio de inmediato la orden de desatarlo y dejarlo ir.
En este momento, allí bajó Juan la cortina de la escena. No describió la reunión emotiva de Lázaro con Marta y María, ni las reacciones sorprendidas de la multitud. Tampoco narra la experiencia de Lázaro después de la resurrección. Todo ello habría desmerecido las razones para narrar el milagro: 1.poder glorificar al Señor Jesucristo:
Juan 11:4 “Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios”
2. Que los lectores del Evangelio de Juan puedan creer que Él es quien decía ser:
31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
A Lázaro lo desataron después de resucitarlo. Las ataduras de maldad propias del hombre muerto en pecados le son retiradas. Ya no se parece en nada, salvo en su identidad personal, porque la vida que tiene es una vida nueva en Cristo Jesús. Pero algo más, si Lázaro causó con su resurrección un impacto a todos los que le conocían, así también el creyente, resucitado espiritualmente por Jesucristo.Estos, tiene que mostrar una nueva vida de resurrección para mostrar a todos que Jesús tiene poder y con ella glorificar a Dios.
¿La gente puede ver en ti que resucitaste?