Tema: Como tratar con la Anciendad
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Tema: Cómo tratar con la ansiedad
Texto Bíblico: “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. 1 Pedro 5:7 , Mateo 11.28
Introducción: La ansiedad puede ser un sentimiento inquietante, de miedo o preocupación. Al principio puede ser algo simple, algo que se considera normal, como por ejemplo; antes de realizar un examen, sentimos que nuestro cuerpo empieza a temblar, nos duele el estómago o la cabeza. Esto es algo que puede pasar en nuestra vida cotidiana, pero que se puede convertir en una carga para nosotros.
Es un tema más complicado, cuando la ansiedad se convierte en un factor negativo para nosotros, ya no es un simple nerviosismo. Sino que se convierte en una preocupación constante que nos roba la paz y no nos deja vivir tranquilos.
Es una sensación horrible que nos hace sentir mal todo el tiempo. Para muchos puede ser una tontería, pero para otros la ansiedad es como vivir un infierno día tras día, del que muchas veces es difícil de salir.
Por supuesto que los hijos de Dios también pasamos por esto. No es que seamos intocables y que nada nos puede pasar. Para un cristiano esto también es una pesadilla.
También es una sensación que muchas veces nos hace separarnos de Dios. Y aunque esto no sea fácil para nadie, la solución siempre va a estar en Dios. Él es el único que nos puede sacar completamente de esta situación.
I. La ansiedad es un plan del enemigo. 1Pedro 5.8
Cuando la ansiedad empieza a tomar el control, nuestra vida se convierte en una angustia constante por todo. Por el qué dirán, por cómo nos miran, por el qué pensarán otros de nosotros o qué piensa Dios de nosotros. Y nos atormentamos a nosotros mismos haciéndonos estas preguntas que nos roban la bendición de Dios.
Este es uno de los dardos de Satanás que más ha usado en este tiempo, Como ya sabemos, en el 2020 hubo un virus que lo cambió todo. Nos hizo más vulnerables y nos impidió hacer muchas cosas que ya teníamos planeadas.
A esto hay que aumentarle que nos tuvimos que quedar en casa durante mucho tiempo sin hacer las cosas que queríamos. Estadística mente se comprobó que la ansiedad y la depresión aumentaron en este tiempo.
Lo veamos o no, esto es un ataque directamente del diablo que nos quiere ver destruidos. Ese es siempre su plan, y especialmente a los hijos de Dios.
Él desea vernos mal todo el tiempo. Quiere ver nuestro sufrimiento, él se alegra cuando la pasamos mal y su intención siempre es hacernos sentir peor. Por eso la ansiedad funciona así, un sentimiento constante de que somos menos. Nos hace preocuparnos por cosas que muchas veces no son importantes. Muchas veces nuestra mente juega con nosotros y llega a quitarnos la paz mental.
II. La ansiedad ataca nuestra vida. Prov. 12:25
Puede que muchos de nosotros siendo cristianos estemos pasando por esto. Tal vez la gente a nuestro alrededor piensa que estamos exagerando, o que es algo que se puede ir en cualquier momento. Pero no siempre es así. Para muchos la ansiedad puede llegar a convertirse en un trastorno que puede llegar a acabar con su vida, puede ser una carga tan pesada que no es posible soportar.
También se puede convertir a largo plazo en depresión; estas dos van de la mano. Una nos hace preocuparnos por absolutamente todo y nos quita la paz y la seguridad, y la otra se convierte en una tristeza profunda que nos quita toda la alegría. Nos hace ver las cosas de la peor forma, nos quita nuestra identidad, y nos llena la cabeza de cosas malas y horribles que terminan de acabar con quienes somos.
Al llegar a este punto, nuestra vida empieza a apagarse. Nuestros propósitos desaparecen y nuestra razón de vivir deja de existir. Cuando dejamos que esto se apropie de nosotros, le damos libertad al diablo de manejar nuestra vida y de llevarnos hasta el fondo del abismo. ¿Su fin?, destruirnos lo más que se pueda y hacernos perder para siempre.
III. ¿Cómo encontrar una salida a la ansiedad?
Lo primero es reconocer que estamos pasando por esto. Para algunas personas es vergonzoso contar que esto sucede en sus vidas y prefieren guardarlo. Lo que no saben es que si se lo guardan siempre, va a llegar un momento en el que va a explotar y todo se pondrá peor que antes. No dejemos que esos pensamientos de vergüenza nos lleven a la punta del acantilado. No pasemos por esto solos, no dejemos que esto se apodere de nosotros.
Dios mismo está siempre ahí con los brazos abiertos, esperando a que corramos a ellos. Lloremos si es necesario. Él desea que nos desahoguemos por completo y seamos libres de todo esto que nos ata (Juan 6:37) . Él mismo nos ayudará y nos sostendrá en cada paso. Su amor nos levantará de este pozo profundo y nos ayudará a encontrar la luz y la paz que necesitamos para vivir seguros y tranquilos.
Si esto es un nivel extremo, no dudemos en buscar ayuda profesional, no es malo hacerlo. Dios también usa a los profesionales para ayudarnos en nuestros problemas. Un ejemplo de esto es, que si estamos enfermos y sabemos que un medicamento nos puede mejorar, no vamos a ignorar este método. Sí, Dios mismo puede sanarnos, pero también usa la medicina para que nos ayude. Debemos ser diligentes también al tomar este tipo de decisiones.
Así mismo funciona con médicos, psicólogos, etc. Dios puede usarlos para ayudarnos a salir de esta situación. No es malo que acudamos a ellos; malo es que ignoremos este tipo de problemas y dejemos que manejen nuestra vida.
IV. Jesús es el camino (Juan 14:6)
Esta liberación es diferente entre una persona que tiene a Cristo en su corazón y una que no. Una persona que no tiene a Jesús en su vida siempre tendrá un vacío en su corazón. Siempre le faltará algo, claro que puede salir de la ansiedad, claro que puede ser libre de esto, pero siempre habrá falta algo que lo llene por completo.
Es más fácil cuando una persona tiene a Jesús en su vida, porque ya hay una esperanza segura. Ese espacio ya está lleno, no hace falta nada, y aunque es un proceso salir de algo así, tenemos al mejor acompañante, padre y amigo que podríamos pedir. Él nos ayudará en nuestra debilidad (2 Corintios 12:10) . Nunca nos dejará solos ni nos abandonará.
Él es el camino para ser libres, en él está la salvación, la paz y la seguridad. Podemos estar en el mundo sin él, pero viviríamos con algo faltante en nuestra vida y nada ni nadie podrían ocupar jamás su lugar. Por eso él desea que nos apoyemos en él, si es necesario, nos ayudará a encontrar personas que nos puedan ayudar en este proceso, Pero él siempre va a ser la salida segura, para encontrar la paz y la felicidad que se nos ha estado robando. Apoc.21.4 Rom.15.13
Conclusión
“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. Isaías 43:2
No estás solo, Dios siempre está contigo, acompañándote en cada paso que das, aun cuando quieres retroceder, él te ayuda a seguir adelante, aun cuando quieres renunciar, él te impulsa a levantarte y a no darte por vencido. No olvides que Dios te ama y quiere lo mejor para ti.
Puedes mirar hacia arriba, cerrar tus ojos, entregar tus cargas a él y descansar en sus promesas. Él ya te ha prometido que estará contigo. Así que no dudes de sus palabras porque él no puede mentir, y porque te ama quiere lo mejor para ti. Mat.6.33
No digo que salir de esto sea fácil, es un proceso que para muchos puede durar mucho tiempo. Pero te aseguro que si decides poner toda tu fe y tu esperanza en Dios y decides renunciar a todo lo que no te deja vivir en paz, te aseguro que podrás salir de esto pronto y en unos años cuando mires atrás, te darás cuenta que nunca estuviste solo y que nunca lo estarás.
Si hoy estás pasando por esto, quiero recordarte que Dios quiere que seas libre de esto y que seas feliz. No importa cómo hayas llegado hasta aquí. Dios espera que pongas tu mirada en él y olvides todo lo demás y a todos los que no te hacen bien, porque si para el mundo no eres nadie, para Dios lo eres todo.