La Fe Que Tropieza, Josué 9-10.
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Introducción:
Introducción:
Tropiezo en la escalera.
Deferencia de tropiezo en la vida y pecado rebelde. Ambos son pecaminosos, pero uno es desobediencia intencional y el otro no lo es.
Los tropiezos de la vida nos enseña pequeñas lecciones. Al aprender estas lecciones, ayuda al creyente estabilizar su andar en el Señor.
Cada creyente puede estabilizar su andar al aprender las lecciones de los tropiezos de la vida.
Los tropiezos de la vida nos recuerdan que aún nos falta crecimiento.
Los tropiezos de la vida nos recuerdan que aún nos falta crecimiento.
El engaño en el tropiezo, Jos. 9:1-13.
Cuando oyeron estas cosas todos los reyes que estaban a este lado del Jordán, así en las montañas como en los llanos, y en toda la costa del Mar Grande delante del Líbano, los heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos,se concertaron para pelear contra Josué e Israel. Mas los moradores de Gabaón, cuando oyeron lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai, usaron de astucia; pues fueron y se fingieron embajadores, y tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y cueros viejos de vino, rotos y remendados, y zapatos viejos y recosidos en sus pies, con vestidos viejos sobre sí; y todo el pan que traían para el camino era seco y mohoso. Y vinieron a Josué al campamento en Gilgal, y le dijeron a él y a los de Israel: Nosotros venimos de tierra muy lejana; haced, pues, ahora alianza con nosotros. Y los de Israel respondieron a los heveos: Quizá habitáis en medio de nosotros. ¿Cómo, pues, podremos hacer alianza con vosotros? Ellos respondieron a Josué: Nosotros somos tus siervos. Y Josué les dijo: ¿Quiénes sois vosotros, y de dónde venís? Y ellos respondieron: Tus siervos han venido de tierra muy lejana, por causa del nombre de Jehová tu Dios; porque hemos oído su fama, y todo lo que hizo en Egipto, y todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán: a Sehón rey de Hesbón, y a Og rey de Basán, que estaba en Astarot. Por lo cual nuestros ancianos y todos los moradores de nuestra tierra nos dijeron: Tomad en vuestras manos provisión para el camino, e id al encuentro de ellos, y decidles: Nosotros somos vuestros siervos; haced ahora alianza con nosotros. Este nuestro pan lo tomamos caliente de nuestras casas para el camino el día que salimos para venir a vosotros; y helo aquí ahora ya seco y mohoso. Estos cueros de vino también los llenamos nuevos; helos aquí ya rotos; también estos nuestros vestidos y nuestros zapatos están ya viejos a causa de lo muy largo del camino.
Leemos de la coalición de reyes del sur de Canaán que buscaron atacar a Israel.
Entre esos pueblos, Gabaón no quiso participar y en el confrontamiento y encontró otra forma de enfrentar a Israel: el egnaño.
Se pusieron ropa y calzado viejo y gastado, se armaron con comida y bebida ya pasada y arruinada, y se presentaron ante los Israelitas haciendose pasar por un pueblo lejano.
Estaban tratando de salvar sus vidas porque ya supieron que Dios les había dado la tierra de Canaán a los Israelitas, tal como Rahab declaró, Jos. 2:9.
Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros.
Su motivación también reflejaba mucho de la admiración del Dios de Israel, y lo que había ya hecho para traer a Isarel a la tierra prometida, Jos. 9:9-10. Seguro supieron esto de los mercaderes ambulantes de la zona que hubieran interactuado con Israel durante los cuarenta años en el desierto.
Y ellos respondieron: Tus siervos han venido de tierra muy lejana, por causa del nombre de Jehová tu Dios; porque hemos oído su fama, y todo lo que hizo en Egipto, y todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán: a Sehón rey de Hesbón, y a Og rey de Basán, que estaba en Astarot.
Aún a la respuesta dudosa de de los Israelitas en vs: 7-8 les da una oportunidad para mostrar su “evidencia” que, si, eran de una tierra lejana.
Menos mal que no menciionaron la derrota de Hai, pues los hubiera descubierto como era demasiado reciente para que se corriera la voz.
El tropiezo mismo de Israel, Jos. 9:14-15.
Y los hombres de Israel tomaron de las provisiones de ellos, y no consultaron a Jehová. Y Josué hizo paz con ellos, y celebró con ellos alianza concediéndoles la vida; y también lo juraron los príncipes de la congregación.
Luego de una derrota fea que les hizo aprender una dura lección en no confiarse a sí mismos y respetar la santidad de Dios, seguro los Israel se comprometieron a nunca mas enfrentar a un enemigo sin pedir primeramente la ayuda de Dios.
Pero eso se aplica a toda decisión que Israel debía tomar? Debían consultar al Señor en cuanto a lo que tenía que ver con derrotar a un enemigo? Si estaban ya completamente convencidos de la decisión, igual había que consultar a Dios?
El texto señala de forma clara, resaltando que el pueblo de Israel “no consultaron a Jehová”, vs: 14.
La integridad después del tropiezo, Jos. 9:16-21.
Pasados tres días después que hicieron alianza con ellos, oyeron que eran sus vecinos, y que habitaban en medio de ellos. Y salieron los hijos de Israel, y al tercer día llegaron a las ciudades de ellos; y sus ciudades eran Gabaón, Cafira, Beerot y Quiriat-jearim. Y no los mataron los hijos de Israel, por cuanto los príncipes de la congregación les habían jurado por Jehová el Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los príncipes. Mas todos los príncipes respondieron a toda la congregación: Nosotros les hemos jurado por Jehová Dios de Israel; por tanto, ahora no les podemos tocar. Esto haremos con ellos: les dejaremos vivir, para que no venga ira sobre nosotros por causa del juramento que les hemos hecho. Dijeron, pues, de ellos los príncipes: Dejadlos vivir; y fueron constituidos leñadores y aguadores para toda la congregación, concediéndoles la vida, según les habían prometido los príncipes.
Hicieron un trato de alianza con los Gabaonitas. Después de tres días, salió a la luz que los habían engañado, vs: 16.
La mayoría de los Israelitas los querían aniquilar por el engaño, y hubiera sido una respuesta natural vengativo.
Esto causó grandes quejas contra los líderes de Israel, vs: 19.
Josué y los líderes de Israel demostraron integridad en su respuesta al guardar su palabra, vs: 18.
Ellos se habían comprometido en el nombre de Dios, entonces si no hubieran guardado su palabra, la reputación de Dios estaba en juego. Esto ya no se trataba de la relación entre Israel y Gabaón, sino entre Israel y Dios.
La integridad se demuestra al enfrentar las consecuencias de nuestros descuidos y faltas, especialmente cuando nuestra falta se descubrió por el engaño o pecado de otro.
Se demuestra al estar dispuesto a aceptar las consecuencias de nuestra pecaminosidad en lugar de reclamar las ofensas de otros.
Resalta el hecho que, en fin, somos responsables ante Dios por nuestras propias acciones, a pesar de las acciones de los demás.
Ilustración:
Aplicación: El crecimiento en el tropiezo.
Los tropiezos traen opotunidades de crecer, practicando la integridad la integridad en las consecuencias de nuestras faltas.
Se ve en los siguientes ejemplos:
El individuo que paga sus deudas financieras que resultaron de su descuido económico.
El conyuge cristiano que no abandona el matrimonio con un incrédulo aunque no debió haber entrando en el matrimonio con un incrédulo.
El comerciante que cumple su palabra aunque le costará su ganancia porque vio su error.
La lucha contra la pecaminosidad (nuestra inclinación hacia el pecado) es algo constante y difícil, pero necesaria. Es necesaria porque en esa lucha el cristiano crece, Fil. 3:12-15.
No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios.
La lucha es nescesaria porque en esa lucha descubrimos cuán grande es la gracia de Cristo, Rom. 7:22-25.
Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Al confiar en el Señor, Él establece y endereza nuestro camino, Pr. 3:5-6; Ps. 37:23.
Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.
Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,
Y él aprueba su camino.
Debemos cuidar nuestro andar, Eph. 5:15-17.
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
Su Palabra alumbra nuestro camino para agradarle, Sal. 119:105; Jn. 16:1.
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo.
Los tropiezos de la vida nos enseñan que Dios obra a pesar de nuestras faltas.
Los tropiezos de la vida nos enseñan que Dios obra a pesar de nuestras faltas.
Dios obra en juicio, Jos. 9:22-27.
Y llamándolos Josué, les habló diciendo: ¿Por qué nos habéis engañado, diciendo: Habitamos muy lejos de vosotros, siendo así que moráis en medio de nosotros? Ahora, pues, malditos sois, y no dejará de haber de entre vosotros siervos, y quien corte la leña y saque el agua para la casa de mi Dios. Y ellos respondieron a Josué y dijeron: Como fue dado a entender a tus siervos que Jehová tu Dios había mandado a Moisés su siervo que os había de dar toda la tierra, y que había de destruir a todos los moradores de la tierra delante de vosotros, por esto temimos en gran manera por nuestras vidas a causa de vosotros, e hicimos esto. Ahora, pues, henos aquí en tu mano; lo que te pareciere bueno y recto hacer de nosotros, hazlo. Y él lo hizo así con ellos; pues los libró de la mano de los hijos de Israel, y no los mataron. Y Josué los destinó aquel día a ser leñadores y aguadores para la congregación, y para el altar de Jehová en el lugar que Jehová eligiese, lo que son hasta hoy.
El temor de los Gabaonitas fue basado en algo real, no inventado, vs: 24. De hecho, ellos repiten el conocimiento público del plan de Dios para Israel de Rahab, Jos. 2:9.
Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros.
Es importante responder la pregunta que típicamente surge al hablar de la conquista de la Tierra Prometida, especialmente considerando que en varias ocasiones, Dios había mandado a Israel a aniquilar a todo pueblo en su camino, en las ciudades que Dios había dado a Israel, Deut. 20:16-17.
Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida, sino que los destruirás completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado;
Gabaón era uno de esas naciones, Jos. 11:19.
No hubo ciudad que hiciese paz con los hijos de Israel, salvo los heveos que moraban en Gabaón; todo lo tomaron en guerra.
Estos argumentos han sido apuntados a la Biblia y al Dios que revela como contradictorio, o monstruoso y violento. Incluso el autor y ateo famoso, Richard Dawkins, dice lo siguiente:
“El Dios del Antiguo Testamento es posiblemente el personaje más desagradable de toda la ficción: celoso y orgulloso de él; un fanático del control mezquino, injusto e implacable; un limpiador étnico vengativo y sanguinario; un matón misógino, homofóbico, racista, infanticida, genocida, filicida, pestilente, megalómano, sadomasoquista, caprichosamente malévolo”.— El Espejismo de Dios.
Algunas aclaraciones que nos ayudan a mantener una perspectiva bíblica de lo que está pasando:
Objeción: El mandato “No matarás” (Éx. 20:13), pero Dios manda a matar. El término hebreo usado aquí es específicamente usado para el homicidio, quitar una vida sin causa justa; justa en el sentido del sistema de juicio. La pena de muerte justamente dada por Dios (el Juez perfectamente justo) no es homicidio.
El término traducido anatema, lo cual vimos anteriormente como algo entregado a Dios, ocurre 10 veces entre capítulos 10 y 11 que describe la conquista de Canaán.
Esas 10 veces es traducido como destruir/asolar, indicando que la acción es la pena de muerte dada de la mano de Dios.
Objeción: Los pueblos de Canaán no merecieron muerte pues eran inocentes. El hecho es aún arquologicamente comprobado que la cultura Canaánica era una cultura depravada y maligna. Un recurso bíblico lo describe así:
Un conocimiento básico de la cultura cananea revela su inherente maldad moral. Los cananeos eran un pueblo brutal y agresivo que se dedicaba al bestialismo, al incesto e incluso al sacrificio de niños. Los actos sexuales desviados eran la norma.— Gotquestions.org/Old-Testament-violence.html
Detallando varios pecados sensuales como abominación, Dios describe que fue tan terrible que aún había contaminado la tierra, Lev. 18:24-25; 20:23.
En ninguna de estas cosas os amancillaréis; pues en todas estas cosas se han corrompido las naciones que yo echo de delante de vosotros, y la tierra fue contaminada; y yo visité su maldad sobre ella, y la tierra vomitó sus moradores.
Y no andéis en las prácticas de las naciones que yo echaré de delante de vosotros; porque ellos hicieron todas estas cosas, y los tuve en abominación.
Era una cultura cuya religión idólatra era algo repugnante, y los Israelitas debían eliminar toda influencia de esas idolatrías, Deut. 12:29-31; 20:18.
Cuando Jehová tu Dios haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra,guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré.No harás así a Jehová tu Dios; porque toda cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses.
para que no os enseñen a hacer según todas sus abominaciones que ellos han hecho para sus dioses, y pequéis contra Jehová vuestro Dios.
Israel fue el arma de juicio que Dios usó contra las naciones canaanitas, tal como años después usó a Asiria y Babilonia para juzgar a Su propio pueblo Israel; Deut. 9:4-6.
No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de ti. No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú.
Objeción: El juicio de Dios fue arbitrario, sin dar oportunidad de arrepentimiento. Las naciones de Canaán tuvieron mas de 400 años para arrepentirse, pero no lo hicieron, Gén. 15:16. Incluso, Dios aceptó el arrepentimiento y fe de Rahab y su familia.
Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí.
El hecho de que los Israelitas habían hecho alianza con los Gabaonitas, hizo que el rey principal de los reinos del sur de Canaán, Adonisedec, iniciara el ataque coordinado contra Gabaón, Jos. 10:1-5.
Cuando Adonisedec rey de Jerusalén oyó que Josué había tomado a Hai, y que la había asolado (como había hecho a Jericó y a su rey, así hizo a Hai y a su rey), y que los moradores de Gabaón habían hecho paz con los israelitas, y que estaban entre ellos,tuvo gran temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus hombres eran fuertes.Por lo cual Adonisedec rey de Jerusalén envió a Hoham rey de Hebrón, a Piream rey de Jarmut, a Jafía rey de Laquis y a Debir rey de Eglón, diciendo:Subid a mí y ayudadme, y combatamos a Gabaón; porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel.Y cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y acamparon cerca de Gabaón, y pelearon contra ella.
Gabaón pidió ayuda por su nueva alianza con Israel, lo cual Israel honró, Jos. 10:6-7.
Entonces los moradores de Gabaón enviaron a decir a Josué al campamento en Gilgal: No niegues ayuda a tus siervos; sube prontamente a nosotros para defendernos y ayudarnos; porque todos los reyes de los amorreos que habitan en las montañas se han unido contra nosotros. Y subió Josué de Gilgal, él y todo el pueblo de guerra con él, y todos los hombres valientes.
Este ataque dio lugar a la conquista del territorio del sur e hizo que los Israelitas derrotaran a cinco naciones en una sola batalla.
Los próximos capítulos 11-12 describen como siguen derrotando
La obra de Dios en poder.
Dios es él que da la victoria. Él peleó por ellos de forma sobrenatural arrojando granizo enorme sobre los enemigos, Jos. 10:8-11.
Y Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevalecerá delante de ti. Y Josué vino a ellos de repente, habiendo subido toda la noche desde Gilgal. Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda. Y mientras iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y fueron más los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada.
También Dios hizo que se detuviera la puesta del sol en respuesta a la oración de Josúe, Jos. 10:12-14. Obviamente, hay mucho debate científico en como podría haber ocurrido esto, pero al tener en cuenta que Dios creó toda la creación y las reglas que lo gobernan, no es nada para Él doblar algunas para cumplir Su voluntad.
Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero. Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel.
El resto del capítulo 10 describe la conquista de la campaña militar del sur, y los capítulos 11-12 describen la conquista de la campaña militar del norte de Canaán.
Dios no dejó que el tropiezo, la falta de juicio, la acción pecaminosa e inmadura de Israel detuviera Su planes.
Dios ya conoca nuestra debilidad, y nos ama y usa a pesar, Sal. 103:8-14.
Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.
Ilustración:
Jacob fue un engañador, Pedro tuvo un temperamento, David tuvo una aventura amorosa, Noé se emborrachó, Jonás huyó de Dios, Pablo persigió a la iglesia, Gedeón fue inseguro, Miriam era chismosa, Marta tuvo ansiedad, Tomás dudaba, Sara era impaciente, Elías era emocional, Moisés era tartamudo, Zaqueo era enano, Abram era viejo, Lázaro estaba muerto.
¿Y dices que Dios no te puede usar a ti?
“Cuando Dios puso un llamado a tu vida, ya tomó en cuenta tu estupidez.” Lo más reconfortante que he escuchado.
Aplicación: