Fieles en nuestra conducta parte 4

INTRODUCCIÓN:

Hablamos el último martes, en relación a la posición que tenemos en Cristo.(4:20–24)

La enseñanza de la palabra de Dios a través del apóstol Pablo, establece que nosotros los cristianos en contraste (de) con el “viejo hombre” (vv. 17–19),

No hemos aprendido así a Cristo.

Nuestras mentes ya no están entenebrecidas;

Nuestras vidas ya no estaban separadas de Dios;

Nuestros corazones ya no están endurecidos e impuros.

Cristo es el sujeto (le habéis oído) y la esfera de nuestro aprendizaje (habéis sido por él enseñados conforme a la verdad que está en Jesús)

Esta enseñanza y aprendizaje es conforme a la verdad, que está en Jesús, porque él es la verdad (Jn. 14:6).

El contenido de este aprendizaje tiene dos áreas:

(1) El creyente se ha despojado del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos (cf. Ef. 4:17–19).

(2) Se ha vestido del nuevo hombre, que ha sido creado según Dios en la justicia y santidad que tienen su base en la verdad (v. 24).

Como Creyentes estamos llamados a tener una nueva actitud en nuestra mente; ya no una mente vana en nuestros pensamiento, ni entenebrecida en nuestro entendimiento, o una mente ignorante.

Sino como nuevas personas en Cristo, y por tanto, ya no podemos vivir como los gentiles, como declaran las siguientes exhortaciones, que nos da Dios a través del apóstol Pablo:

Efesios 4:25–32 RVR60

25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. 26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. 29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

En estos versículos encontramos que, la única evidencia confiable de que una persona ha sido salvada no es una experiencia pasada de recibir a Cristo sino una vida presente que refleja a Cristo.

1 Juan 2:4 RVR60

4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;

Hermanos,las criaturas nuevas actúan como criaturas nuevas.

“ Dios no está haciendo nuevas criaturas a los creyentes de una manera progresiva, sino que los creyentes son aquellos a quienes Él ya ha convertido en nuevas criaturas” 2 Corintios 5.17

2 Corintios 5:17 RVR60

17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Entonces hablamos de mostrar que realmente somos cristianos, hijos de Dios, nacidos de nuevo, de una manera practica.

Dios a través del apóstol Pablo, nos da cinco exhortaciones acerca de la conducta del creyente compuestas de tres partes:

(1) Un mandato negativo,

(2) Un mandato positivo

(3) La razón del mandato positivo

I. Hablar la verdad y desechar la mentira.

“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros”(V. 25)

El mandato negativo: “Desechen la mentira”

Mandato Positivo: “Hablen la verdad”

La razón para esta exhortación es que “los creyentes son miembros los unos de los otros en el cuerpo de Cristo, la iglesia”

Hermanos, es una característica o bandera que habla de quienes somos ahora, de lo que antes eramos y ahora ya no somos.

Hermano, un creyente puede caer en la mentira tanto como puede caer en cualquier pecado, pero si mentir es un hábito continuo en su vida que procede de un corazón que procura engañar, carece de toda base bíblica para creer que es un cristiano.

La persona que miente de forma persistente como algo que forma parte regular de su vida cotidiana, demuestra que es hijo del diablo y no de Dios (Jn. 8:44).

Por otro lado los mentirosos no heredarán el reino de Dios.

Apoc. 21:8

II. Enojarse pero, no pecar.

“ Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo” ( V. 26-27)

Mandato negativo: “No pequen”

Mandato Positivo: “ Pueden airarse(enojarse)”

La razón, es que no demos lugar al diablo.

Hermanos, tenemos entender que el enojo es parte de nuestra naturaleza humana, va a salir en distintos momentos de nuestra vida, el asunto es como reaccionamos con nuestro enojo.

El uso de la palabra airaos(enojarse), en el nuevo testamento, puede representar una emoción buena o mala, dependiendo de los factores de motivación y propósito.

En la declaración que el apóstol Pablo nosa da, al decir airaos, él está aprobando la indignación justa, el enojo hacia todo lo malo y todo lo que se hace principalmente en contra la persona del Señor y contra su voluntad y propósito, en contra de lo que dice su palabra.

Entonces hablamos acerca de un enojo que detesta todo loq ue lleva a la inmoralidad y la impiedad.

Muchas veces nos vamos a encontrar con un comportamiento impío, inmoral en la gente, aún en la iglesia, alguien dice o levanta un falso, o alguien te miente, o causa daño, a la moral, eso obviamente nos va a enojar, o nos enojará alguien que ofende o blasfema a Dios.

Pero Pablo dice, se pueden enojar, pero, no deje que su enojo les lleve a pecar, la manera de evitar ese pecado es “mantener cuentas cortas”, tratar con el enojo antes de que el sol se ponga.

Y como dijimos la razón es que al diablo le gustaría intensificar el enojo justo del cristiano contra el pecado, haciendo que se vuelva pecado en sí mismo.

Esto a su vez da al diablo lugar, la oportunidad de llevar a ese cristiano a un mayor pecado, ya no solo se enoja, sino que pasa, a otro nivel que puede llevar a decir o pensar algo que no conviene o actuar de forma inapropiada.

Entonces el enojo comienza a controlar al creyente, en lugar de que el creyente controle su enojo.

III. No roba sino que trabaja.

“ El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad”(V. 28).

Mandato negativo: No hurte mas.

Mandato positivo: Trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno.

La razón es para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.

Hermanos, nadie está por completo libre de la tentación de robar.

El cristiano debe obedecer el mandato: no hurte [kleptō, del cual se deriva cleptomanía] más.

Para el cristiano la alternativa al hurto es que trabaje, … para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.

Es parte del plan de Dios que trabajen todos los que estén en capacidad de hacerlo.

2 Tesalonicenses 3:10–11 RVR60

10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.11 Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno.

Además Dios dice en su palabra en 1 Timoteo 5:8

1 Timoteo 5:8 RVR60

8 porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.

El producto de nuestra labor debe ser para lo que es bueno, es decir, los cristianos nunca deberíamos involucrarnos en un trabajo, profesión, empleo o negocio que le exija desacreditar las normas de Dios, que le deshonre, transgreda sus santos mandatos o descarríe o haga daño a otros de cualquier forma.

Nuestro trabajo no solo no debería lastimar a nadie, también debe realizarse con el propósito específico de hacerles bien y ayudarles, para… compartir con el que padece necesidad.

Conclusión:

¿Cómo estamos cada uno de nosotros, con estos elementos de la vida practica que debemos tener como Creyentes?

¿Nuestra vida presente, refleja a Cristo?

¿Estamos hablando la verdad, evitando que el enojo nos controle, viviendo del trabajo de nuestras manos?

Es importante siempre la auto reflexión.

Recordemos que que los creyentes son aquellos a quienes Él ya ha convertido en nuevas criaturas