DEJA IR A MI PUEBLO - Liberados para servir
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Dile allí: “El Señor, Dios de los hebreos, me ha enviado a decirte: ‘¡Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto en el desierto!’ Como no has querido obedecer,
INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Cuando el pueblo de Dios es oprimido, esclavizado y atacado, el Señor todopoderoso actua a su favor haciendo prodijios y milagros, esperando la respuesta en obediencia de su pueblo.
DESARROLLO:
DESARROLLO:
LA OPRESIÓN
LA OPRESIÓN
Pero llegó al poder en Egipto otro rey que no había conocido a José,
y le dijo a su pueblo: «¡Cuidado con los israelitas, que ya son más fuertes y numerosos que nosotros!
Vamos a tener que manejarlos con mucha astucia; de lo contrario, seguirán aumentando y, si estalla una guerra, se unirán a nuestros enemigos, nos combatirán y se irán del país.»
Fue así como los egipcios pusieron capataces para que oprimieran a los israelitas. Les impusieron trabajos forzados, tales como los de edificar para el faraón las ciudades de almacenaje Pitón y Ramsés.
Opresión u oprimir significa: caer encima o mantener abatido por el uso injusto de la propia autoridad. Es el acto de subyugar por crueldad. Es ser aplastado injustamente.
El diccionario de la misión dice: La opresión es el uso arbitrario del poder o la coercion, a través de medios violentos o no violentos, para restringir o limitar la libertad de una persona o grupo, violar sus derechos, para explotarlos, o para negar sus justos derechos.
Los demonios
Los demonios
Al desembarcar Jesús, un endemoniado que venía del pueblo le salió al encuentro. Hacía mucho tiempo que este hombre no se vestía; tampoco vivía en una casa sino en los sepulcros.
Cuando vio a Jesús, dio un grito y se arrojó a sus pies. Entonces exclamó con fuerza: —¿Por qué te entrometes, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Te ruego que no me atormentes!
El pecado
El pecado
—Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado—respondió Jesús—.
La aflicción a través de cualquier cosa
La aflicción a través de cualquier cosa
Sin embargo, a esta mujer, que es hija de Abraham, y a quien Satanás tenía atada durante dieciocho largos años, ¿no se le debía quitar esta cadena en sábado?
El dinero o las cosas materiales.
El dinero o las cosas materiales.
Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores.
Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción.
LA LIBERACIÓN
LA LIBERACIÓN
En ese día el Señor salvó a Israel del poder de Egipto. Los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios tendidos a la orilla del mar.
Y al ver los israelitas el gran poder que el Señor había desplegado en contra de los egipcios, temieron al Señor y creyeron en él y en su siervo Moisés.
«El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos,
El Señor me librará de todo mal y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Entonces Moisés y los israelitas entonaron un cántico en honor del Señor, que a la letra decía: Cantaré al Señor, que se ha coronado de triunfo arrojando al mar caballos y jinetes.
El Señor es mi fuerza y mi cántico; él es mi salvación. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo enalteceré.
EL PROPÓSITO
EL PROPÓSITO
Dile allí: “El Señor, Dios de los hebreos, me ha enviado a decirte: ‘¡Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto en el desierto!’ Como no has querido obedecer,
Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la santidad que conduce a la vida eterna.
Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado.
Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Quien quiera servirme, debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.
ni se conviertan en instrumentos del mal al servicio del pecado. Preséntense, más bien, ante Dios como lo que son: muertos retornados a la vida, y hagan de sus cuerpos instrumentos del bien al servicio de Dios.