Ceremonias de Ordenación Anciano y Pastor

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Ordenación de Erasmo

Amados en nuestro Señor Jesucristo:
Si nuestro hermano Erasmo ha sido equipado y examinado para la tarea del ministerio pastoral, el presbiterio recomienda a esta Iglesia que el hermano sea recibido como pastor. Levanten si mano si ustedes estan de acuerdo en recibirle y si no han encontrado algo que afecte su vida o doctrina, que haga imposible su confirmación en el ministerio de la Palabra. (Iglesia Vota)
En vista de que no se ha presentado ninguna objeción en su contra, en el nombre del Señor procederemos a su confirmación.
Para este fin, debo recordarles que la Palabra de Dios enseña claramente que el oficio de ministro fue instituido por el Señor Jesucristo. El apóstol Pablo declara que nuestro Señor "constituyó unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros; a fin de perfeccionar a los santos para la obra de ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo." Los deberes del ministro de Cristo según las escrituras son:
La exposición fiel de la Palabra de Dios y su aplicación a las necesidades de los oyentes, para que los inconversos sean reconciliados con Dios y que los santos sean edificados en la fe que una vez fue dada a los santos.
La ofrenda de la oración al Señor a favor de la congregación
La administración de los sacramentos del bautismo y la Cena de Señor
El ejercicio, conjuntamente con los ancianos gobernantes, del gobierno y la disciplina de la iglesia.
El oficio del ministro es el primero en la iglesia por su dignidad y utilidad. La persona que desempeña este oficio es designada en la Escritura por nombres diferentes expresivos de sus varios deberes.
Cuando él tiene el cuidado de la congregación de Cristo, él es llamado obispo.
Cuando él los alimenta con alimento espiritual, es llamado pastor.
Cuando él sirve a Cristo en su iglesia, es llamado ministro.
Cuando es su deber ser serio y prudente, y un ejemplo a la grey, y gobernar bien en la casa de Dios, es llamado presbítero o anciano.
Cuando es mandado a declarar lo que dice Dios a los pecadores, e implorarles que se reconcilien con Dios en Cristo, es llamado embajador.
Cuando se le ordena que prevenga a la casa de Israel contra los enemigos de Dios y de su Palabra, es llamado atalaya.
Y, cuando distribuye la gracia abundante de Dios y las ordenanzas instituidas por Cristo, es llamado administrador de los misterios de Dios.
Ahora. hermanos procederemos a la ordenación de Erasmo como ministro de la Palabra.
Rogamos, pues, a Erasmo que se ponga en pie y responda a las siguientes preguntas, a fin de que todos los aquí presentes puedan oír que está dispuesto a aceptar el ministerio de la Palabra según la enseñanza bíblica que hemos expuesto:
Te pregunto, en primer lugar, si crees de todo corazón que has sido llamado legalmente por la Iglesia de Dios, y por ende por Dios mismo, a este santo ministerio.
Te pregunto, en segundo lugar, si crees que las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamentos son la única Palabra de Dios y la perfecta doctrina de salvación, y si rechazas todas las enseñanzas contrarias a la misma.
Te pregunto, en tercer lugar, si prometes llevar a término fielmente este tu ministerio según la mencionada doctrina, y adornar, al mismo tiempo, tu enseñanza con una vida piadosa, sometiéndote igualmente a la amonestación eclesial en el caso de que llegaras a excederte en doctrina o en vida.
Respuesta: Sí, de todo corazón
Después, el ministro que ha formulado estas preguntas Poniendo la mano derecha sobre la cabeza del ordenado, dirá:
Dios, nuestro Padre celestial, que te ha llamado a este santo ministerio, te alumbre con su Espíritu, te fortalezca con su mano, y de tal manera te dirija en tu ministerio, que puedas andar digna y provechosamente para el engrandecimiento de su nombre y la extensión del reino de su Hijo Jesucristo. Amén.
Ahora, pues, hermano y compañero en Cristo, "mira por ti mismo, y por toda la grey, sobre la cual el Espíritu Santo te ha puesto por obispo para pastorear la iglesia de Dios, la cual él adquirió para sí con su misma sangre". Ama a Cristo y pastorea sus ovejas "ejerciendo el ministerio, no de necesidad, sino con buena voluntad; no por torpe ganancia, sino con ánimo presto; no como si tuvieses señorío sobre la herencia de Dios, sino al contrario, como siendo dechado de la grey". "Sé tú ejemplo de los creyentes en palabras, en manera de vivir, en amor, en fe, en pureza. Aplícate a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza. No descuides el don que hay en ti. Medita en estas cosas, ocúpate enteramente en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Mira por ti mismo y por la enseñanza; persevera en estas cosas. Lleva con paciencia todo sufrimiento y opresión como buen soldado de Cristo, porque haciendo esto a ti mismo te salvarás y también a los que te oyen. Y cuando fuere manifestado el Pastor supremo recibirás la corona inmarcesible de gloria".
Y vosotros, amados creyentes, recibid en el Señor a vuestro ministro con alegría y tenedle en honra. Recordad que Dios mismo os habla y ruega por medio de él. La palabra que os predicará, recibidla "no como palabra de hombres sino, como es, en verdad, Palabra de Dios". Sean para vosotros hermosos y agradables los pies de los que predican las buenas nuevas de paz y traen nuevas de felicidad. "Obedeced a los que tienen el gobierno de vosotros, y someteos a ellos; porque velan por vuestras almas como los que han de dar cuenta a Dios; a fin de que lo hagan con gozo y no con pesadumbre: porque esto os sería desventajoso" Si hiciereis estas cosas, la paz de Dios entrará en vuestros hogares, y los que reciban a este hombre en nombre de profeta, recibirán la recompensa de profeta, y al creer en Cristo a través de su predicación, heredarán también a través de Cristo la vida eterna.
Pero puesto que ningún hombre es suficiente para estas cosas, con gratitud invoquemos a Dios.
Oración
Padre misericordioso, te agradecemos que te haya placido reunir de entre toda la raza humana una Iglesia para vida eterna a través del ministerio de unos hombres; y que en tu misericordia hayas provisto a esta iglesia con un fiel ministro. A través de tu Espíritu te rogamos que lo capacites cada vez más para el ministerio al que lo has llamado; ilumina su mente para la comprensión de la Escritura; dale libertad de palabra, para que con denuedo pueda dar a conocer el misterio del Evangelio. Concédele sabiduría y valor para que pueda conducir sabiamente esta congregación y pueda preservar la paz cristiana en el mismo, a fin de que tu iglesia, bajo su ministerio, pueda crecer en número y en gracia. Otórgale tu fortaleza para que pueda sobrellevar con entereza los problemas y dificultades que surgirán en el curso de su ministerio, y así en perseverancia y consuelo de tu Espíritu pueda un día entrar, con todos los siervos fieles, en el gozo de su Señor. Haz que los miembros de esta tu iglesia reconozcan a su pastor como siervo que Tú has enviado, reciban su doctrina con reverencia y se sometan a su exhortación, a fin de que creyendo en Cristo por su palabra, puedan ser hechos partícipes de la vida eterna. Óyenos, oh Padre, por tu amado Hijo que así nos enseño a orar:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloría por todos los siglos. Amén.

Instalación de Ener

Amados en nuestro Señor Jesucristo:
Nuestro hermano Ener Sanjuan fue enviado por el presbiterio a establecer una nueva iglesia en Pasto, él durante este tiempo ha sido fiel a su comisión y el día de hoy luego de que la membresñia de la iglesia ya ha sido establecida, vamos proceder a su instalación en esta iglesia como ministro de la palabra.
Levanten si mano si ustedes estan de acuerdo en recibirle como su pastor y si no han encontrado algo en él que afecte su vida o doctrina, que haga imposible su confirmación en el ministerio de la Palabra. (Iglesia Vota)
En vista de que no se ha presentado ninguna objeción en su contra, en el nombre del Señor procederemos a su instalación.
Para este fin, debo recordarle a la iglesia lo que deben esperar de su pastor:
La exposición fiel de la Palabra de Dios y su aplicación a las necesidades de los oyentes, para que los inconversos sean reconciliados con Dios y que los santos sean edificados en la fe que una vez fue dada a los santos.
La ofrenda de la oración al Señor a favor de la congregación
La administración de los sacramentos del bautismo y la Cena de Señor
El ejercicio, conjuntamente con los ancianos gobernantes, del gobierno y la disciplina de la iglesia.
El oficio del ministro es el primero en la iglesia por su dignidad y utilidad. La persona que desempeña este oficio es designada en la Escritura por nombres diferentes expresivos de sus varios deberes.
Cuando él tiene el cuidado de la congregación de Cristo, él es llamado obispo.
Cuando él los alimenta con alimento espiritual, es llamado pastor.
Cuando él sirve a Cristo en su iglesia, es llamado ministro.
Cuando es su deber ser serio y prudente, y un ejemplo a la grey, y gobernar bien en la casa de Dios, es llamado presbítero o anciano.
Cuando es mandado a declarar lo que dice Dios a los pecadores, e implorarles que se reconcilien con Dios en Cristo, es llamado embajador.
Cuando se le ordena que prevenga a la casa de Israel contra los enemigos de Dios y de su Palabra, es llamado atalaya.
Y, cuando distribuye la gracia abundante de Dios y las ordenanzas instituidas por Cristo, es llamado administrador de los misterios de Dios.
Ahora. hermanos procederemos a la instalación de Ener como pastor de la Iglesia presbiteriana de Pastor.
Pedimos al pastor Ener que se ponga en pie, Amado Pastor prometes delante del Señor cuidar la grey en Pasto en la cual el Señor ta ha puesto?
Dios, nuestro Padre celestial, que te ha llamado a a esta preciosa iglesia, te alumbre con su Espíritu, te fortalezca con su mano, y de tal manera te dirija en tu ministerio, que puedas andar digna y provechosamente para el engrandecimiento de su nombre y la extensión del reino de su Hijo Jesucristo. Amén.
Ahora, pues, hermano y compañero en Cristo, "mira por ti mismo, y por toda la grey, sobre la cual el Espíritu Santo te ha puesto por obispo para pastorear la iglesia de Dios, la cual él adquirió para sí con su misma sangre". Ama a Cristo y pastorea sus ovejas "ejerciendo el ministerio, no de necesidad, sino con buena voluntad; no por torpe ganancia, sino con ánimo presto; no como si tuvieses señorío sobre la herencia de Dios, sino al contrario, como siendo dechado de la grey". "Sé tú ejemplo de los creyentes en palabras, en manera de vivir, en amor, en fe, en pureza. Aplícate a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza. No descuides el don que hay en ti. Medita en estas cosas, ocúpate enteramente en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Mira por ti mismo y por la enseñanza; persevera en estas cosas. Lleva con paciencia todo sufrimiento y opresión como buen soldado de Cristo, porque haciendo esto a ti mismo te salvarás y también a los que te oyen. Y cuando fuere manifestado el Pastor supremo recibirás la corona inmarcesible de gloria".
Y vosotros, amados creyentes, recibid en el Señor a vuestro ministro con alegría y tenedle en honra. Recordad que Dios mismo os habla y ruega por medio de él. La palabra que os predicará, recibidla "no como palabra de hombres sino, como es, en verdad, Palabra de Dios". Sean para vosotros hermosos y agradables los pies de los que predican las buenas nuevas de paz y traen nuevas de felicidad. "Obedeced a los que tienen el gobierno de vosotros, y someteos a ellos; porque velan por vuestras almas como los que han de dar cuenta a Dios; a fin de que lo hagan con gozo y no con pesadumbre: porque esto os sería desventajoso" Si hiciereis estas cosas, la paz de Dios entrará en vuestros hogares, y los que reciban a este hombre en nombre de profeta, recibirán la recompensa de profeta, y al creer en Cristo a través de su predicación, heredarán también a través de Cristo la vida eterna.
Pero puesto que ningún hombre es suficiente para estas cosas, con gratitud invoquemos a Dios.
Oración
Padre misericordioso, te agradecemos que te haya placido reunir de entre toda la raza humana una Iglesia para vida eterna a través del ministerio de unos hombres; y que en tu misericordia hayas provisto a esta iglesia con un fiel ministro. A través de tu Espíritu te rogamos que lo capacites cada vez más para el ministerio al que lo has llamado; ilumina su mente para la comprensión de la Escritura; dale libertad de palabra, para que con denuedo pueda dar a conocer el misterio del Evangelio. Concédele sabiduría y valor para que pueda conducir sabiamente esta congregación y pueda preservar la paz cristiana en el mismo, a fin de que tu iglesia, bajo su ministerio, pueda crecer en número y en gracia. Otórgale tu fortaleza para que pueda sobrellevar con entereza los problemas y dificultades que surgirán en el curso de su ministerio, y así en perseverancia y consuelo de tu Espíritu pueda un día entrar, con todos los siervos fieles, en el gozo de su Señor. Haz que los miembros de esta tu iglesia reconozcan a su pastor como siervo que Tú has enviado, reciban su doctrina con reverencia y se sometan a su exhortación, a fin de que creyendo en Cristo por su palabra, puedan ser hechos partícipes de la vida eterna. Óyenos, oh Padre, por tu amado Hijo que así nos enseño a orar:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloría por todos los siglos. Amén.

Ordenación de Oscar

Amados en nuestro Señor Jesucristo:
Nuestro hermano Oscar ha sido equipado y examinado para ejercer su oficio como anciano, el consistorio provisional de la Iglesia en Bogota, recomienda a esta Iglesia que el hermano sea recibido como anciano. Levanten si mano si ustedes estan de acuerdo en recibirle y si no han encontrado algo que afecte su vida o doctrina, que haga imposible su confirmación a este santo ministerio. (Iglesia Vota)
En vista de que no se ha presentado ninguna objeción en su contra, en el nombre del Señor procederemos a su confirmación.
El Apóstol dice: "Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente aquel/os que trabajan en predicar y enseñar".
Hermano Oscar, recuerda que hay dos clases de ancianos, unos que trabajaban en predicar y enseñar, los pastores, quienes proclamaban el Evangelio y administraban los sacramentos; otros que, juntamente con los pastores, cuidaban del gobierno y la buena administración de la Iglesia.
Aunque los dos cargos son distintos, los ancianos cooperan con los que predican la Palabra. Y es conveniente que sea esto así, pues cooperando éstos, juntamente con los que ministran la Palabra, en el gobierno de la congregación, se evita el gran peligro de que ésta caiga bajo la tiranía o dominio de una persona. Los ministros de la Palabra y los ancianos constituyen, pues, el consejo eclesiástico que representa a toda la congregación. Y es así como hemos de entender las palabras de Mateo 18, donde Cristo dice: "... dígalo a la iglesia". Aquí el Señor Jesús no se refiere a cada miembro de la congregación, sino a los que han sido llamados a gobernar la Iglesia “Sus representantes”.
Recuerda que tu cargo de anciano implica:
En primer lugar, y juntamente con los ministros de la Palabra, vigilancia espiritual sobre los miembros de la congregación que ye han sido confiados. Los ancianos han de velar para que todos se comporten cristianamente en doctrina y práctica. A tal fin, amonestarán a los que no guardan las normas de la Iglesia, cuidarán de la ortodoxia en la predicación y en la observancia de los sacramentos, aplicarán las normas disciplinarias cuando sean necesarias y admitirán en el seno de la Iglesia a quienes se conviertan y confiesen su fe en Cristo el Salvador.
En segundo lugar, el cargo de anciano implica el tener cuidado de que todas las cosas en la Iglesia sean hechas decentemente y con orden, tal como amonesta el Apóstol. Los ancianos han de velar, también, para que sólo aquellos que han sido llamados y elegidos según las normas de la Iglesia, ocupen cargos en la misma.
En tercer lugar, los ancianos han de velar para que en todo momento la enseñanza y vida de los pastores sean de provecho, bienestar y edificación para la congregación; y al mismo tiempo han de vigilar para que no se introduzcan herejías en la Iglesia. Por consiguiente, los ancianos están bajo la obligación de examinar con solicitud la Palabra de Dios y ejercitarse continuamente en la meditación de los misterios de la fe.
Y ahora, amado hermano, para que todos los presentes sepan que estás dispuesto a aceptar los cargos a los que haz sido llamado, po responde a estas preguntas:
¿Creéis que verdaderamente has sido llamados por la congregación --y por ende por Dios mismo--, a estos sagrados ministerios?
¿Aceptas las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamentos como la única Palabra de Dios y completa doctrina de salvación, y rechazas toda enseñanza que le sea contraria?
¿Prometes desempeñar tu cargo de gobierno con fidelidad y según la medida de tus fuerzas y prometes comportarte piadosamente y en sumisión a la disciplina de la Iglesia?
Respuesta: Sí
El Dios y Padre Omnipotente te dé la gracia para que puedas llevar a término tus deberes y obligaciones y desempeñas con bendición tu cargo.
Oscar, te encargo como anciano, que --juntamente con los ministros de la Palabra-- seas fiel en el gobierno de la congregación que te ha sido encomendada. Sed como atalaya de la casa de Dios: amonestando y advirtiendo a los miembros de la misma de los peligros en torno a ellos. Cuida de la pureza doctrinal y de la piedad de vida en la congregación de Cristo. Pastoread y velad por la grey de Dios, no como ejerciendo dominio sobre la misma, mas como ministro de Cristo, siendo ejemplo en todo y para todos.
Te encargo, que seas fiel en el desempeño de tu cargo; manteniendo con pura conciencia el misterio de la fe; se ejemplo digno a toda la congregación. Si así lo haces, recibirás el debido respeto y aprobación de los que son de la fe, y un día entraras en el gozo de tu Señor.
Les encargo a ustedes, miembros de la congregación, que reciban a este hermano como siervo y ministro del Señor. Denle el debido respeto y honor, sometiéndose a él con agrado. Que Dios nos conceda a todos la gracia de ver en los ancianos el ministerio de la soberanía de Cristo, nuestro Rey. Haciendo esto, cada uno recibirá del Señor la recompensa de la justicia.
Oración
Dios y Padre celestial, gracias te damos porque para la edificación de tu Iglesia te ha placido levantar en ella, además de los ministros de la Palabra, ancianos a través de cuyo ministerio pueda ser preservada en paz y prosperidad la Iglesia.
Te imploramos, ahora, llenes de tu Espíritu a Oscar y le colmes más y más de los dones necesarios para su ministerio; concédele sabiduría, ánimo, bondad, discreción, simpatía para con todos, y todo cuanto sea necesario para el desempeño de su cargo, a fin de que, apartando los lobos del rebaño de tu amado Hijo, pueda mantener con diligencia la sana doctrina; y para que, amonestando a los que andan desordenadamente, puedan preservar la disciplina en la Iglesia.
Otórgale tu gracia, para que pueda perseverar en su ministerio y no sea vencido por la adversidad, el dolor o la persecución del mundo.
Concede tu gracia a la congregación de un modo especial, a fin de que voluntariamente se someta a las buenas exhortaciones de los ancianos y les tenga en honor y estima por razón de su cargo.
Y así, todos cumpliendo su tarea, puedan engrandecer tu santo nombre y hacer que venga y se extienda el reino de tu Hijo Jesucristo, en cuyo nombre oramos.
Amén.
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