SIENDO UNA GRAN FAMILIA EN JESÚS
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LECTURA BÍBLICA: 1 Pedro 2: 9-10
Pero vosotros sois linaje elegido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, ahora sois pueblo de Dios que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, ahora habéis alcanzado misericordia”.
INTRODUCCIÓN
La familia en su mejor expresión significa continuidad, cuidado, es apoyo, es amor, es identidad y es pertenencia.
En su peor expresión puede significar herida, desconfianza, desavenencia, rechazo, y abuso. Mucho depende de quienes conformen esa familia y a quienes pertenecemos.
I. PERTENECEMOS A UNA GRAN FAMILIA
a. Así lo expresó el salmista David en el Salmo 2 : Jehová es mi pastor , nada me faltará
Es un sentimiento más maravilloso que pertenecer a alguien, saber que lo aceptan, saber que lo aman y saber que lo valoran simplemente por ser usted.
b. David también dijo: Salmo 1 : Pueblo suyo somos y ovejas de su prado”.
c. Necesitamos un lugar al cual pertenecer. Pertenecemos a la familia de Dios.
ILUSTRACIÓN
“Era un niñita muy pequeña cuando me enviaron a un orfanatorio. Como no era bonita, nadie me quería. Pero puedo recordar que, desde que tengo uso de razón, anhelaba que una familia me adoptara y amara.
Un día la directora del orfanatorio me dijo que una familia me llevaría a casa con ellos. De modo que me fui con aquella familia y comencé a ir a la escuela del pueblo donde vivían... Empecé a sentirme muy feliz. Y la vida comenzó a abrirse delante de mí, aunque tan sólo fuera un poquito.
Pero un día, pocos meses más tarde, llegué de la escuela saltando y corrí hacia la puerta de enfrente de la casona donde vivíamos. Nadie estaba allí, pero alcancé a ver en medio del portal, mi vieja maleta con mi abriguito encima. Parada allí, contemplé mi equipaje, y poco a poco todo empezó a aclararse en mi mente. Comprendí lo que aquello significaba... Ellos no me querían, y yo ni siquiera lo había sospechado”.
¡Qué patética declaración! ¡Ellos no me querían! No tenía alguien a quien llamar "mío", no pertenecía a nadie. Y sin embargo, ya sea que tengamos padres o no, que seamos extraños para nuestra familia o amados incondicionalmente por ellos, Dios nos llama su pueblo, "ovejas de su prado" (Salmo 100:3).
Pertenecemos a la familia de Dios. En verano y en otoño. En invierno y en primavera. En la cama y en el trabajo. En el mercado o de rodillas. Bajo estrés o en paz. Sea el día bueno o malo. Rodeados de gente o solos.. En la computadora o en la lavandería. En el campo de recreación, o tomando un curso universitario. En la calle o en el túnel. No importa. Donde quiera que estemos, no importa cómo nos sintamos, o lo que estemos haciendo, ¡Dios nos ama! Pertenecemos a él. Somos su pueblo.
Cree usted eso No, no le pregunto si entiende lo que digo. Me dirijo a su corazón, no a su intelecto. Cree usted sinceramente que Dios lo ama ue usted es especial para él y que nadie no importa cuán ingenioso, bien parecido, elegante, talentoso, carismático, inteligente o espiritual sea nadie, puede reemplazarlo. Dios te ama y se preocupa por ti.
II. SOMOS UNA INMENSA FAMILIA
Ser pueblo de Dios , significa que descendemos de una gran familia, que tenemos parientes, que corre en nuestro cuerpo sangre con genes similares, que tenemos un mismo padre que se llama Dios y unos hermanos que llamamos, Adán, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, David, etc.
ue al hacernos miembros de la familia de Dios, somos parte de la familia de su iglesia verdadera y que somos muchos y nos llamamos hermanos donde crece un parentesco filial amplio, cordial e indestructible.
Cuando decimos, si, a Jesucristo, no importa cuál sea nuestro color lenguaje, historia, llegamos a ser hijos de Dios, y le decimos a Dios papito.
III. CRECIENDO EN FAMILIA PARA DIOS
Analicemos diversos pasajes de las Santas Escrituras, dónde Dios hace selección de su familia.
Dios pronuncia bendición sobre Abrahán:
a) Génesis 12: serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.
b) Dios pronuncia bendición sobre Jacob. Génesis 2 :1 todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente”.
c) Dios pronuncia bendición sobre la familia de la fe. Gálatas 6:1 Seg n tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”.
d) Dios pronuncia bendición a los herederos del cielo. Apocalipsis
: , 1 Vi una gran multitud, de todas las razas y pueblos que nadie podía contar”.
e) Apocalipsis 1 : 1,6, , Las bodas del Cordero. Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria porque han llegado las bodas del Cordero y su Esposa se ha preparado”.
na escritora cristiana llamada Elena de White, considerando el cuidado de Dios por su familia escribió: Dios siempre ha velado por su pueblo Anota cada lágrima” (Promesas para los ltimos días página ).
IV. VALORIZA TU FAMILIA
Voy a mencionar algunos aspectos que son de gran utilidad para el bienestar espiritual de su familia.
1. Haga de su hogar un santuario, donde Cristo sea el huésped principal.
2. ecuerda que a cada integrante de tu n cleo familiar, Dios le ha dado un ángel para que lo cuide y lo proteja. Permite que en tu familia prevalezca una atmósfera celestial y angelical.
. Permite que Dios more en su hogar. El oye cada palabra que se pronuncia, escucha toda oración que se eleva, siente los pesares y desengaños de cada alma, ve el trato que recibe cada padre, madre, hermano, amigo y vecino, cuida de nuestras necesidades y las satisface. En su custodia podemos descansar seguros.” antenga una comunicación o di logo con su familia constantemente. Hazles saber que te interesa que estén bien. Que progresen en sus metas, que tengan buena salud. Etc.
ILUSTRACIÓN
Hace algunos años estando predicando, un mes, durante una campaña evangelística, en una país Asi tico llamado irgystan, ubicado al sur de Rusia y al oeste de China, recibí una cartica de mi hija Arliz que decía así:
“Nos alegra tener noticias tuyas, y saber que a pesar del frió, Dios le tiene un gran desafío. Confiamos que con la ayuda de él, grandes victorias, se podrán alcanzar, para llevar adelante el evangelio.
Siempre oramos para que el espíritu santo pueda obrar en su vida. Y como el ungido de Jehová, traiga muchas personas a los pies de la salvación. Nosotras estamos bien gracias a Dios.
De Arner mi hermano, te cuento que hemos hablado dos veces con él; está estudiando mucho y tiene muchos exámenes, pero contento de ver las bendiciones de Dios, De Arluz mi hermana, cada día más fortalecida. De Neo, tu perro, extrañándote tanto pues hoy le salto a mi mami, para que le diera comida.
Los hermanos siempre le preguntan a mi mami por ti y le dicen que oran por la campaña que estás llevando allá. Ellos te mandan saludos.
De nuestra parte, saluda a la hermana Nathalia, la traductora.
Que Dios bendiga la gran labor que estás realizando, en bien de la predicación del evangelio. Te queremos mucho. Nos haces mucha falta. Que Dios te cuide y te de Salud Con Amor.................................................... Arliz y Mami”
En aquella ocasión di gracias a Dios y a mi hija por esta linda carta. e sentí muy bien. Di gracias a Dios por mi familia.
Hoy te invito a que ores y le des muchas gracias a Dios por tu familia. Es posible que han estado luchando solos sin Dios y tu familia est herida o desmotivada pero te invito a que los pongas en manos de Dios. El curar la herida, enjugar las l grimas y pondr el toque final de superación, felicidad y salvación.
CONCLUSIÓN
ILUSTRACIÓN: EL TOQUE DEL AESTRO
Un rematador ofrecía en subasta variados objetos de relativo valor. La gente reunida en el lugar no demostraba gran interés en ninguno de ellos. Y entre los objetos en venta había un viejo violín cubierto de polvo. El rematador tomó el instrumento, lo levantó en alto, y comenzó a preguntar: " Cu nto dan por él " Al principio nadie respondió. Pero finalmente, uno ofreció una baja suma, y otros ofrecieron algo m s. Y cuando el violín estaba a punto de ser vendido, un respetable anciano casi oculto entre la multitud se acercó al vendedor, y le dijo: "Señor, permítame el violín por un momento". Cuando el hombre tuvo el viejo instrumento en sus manos, las miradas de todos se dirigieron hacia él. Entonces ajustó un poco las cuerdas, y al instante empezó a tocar una preciosa melodía. Y la ejecución fue tan agradable que todos quedaron encantados.
Ese desconocido anciano no era otro que el famoso Nicol s Paganini. Y cuando se conoció su identidad, el rematador no necesitó gritar m s. De inmediato comenzaron a subir las ofertas del público. Hasta que por fin alguien ofreció una suma desbordante, por la cual el violín fue vendido. El simple toque del maestro Paganini dio inusitado valor al viejo violín. El mismo instrumento que al comienzo no había despertado mayor interés, terminó convirtiéndose en una pieza codiciable.
Descubrimos alguna semejanza entre aquel viejo violín y nuestra vida Así como el toque de Paganini elevó los méritos del instrumento, nuestra vida cobra lustre y vigor espiritual cuando Dios la toma en sus manos y la maneja según su divina sabiduría. Antes de que él nos tome y haga vibrar las cuerdas de nuestra alma, cuan poco valemos, cuan opacos y deslucidos nos ven los dem s. Alejados de Dios carecemos de gozo y bienestar. Avanzamos sin rumbo cierto, con el espíritu marchito y envejecido.
Pero cuando tenemos un encuentro personal con el Creador, y permitimos que él se haga cargo de nuestra vida, de inmediato brotan en nuestro corazón las melodías de la verdadera alegría los acordes de la unión familiar, con las cuerdas vibrantes de amor.
APELACIÓN
Quieres ser integrante de la familia de Dios, la familia de Fe Quieres al levantar tu mano, hacer de esta plegaria, tu oración hoy
PLEGARIA A LA FAMILIA
Señor Omnipotente, creador del Universo Que creaste al hombre y le diste Acción;
Procura que los hombres que hoy ya son conversos Sus hogares sean Templos de constante oración.
Señor Omnisapiente, creador del mundo inmenso Concédenos tu gracia, tu amparo y bendición; Pues hoy aquí reunidos cual cristianos profesos Como una gran familia, buscamos mutua unión.
Señor Omnipresente, queremos que estés presto A oír nuestras plegarias pidiendo protección; Protección a los hijos y a los cónyuges nuestros Seguros de tenerte muy cerca al corazón.
¡Bendice Señor Nuestro! Nuestras casas y techos y a los que la habitamos, danos clara visión; Bendice los hogares de adventistas confesos, Que unidos en familia te rinden devoción.
Hoy toda tu familia que habita por todo esto Aquí en este lugar te rinde Adoración;
La familia Adventista que espera tu regreso Confiando que muy pronto, nos lleve a tu mansión.