Sermón EL LIBRO DE ROMANOS.
Notes
Transcript
Resumen del Libro de Romanos
Resumen del Libro de Romanos
EL LIBRO DE ROMANOS
Estamos terminando el capítulo 8 de la epístola a los Romanos y antes de llegar a estudiar los versículos 33 al 39 me gustaría que hiciéramos una recapitulación de estos primeros ocho capítulos.
Pero antes vamos a orar.
OREMOS.
El mensaje de
Romanos 1–8
Romanos 1–8
Pablo escribe la carta a la iglesia de Roma por varios motivos:
-Anunciar su deseo de visitar Roma y conocer a la iglesia.
- Pablo quiere involucrar a los miembros de la iglesia en Roma en su intención de hacer misioneros.
Presentar la doctrina del evangelio, especialmente en lo referente a la sola fe.
- Establecer una enseñanza escatológica sobre el pueblo de Israel.
- La necesidad de comunión entre los grupos que componen la iglesia de Jesucristo.
- Llevar a los creyentes a entender que la nueva vida en Cristo exige un comportamiento consecuente con ella.
- Expresar su intención de ir a España después de ir a Roma.
En Romanos 15:24 escribe:
“cuando vaya a España iré a vosotros; porque espero veros al pasar y ser encaminado allá por vosotros”.
Pablo nunca había estado en Roma y no conocía a los cristianos que formaban la iglesia en Roma.
Por lo que Pablo en esta carta les expone su evangelio en 16 capítulos.
Empecemos con:
Es muy importante que veamos que Pablo ve un aspecto Multicultural y para todas las naciones.
Es sorprendente que cuando empezamos a leer esta carta, encontramos en ella un enfoque multicultural, global.
En Romanos 1:5 Pablo nos dice la meta de su apostolado: “y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia de la fe en todas las naciones por amor de su nombre;”
Es por eso por lo que Pablo predica el evangelio y es por eso que quiere ir a Roma y también quiere ir a España.
Es el propósito de esta carta: para persuadir a la fe en Jesucristo “entre todas las naciones” y a la obediencia que esta fe conlleva.
Romanos es un libro que habla de naciones –y de los que todavía no creen en Jesucristo.
A las personas que no están justificados y todavía no han sido santificados y por lo tanto no serán glorificados si no son alcanzados con el evangelio.
Pablo, en el versículo 14, dice nuevamente cuál es su obligación como apóstol de Jesucristo:
“A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor”.
Y también de los judíos, dice en el versículo 16:
“Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para salvación de todo aquel que cree; al judío primeramente y también del griego”
¡judíos, griegos, bárbaros, sabios, ignorantes!
ESCUCHEN:
Esta carta de Pablo a los Romanos se abre paso a través de las distinciones nacionalistas, culturales, y educacionales.
Hoy, y creo que es (un momento muy similar al primer siglo cuando la iglesia de Cristo se esparció tan rápidamente) es muy importante que veamos este enfoque de Romanos.
El ser un hijo de Dios, el ser un cristianismo no es una religión tribal, sino que es un llamado a la fe y a la obediencia a cada idioma, pueblo y nación.
ESCUCHEN:
Jesús no es un Dios entre muchos, JESÚS es el Señor de señores y el Rey de reyes, y no hay otro nombre bajo el cielo en que todos los hombres puedan ser salvos.
El mensaje de la carta a los Romanos no es que hay un camino de salvación entre muchos.
Jesús es el único camino de salvación porque Cristo es el único Hijo de Dios y Salvador.
Este argumento ha sido discutido siempre.
Y es discutido hoy en México y el mundo, aun entre los que se dicen ser cristianos, y por supuesto, entre los musulmanes y los judíos.
Qué todas las religiones llegan al mismo lugar.
Que no hay cielo ni infierno. Etc.
Ante la perspectiva de lo que Jesús dijo:
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.” (Juan 3:36),
En lo que se refiere a los gentiles que le aceptan y a los judíos que le rechazan, Jesús dijo:
“Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos. 12 mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 8:11–12).
Es esencial que veamos el reclamo universal del mensaje Pablo a los Romanos.
No estamos argumentando con opiniones humanas, o filosóficas de la nueva era, o con un programa de auto ayuda, o con una religión, o con algo parroquial y limitado.
Estamos hablando de las noticias verdaderas de que Dios, Omnipotente y Omnipresente, actúa de manera única en la historia para salvar a las personas al enviar a su Hijo a morir por los pecadores y resucitar.
Rechazar esta buena nueva, este evangelio es morir.
La idea central del argumento de Pablo:
Romanos 1:16–17
Pablo declara su idea central en Romanos 1:16–17; y después la va a explicar y ampliar en el resto de la carta:
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; del judío primeramente y también del griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”.
Primero:
Pablo explica que este mensaje –su evangelio- es poder y misericordia para salvación del hombre.
Esta salvación es por fe.
El poder del evangelio para salvar penetra en nuestras almas con fe en Jesucristo.
Pablo en el versículo 17, él explica por qué el evangelio tiene este poder:
“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela”.
El evangelio tiene el poder para salvar a aquellos que creen y confían en Cristo porque revela la justicia de Dios por fe y para fe.
¿Qué significa esto?
Romanos 1:18–3:20:
PABLO NOS EXPLICA:
¿Por Qué Todos Necesitamos Ser Salvados?
Antes de explicar qué es lo que esto significa, Pablo dedica desde Romanos 1:18 hasta Romanos 3:19 para mostrarnos por qué todos necesitamos ser salvados.
Ya lo vimos los domingos pasados.
¿Se acuerdan?
Podemos leerlo en el resumen en Romanos 3:9:
“pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado”.
Y el versículo 19:
“para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios”.
Entendemos que todos somos pecadores.
Es importante para Pablo que entiendas eso.
Todos estamos bajo la ira de Dios.
(Romanos 1:18).
No tenemos una justicia que nos pueda justificar ante el juicio de Dios, y
Pablo en Romanos 3:20 lo dice con claridad que nunca podremos salvarnos o justificarnos a nosotros mismos:
“Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él”.
ESCUCHA:
TODOS Somos pecadores.
Todos estamos bajo la justa y santa ira de Dios.
Y no podemos justificarnos o salvarnos a nosotros mismos por medio de las obras.
Romanos 3:21–31:
La Revelación De La Justicia De Dios Por Fe En Jesús Y Sus Implicaciones
Ahora Pablo regresa a la idea central de Romanos 1:16–17 y explica el significado de que el evangelio es poder de Dios para salvar a los creyentes porque revela la justicia de Dios por fe.
Pablo escribe en el versículo 21–22:
“Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios [aquí retoma la idea de la justicia de Dios que se revela en el verso 17], ha sido manifestada por la ley y los profetas; es decir, la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él”.
Pregunto:
¿Cuál es la justicia revelada de Dios que da su poder al evangelio y salva a los creyentes?
Es:
“la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo”.
Es la justicia de Dios revelada como un regalo a través de la fe.
Es lo que llamamos justificación.
Así que Pablo dice en el versículo 24 que los pecadores que creen y confían en Cristo son:
“siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”.
ESCUCHA
La revelación de la justicia de Dios que hace que el evangelio sea el poder de Dios para salvación es la demostración y el don de la justicia de Dios a los pecadores que confían en Cristo.
PABLO EN Romanos 3:25 nos explica cómo Dios puede justificar a los pecadores sin ser injusto:
“a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia los pecados del pasado”.
Dios decretó que su Hijo Jesucristo muriera en nuestro lugar con el fin de que la ira de Dios y su maldición fuera sobre su Hijo y no sobre los que creen.
Así Dios muestra su repulsión por el pecado y su justicia al enfrentarlo.
Por lo que, como dice el versículo 26,
Dios puede ser el justo y el que justifica al que es de la fe en Jesús.
ESCUCHA:
Por lo que estamos seguros de que la muerte de Cristo es el fundamento de nuestra justificación.
Si creemos en Jesús, Dios nos cuenta como justos por amor de Jesús.
Así Somos vistos y tratados como justos por Dios.
Eso es lo que llamamos la justificación.
Y en el versículo 28, Pablo explica con claridad que esta justificación ante Dios no es por obras, sino por fe:
“Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley”.
Es muy importante que no perdamos de vista la implicación misionera, global, multicultural que tiene esta carta.
Pablo en Romanos 3: 29–30:
“¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión”.
La justificación por fe en Cristo es el fundamento que tenemos para todas las naciones, la cruz de Cristo, la resurrección y la forma para ser justificados ante Dios:
Habiendo recibido su justicia imputada por fe en Cristo, no por obras.
Romanos 4:
El ejemplo de la Justificación De Abraham Por Fe sin considerar las Obras.
En el capítulo 4 Pablo explica que la justificación por fe aparte de las obras poniendo a Abraham como ejemplo:
“Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia” (versículo 3).
Estos versículos están edificados sobre el ejemplo de Abraham (versículo 5):
“mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia”.
No son las obras de la persona las que justifican, sino la fe.
Pablo pretende con esto, que este concepto quede muy claro.
Y no son los piadosos los que son justificados, sino los pecadores.
Estas son buenas noticias que Pablo presenta en el mensaje de la epístola a Romanos.
Romanos 5:
LOS RESULTADOS DE LA JUSTIFICACIÓN.
Tenemos Esperanza y Seguridad para enfrentar el Sufrimiento y la Muerte
En el capítulo 5 Pablo resume lo dicho en el versículo 1:
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
Pablo nos muestra la realidad del sufrimiento y la muerte para los que estamos justificados –y nos anticipa el énfasis que veremos a cerca del sufrimiento y del cual Pablo trata en el capítulo 8.
En Romanos 5: 3 Pablo describe por qué nos podemos regocijar en la tribulación –
porque produce en nosotros paciencia, un carácter probado, y esperanza.
Luego enfrentando lo que la tribulación conlleva Pablo arguye exactamente lo mismo que dice en el capítulo 8 –desde lo más grande hasta lo más pequeño- si Dios puede hacer lo difícil, puede hacer también lo más fácil.
Recuerde que en Romanos 8:32 dice:
“El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros [lo difícil], ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? [Lo más fácil]”.
Esto es exactamente lo mismo que argumenta en
Romanos 5:9:
“Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre [esto es lo difícil], por él seremos salvos de la ira. [lo más fácil]”.
Este es el mismo tipo de argumento que utiliza en el verso Romanos 5:10:
“Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo [lo difícil], mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida [lo más fácil]”.
La idea es darnos esperanza y seguridad al enfrentar el sufrimiento y la muerte, tal como sucede en Romanos 8.
El cristianismo normal es tribulación.
“Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.” (Hechos 14:22).
No debemos olvidar que el mensaje de Romanos está basado en el contexto del sufrimiento que se espera.
La muerte es una realidad masiva en todas las culturas.
ESCUCHEN
SI tenemos un evangelio, debemos buscar una explicación para la muerte y alguna esperanza para enfrentarla.
¿no creen?
📷📷📷Pablo en Romanos 5:12–21 lo hace.
Y utiliza a Adán, y como su desobediencia a Dios trajo pecado y muerte,
Y con Cristo, cuya obediencia a Dios trajo justicia y vida.
En Romanos 5:19 declara el contraste con más claridad:
“Porque así como por la desobediencia de un hombre [Adán] los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno [Cristo] los muchos serán constituidos justos”.
El pecado y la condenación de Adán nos fueron imputados porque estamos unidos a él por nacimiento; así que la obediencia de Cristo y su exoneración nos fue imputada porque estamos unidos a él por fe.
Entonces Pablo resume el triunfo de la gracia por medio de Cristo en Romanos 5: 21:
“… para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo Señor nuestro.”
Romanos 6:
MUERTOS AL PECADO, VIVOS EN CRISTO.
La Unión Con Cristo Es Muerte Al Pecado Y La Liberación De La Esclavitud
Esto nos lleva a un problema que tiene que ser resuelto:
Si realmente somos justificados solo por fe, y donde el pecado abunda, sobreabunda la gracia, entonces
¿por qué no pecamos para que la gracia sobreabunde?
Pablo responde en el capítulo 6
Con todo esto Pablo nos enseñanza que la fe nos une a Cristo de un modo real a fin de que realmente experimentemos junto con Cristo la muerte al pecado y la liberación de su esclavitud (6:6, 17–18).
Todos los justificados están siendo santificados.
Romanos 7:
EL PECADO QUE ESTÁ EN MÍ.
Muertos A La Ley Para Que Pertenezcamos A Otro
En el capítulo 7 Pablo argumenta que no somos santificados (o hechos como Jesús) cuando solo estamos orientados a la obediencia de la ley.
“Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.” (Romanos 7:4, 6).
La vida cristiana es vivida en el don gratuito y la ardiente búsqueda de una relación con Jesucristo “para que seáis de otro” (Romanos 7:4).
Esto es de Cristo.
La primera mención de los santos como unidos a Cristo como Esposo lo vemos en
Efesios 5:25-27 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.”
2 Corintios 11:2 “Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.”
Cristo es el poder y la misericordia, el modelo y el precepto de la vida cristiana.
Concluyendo el capítulo 7 con versículo 25
“Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Yo Mismo <Esta es la conclusión, en pocas palabras, por la cual demuestra que los creyentes jamás llegaremos al fin y perfección de la justicia en tanto estemos en la carne; mas siempre estamos en camino de alcanzarla, pero no debemos desistir>
Romanos 8:
VIVIENDO EN EL ESPÍRITU
Nada Nos Podrá Separar Del Amor De Cristo
Con esto terminamos la primera parte del estudio del libro de Romanos,
Llegando a Romanos 8, el gran capítulo 8.
¿Quién nos separará del amor de Cristo?
Romanos 8: 35
¿Puede ver la relación que tiene este texto y Romanos 7:4?
Ahora estamos muertos a la ley para que podamos pertenecer a otro –al que fue resucitado de entre los muertos, A Jesucristo.
Esta es la esencia de la vida y la esencia de la muerte
¿Quién nos separará del amor de Cristo?
ESCUCHA:
¿Quién nos separará del amor de Dios en Cristo?
Nada
“Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos; así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. 9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.” (Romanos 14:8–9).
Vimos la semana pasada los versículos Romanos 8: 28
¿se acuerdan? Espero que sí.
“Y sabemos que los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Veamos los versículos finales de Romanos 8: 33-39
“Quién acusará a los escogidos de Dios? Versículo 33
ESCUCHEN:
El primer y más grande consuelo que tenemos los hijos de Dios cuando atravesamos adversidades (no me digas que no lo has experimentado) es estar seguros de la bondad y fidelidad de Dios hacia nosotros, porque de aquí confirmamos la salvación por medio de Jesucristo, que pone en paz a nuestra alma, que pone dulzura en las adversidades, y aminora el dolor.
Por eso lo sabemos.
“¿Quién nos separará del amor de Cristo?”
Pablo nos da una lista muy extensa de lo que nada nos puede separar del amor de Dios.
No importa por lo que pasemos, sabemos que al final el propósito de Dios se cumplirá.
Pablo pregunta, será acaso la tribulación. O angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro o espada?
Y Pablo ahora incluye el Salmo 44:22
“Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.” Romanos 8:36
Pablo está tratando de decirnos que los hijos de Dios podemos esperar de parte de nuestros “enemigos” el odio a la justicia y no habrá nada que se los impida.
Efesios 4:29 “Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora.”
Por eso nos dice Pablo:
“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquél que nos amó.” Versículo 37
Esto no se refiere a que ahora viviremos sin problemas, No.
Recuerda que no hay victoria sin batalla.
Esto quiere decir que enfrentaremos batallas todos los días.
Pero no son batallas como el mundo las conoce, son batallas espirituales, porque ahora vivimos en el Espíritu.
Romanos 8:9
“Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros.”
Entonces la premisa para ser vencedores esta en que caminemos en el Espíritu Santo.
Si no estamos en el Espíritu, estamos en la carne, y en la carne no agradamos a Dios.
Romanos 8:8
“y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.”
Por lo que el Espíritu Santo nos guía y nos ayuda en nuestra debilidad para que ahora podamos ser vencedores y más que vencedores.
El propósito de Dios es que seamos a imagen de Cristo, esto quiere decir que entre más seamos como Cristo, ser vencedor es caminar de acuerdo con el Espíritu Santo.
Si amamos a Dios y somos llamados conforma a su propósito, seremos vencedores y más que vencedores.
Y si lo complementamos con versículo 28 que todo obra para bien, es difícil creer esto cuando pasamos por circunstancias no nos gusta vivir, se que es difícil, cuando lo que estamos pasando no tiene sentido, y es aquí cuando necesitamos usar nuestra fe para ver más allá.
Yo se que a veces se nos presentan situaciones para probar nuestra fe y probar como respondemos,
¿Respondemos según la carne o según el Espíritu?
¿caminamos en obediencia a Dios o a nuestros deseos?
¿Le creemos a Dios, o a nuestra carne, nuestros sentimientos.
La respuesta que demos tiene mucho que ver cómo enfrentamos nuestras batallas.
Aquí es cuando debemos aplicar lo aprendido en Romanos.
Recordemos que Dios nos ha predestinado para que fuéramos como su Hijo Jesucristo.
En Cristo somos llamados, justificados, y glorificados (Romanos 8:29)
Como hijos de Dios debemos recordar que no nos debemos desanimar cuando enfrentemos problemas, y pruebas difíciles a veces decimos que enfrentamos a nuestros gigantes y Pablo nos recuerda que si dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
Estas verdades que hemos visto en estos primeros 8 capítulos preparan nuestro corazón para saber que nada puede separarnos del amor de Cristo.
¿quién nos separará del amor de Cristo?
No hay adversidad que nos pueda separar de Cristo y por eso somos más que vencedores.
Cómo nos podemos mantener así.
1.- Primero debemos caminar conforme al Espíritu Santo, conforme a la Palabra de Dios.
2.- Debemos aprender a vivir en fe confiando en Cristo para el resultado final.
3.- Acuérdate que si Dios es por nosotros, quien contra nosotros, confirmando que Cristo está con nosotros.
4.- Debemos aprender a confiar en Dios.
5.- Debemos permanecer en Cristo, por eso no hay adversidad que nos separe del amor de Cristo.
En eso está la victoria y nuestra responsabilidad es perseverar en Cristo.
Gracias Dios por que en ti somos más que vencedores.
Amén.