Enseñando a nuestra familia el Gran Mandamiento.

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Deuteronomio 6:4-9
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. 5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.

Introducción:

¿Qué importancia tiene para el hombre ser cabeza del hogar?

 Para entender nuestra importancia como jefes de hogar estudiaremos los siguientes ejemplos de hombres de las Escrituras:
1. Adán.
Romanos 5:12–21 RVR60
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. 15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. 16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. 17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. 18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. 20 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; 21 para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
Como representante de la humanidad al desobedecer el mandamiento del Señor puso a toda la humanidad bajo pecado.
2. Caín.
Génesis 4:16–24 RVR60
16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. 17 Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc. 18 Y a Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael, y Mehujael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec. 19 Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila. 20 Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados. 21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta. 22 Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama. 23 Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi golpe. 24 Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será.
Por no creer en la Palabra del Señor y por alejarse de él, sus descendientes no conocieron al Señor.
3. Set.
Génesis 4:1–8 RVR60
1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. 8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.
Hebreos 11:4 RVR60
4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.
Génesis 4:25–26 RVR60
25 Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín. 26 Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.
Este siguió el camino de Abel, sus descendientes invocaron el nombre del Señor.
4. El Señor Jesús.
Romanos 5:12–21 RVR60
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. 15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. 16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. 17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. 18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. 20 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; 21 para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
Como cabeza nuestra, por su obediencia a la ley de Dios, nos trae la salvación a nosotros.
5. El carcelero de Filipos.
Hechos de los Apóstoles 16:25–34 RVR60
25 Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. 26 Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. 27 Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. 28 Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. 29 El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; 30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33 Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.
Se le dijo que si él creía en el Señor toda su familia alcanzaría la salvación también.
Por lo tanto, es nuestra responsabilidad andar rectamente con el Señor, creyendo y viviendo en él conforme a su Palabra y además de eso instruir a nuestra familia en el conocimiento del verdadero Dios, si descuidamos nuestra responsabilidad nuestros descendientes seguirán el mal camino.

¿Cómo cumpliremos bien nuestro rol como cabezas de familia?

Deuteronomio 6. La Palabra del Señor nos manda a que debemos enseñar a nuestra familia el conocimiento del verdadero Dios por medio de la lectura y enseñanza de la Palabra.
Debemos hacer el firme compromiso de trabajar en nuestra familia para no solo proveerle lo material sino también para su formación espiritual.

1. ¿A quién va dirigido este gran mandamiento?

Al Israel de Dios, es decir a su pueblo que él ha redimido.
Deuteronomio 5:1–6 RVR60
1 Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos; aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra.2 Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb.3 No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos.4 Cara a cara habló Jehová con vosotros en el monte de en medio del fuego.5 Yo estaba entonces entre Jehová y vosotros, para declararos la palabra de Jehová; porque vosotros tuvisteis temor del fuego, y no subisteis al monte. Dijo: 6 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

2. ¿Quiénes pertenecen a este Israel de Dios?

Todos los que con verdadero arrepentimiento han confiado en Jesús, el hijo de Dios, reconociéndolo como el Señor y que tiene autoridad de darles el perdón de sus pecados (1), estos pertenecen al Israel de Dios (2).
Hechos de los Apóstoles 3:19 RVR60
19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
Hechos de los Apóstoles 16:30–31 RVR60
30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
2.
Gálatas 3:24–29 RVR60
24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. 25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, 26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. 28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.
1 Pedro 2:9–10 RVR60
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

3. ¿Se dirigen estas palabras de manera especial a un tipo de persona del Israel de Dios?

Si, se dirigen a los varones, que son las cabezas de familia (1), los cuales deben enseñar a su hijos este gran mandamiento y todos los mandamientos del Señor (2). 
Deuteronomio 6:2–7 RVR60
2 para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.3 Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres. 4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. 5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
2.
Deuteronomio 6:20–25 RVR60
20 Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos que Jehová nuestro Dios os mandó? 21 entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de Egipto con mano poderosa. 22 Jehová hizo señales y milagros grandes y terribles en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su casa, delante de nuestros ojos; 23 y nos sacó de allá, para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres. 24 Y nos mandó Jehová que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a Jehová nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos conserve la vida, como hasta hoy. 25 Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como él nos ha mandado.

4. ¿Con qué propósito tenemos los varones que enseñar a nuestras familias los mandamientos del Señor?

Tenemos que enseñar los mandamientos del Señor a nuestra familia para que vivan conforme a la voluntad del Señor(1), para que nosotros y nuestros hijos temamos a Dios (2), para que no nos olvidemos de Dios quien nos redimió (3), para que nosotros, y nuestros hijos amemos al Señor con todo el corazón (4) y para guardarnos de entregar nuestros hijos a los impíos (5).
Deuteronomio 6:1 RVR60
1 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla;
2.
Deuteronomio 6:2 RVR60
2 para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.
Deuteronomio 6:13–17 RVR60
13 A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás.14 No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos;15 porque el Dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está; para que no se inflame el furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la tierra. 16 No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah. 17 Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus testimonios y sus estatutos que te ha mandado.
3.
Deuteronomio 6:10–12 RVR60
10 Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste,11 y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies,12 cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
4.
Deuteronomio 6:5 RVR60
5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Mateo 22:34–40 RVR60
34 Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. 35 Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: 36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
5.
Deuteronomio 7:1–4 RVR60
1 Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú,2 y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.3 Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.4 Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.

5. ¿Cómo comienza este gran mandamiento?

R: Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Deut. 6.4

6. ¿Qué quiere decir la frase Jehová nuestro Dios?

R: Que debemos reconocer que Jehová, el Dios que se nos revela en las Escrituras, es el que nos redimió por medio de su Hijo (1) y nos ha hecho su pueblo, y por lo tanto nosotros le reconocemos como nuestro Dios.(2)
1. Comparar los siguientes textos:
Deuteronomio 5:6 RVR60
6 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
con
Mateo 1:21 RVR60
21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
1 Pedro 1:18–21 RVR60
18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,21 y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
2. Ver también:
1 Pedro 2:9–10 RVR60
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

7. ¿Hay algo particular que nos enseña esta verdad?

R: Que debemos asegurarnos, tanto nosotros como nuestros hijos, de que realmente hemos sido redimidos por el Señor y que le pertenecemos a Él. 
2 Corintios 13:5 RVR60
5 Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?
Juan 10:25–29 RVR60
25 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
1 Juan 2:18–19 RVR60
18 Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.

8. ¿Cómo podemos asegurarnos que nuestros hijos conozcan al Señor?

R: Presentándoles, por medio de las Escrituras, a Jesucristo como el Hijo de Dios quien murió, resucitó y tiene la autoridad de perdonar los pecados (1) y animándoles a buscarle con arrepentimiento y fe en él como el Señor. (2)
1.
2 Timoteo 3:14–15 RVR60
14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
Hechos de los Apóstoles 4:9–12 RVR60
9 Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado, 10 sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. 11 Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
2.
Hechos de los Apóstoles 3:19 RVR60
19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

9. ¿Qué quiere decir la Escritura con Jehová uno es?

R: Que no hay otro Dios, sólo él es el verdadero y debe ser reconocido y adorado por nosotros. 
1 Corintios 8:5–6 RVR60
5 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), 6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.
Deuteronomio 5:7 RVR60
7 No tendrás dioses ajenos delante de mí.

10. ¿Quiere decir esta frase que en Dios solo existe una persona y no hay tal cosa como la trinidad?

R: En ninguna manera ya que la Escritura enseña claramente que este único Dios está conformado por tres personas las cuales están unidas y comparten los atributos de la deidad.  
Comparar
Deuteronomio 6:4 RVR60
4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
“uno es” con
Génesis 2:24 RVR60
24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
“una sola carne”, en el hebreo es la misma palabra que denota unidad.
Mateo 28:19 RVR60
19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

11. ¿Qué concluimos de esta parte?

R: Que es nuestro trabajo como padres darles a nuestros hijos el conocimiento del verdadero Dios revelado en las Escrituras y asegurarnos de que ellos pertenezcan al Señor.

12. ¿Cuál es el gran mandamiento?

R: Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 
Deuteronomio 6:5 RVR60
5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Deuteronomio 10:12 RVR60
12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;
Mateo 22:34–40 RVR60
34 Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. 35 Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: 36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

13. ¿Qué quiere decir este mandamiento?

R: Que debemos amar a Dios con todo nuestro ser, dándole el primer lugar en nuestra vida. 
Deuteronomio 5:7 RVR60
7 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Mateo 10:37 RVR60
37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;
Filipenses 3:8 RVR60
8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,

14. ¿Por qué debemos amar a Dios?

R: Porque él es digno de ser amado ya que nos creó para que vivamos para él (1) y porque demostró su amor por nosotros al redimirnos por medio de su Hijo. (2)
1.
Apocalipsis 4:11 RVR60
11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
2.
Juan 3:16 RVR60
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
1 Juan 4:19 RVR60
19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.

15. ¿Porqué es importante este mandamiento?

R: porque al obedecerlo estaremos cumpliendo la ley de Dios. 
Mateo 22:40 RVR60
40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
(el gran mandamiento, junto con el mandamiento de amar al prójimo constituyen el resumen de la ley)

16. Por lo tanto, ¿Cómo demostramos que amamos a Dios con todo nuestro ser y por sobre todas las cosas?

R: Dándole el lugar más importante como nuestro verdadero Dios, adorándolo como él lo manda en su Palabra, honrando su nombre, consagrando el día que él estableció para adorarle (1) y obedeciendo todos los demás mandamientos. (2)
1.
Deuteronomio 5:7–15 RVR60
7 No tendrás dioses ajenos delante de mí. 8 No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 9 No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 10 y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. 11 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque Jehová no dará por inocente al que tome su nombre en vano. 12 Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. 13 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 14 mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú. 15 Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.
2.
Juan 14:15–23 RVR60
15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. 19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. 20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. 21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. 22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? 23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.

17. ¿Qué nos enseña este mandamiento como jefes de hogar?

R: Que debemos instruir a nuestra familia, por medio de las Escrituras, que Dios debe ser amado y tenido como lo más importante, y que debemos organizar nuestras vida y nuestro hogar de modo que Dios sea el centro de todo lo que hacemos.

18. ¿Qué debemos hacer con los mandamientos de Dios?

R: Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Deuteronomio 6:6–7 RVR60
6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.

19. ¿Qué quiere decir guardar las palabras de Dios en el corazón?

R: Que debemos atesorar en nuestro corazón toda la Palabra de Dios de modo que la valoremos y amemos, que ella ocupe el lugar más importante en nuestros afectos y emociones, y sea nuestro continuo deleite.
Deuteronomio 11:18 RVR60
18 Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos.
Lucas 2:51 RVR60
51 Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.
Salmo 1:2 RVR60
2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.

20. ¿Por qué es importante guardar la Palabra de Dios en nuestro corazón?

R: Porque al tenerla guardada en nuestro corazón ella nos librará del pecado (1) y hablamos naturalmente de ella a nuestros hijos (2) y nuestras palabras serán de edificación (3).
1.
Salmo 119:11 RVR60
11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.
2.
Deuteronomio 6:7 RVR60
7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Lucas 6:45 RVR60
45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
3.
Colosenses 3:16 RVR60
16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
Efesios 4:29 RVR60
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.

21. ¿Qué debemos hacer una vez que hemos guardado la Palabra en  nuestro corazón?

R: y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 

22. ¿Qué quiere decir este mandamiento?

R: Que debemos enseñar continuamente a nuestros hijos la Palabra de Dios, en todo momento y en todo lugar (1), que nuestras conversaciones con nuestros hijos sean de edificación, conforme a la Palabra de Dios y no conforme a la sabiduría de los hombres (2)
1.
Deuteronomio 11:19 RVR60
19 Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes,
Deuteronomio 4:9 RVR60
9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Proverbios 22:6 RVR60
6 Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
2.
1 Corintios 3:19–20 RVR60
19 Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. 20 Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.
Santiago 3:15–17 RVR60
15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.17 Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.

23. ¿Qué concluimos de esta parte?

R: Que debemos atesorar la Palabra de Dios en nuestro corazón como algo muy valioso, de modo que cada día nos alimentamos de ella y así, con la sabiduría de Dios, enseñar a nuestros hijos en todo momento y en todo lugar. También nos enseña que como jefes de hogar debemos tener tiempos en nuestra vida familiar donde leamos y enseñemos la Palabra de Dios a nuestra familia. 

24. ¿Cuál es la última parte de este texto?

R: Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Deuteronomio 6:8–9 RVR60
8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.

25. ¿Qué significaban estas palabras para el Israel de Dios en ese tiempo?

R: Que ellos tenían que tener presente los mandamientos como una señal que les recordara en todo momento la ley, la presencia y las obras de Dios, para esto ellos utilizaban señales físicas de los mandamientos en sus manos, frentes y casas.
Deuteronomio 11:18–21 RVR60
18 Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. 19 Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes, 20 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas; 21 para que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra.
Éxodo 13:1–9 RVR60
1 Jehová habló a Moisés, diciendo:2 Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es. 3 Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado. 4 Vosotros salís hoy en el mes de Abib. 5 Y cuando Jehová te hubiere metido en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del heveo y del jebuseo, la cual juró a tus padres que te daría, tierra que destila leche y miel, harás esta celebración en este mes. 6 Siete días comerás pan sin leudar, y el séptimo día será fiesta para Jehová. 7 Por los siete días se comerán los panes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado, ni levadura, en todo tu territorio. 8 Y lo contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que Jehová hizo conmigo cuando me sacó de Egipto. 9 Y te será como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Jehová esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó Jehová de Egipto.

26. ¿Qué significado tiene para nosotros hoy?

R: Lo mismo que ellos, pero más exactamente tener presente la Palabra en nuestro corazón todo el tiempo para recordar la ley de nuestro Dios, su presencia y sus obras, de modo que no nos apartemos de él.  
Proverbios 3:3 RVR60
3 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Atalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón;
Proverbios 6:21 RVR60
21 Atalos siempre en tu corazón, Enlázalos a tu cuello.
Proverbios 7:3 RVR60
3 Lígalos a tus dedos; Escríbelos en la tabla de tu corazón.

27. ¿Qué quiere decir tener la palabra como una señal en la mano y como frontales entre los ojos?

R: Que la Palabra debe guiar nuestras acciones (manos) y como razonamos y trazamos el curso de nuestra vida (ojos).

28. ¿Qué quiere decir escribir los mandamientos de Dios en los postes y puertas de la casa?

R: Que así como los postes de la casa sirven para sostenerla, lo que debe sostener y mantener el hogar y la familia debe ser la Palabra de Dios, y así como la puerta sirve para salir y entrar de la casa, la Palabra de Dios debe encontrarse en el hogar y debe llevarse del hogar cuando salgamos de él.

29. ¿Para esto es imprescindible usar señales físicas?

R: El leer la Palabra, enseñarla, orarla, recitarla, y cantarla son actividades no solo espirituales sino físicas que nos ayudan a recordar la ley del Señor, las cuales todos debemos hacerlas y todo el tiempo, pero el llevar alguna señal en nuestro cuerpo o en nuestras son de gran ayuda, pero el hacerlo queda a la conciencia y decisión de cada uno.  

30. ¿Qué concluimos del Gran mandamiento?

R: Que por sobre cualquier otra cosa, ya sea el dinero, las riquezas o la educación, toda nuestra vida personal y nuestra vida familiar tiene que girar en torno a Reconocer a Dios y amarle con todo nuestro ser y que para que esto ocurra debemos en todo momento y en todo lugar tener presente la Santa Palabra de Dios. 
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