LA COMUNIÓN PARA LA ETERNIDAD (1 JUAN 4:13-17)

Primera Epístola de Juan  •  Sermon  •  Submitted
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1 ES UN HECHO (13)
2 NOS DA CONFIANZA (14-15)
3 ES UNA RESPONSABILIDAD TAMBIÉN (16-17)
INTRODUCCIÓN
No hay nada más gozoso para el crsitiano que mantener su esperanza en las promesas del Señor, en la promesa de Vida Eterna.
No sé como vienes hoy, si vienes cargado, canasado, con culpa en tu corazón, pues dejame decirte, que la promesa del Señor de Vida Eterna está por encima de todo es.
Por eso es importante mantener el gozo de la salvación, sabiendo.
Que es un hecho
Y esto nos da confianza
Pero la certeza de esto nos lleva a actuar con responsabilidad como hijos de Dios.
Es lo que vamos a ver hoy, avanzamos.:

1. ES UN HECHO (13)

¶13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.

estas promesas..-
a) Están escritas
¿Dónde? En el libro, la Palabra de Dios.
Sus promesas están desde el inicio.
Génesis 3:15 LBLA
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás en el calcañar.
Y así Juan en su Evangelio nos lo dice:
Juan 20:31 LBLA
31 pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que al creer, tengáis vida en su nombre.
Y estás promesas son para todo el mundo? La pueden escuchar y la deben escuchar todo el mundo, pero serán eficaz en aquellos que Dios salva.
b) Es para los que creemos en Cristo como Hijo de DIos y salvador.

Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.

Juan señala que el destino de esta carta son para los creyentes.
Esto es importante, porque debemos entender el contexto literario e histórico para una buena percepción del evangelio.
Y eso nos enseña que todas las promesas contenida en este libro, aunque todos puedan oirlas, serán efectiva para aquellos que Dios ha salvado, por los que Cristo murió.
Por eso, esto es un privilegio hermoso, y esto no da entendimiento de quien es realmente Cristo, no creer como creen algunos, sino como el mismo se ha revelado, como el Hijo de dios, el Cristo, Dios y salvador.
Como bien lo tenía claro Pedro en el saludo de su segunda carta.
2 Pedro 1:1–2 LBLA
1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han recibido una fe como la nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo: 2 Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor.
Para aquellos que creemos por gracia, que se nos ha dado la fe salvadora. LO que le hemos recibido.
Juan 1:12 LBLA
12 Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre,
1 Timoteo 1:15–16 LBLA
15 Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero. 16 Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer en Él para vida eterna.
Y esto no es cuento, ni algo fantasioso, es la verdad, al certeza…
c) Es una certeza

para que sepáis que tenéis vida eterna.

Juan lo dice claro, para que sepais… es un hecho, una certeza de als promesas. Esto es nuestra fe, el don de Dios.
Efesios 2:10 LBLA
10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
Y sabemos que por Él tenemos Vida Eterna. que esto nos aguarda.
Romanos 8:15–17 LBLA
15 Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, 17 y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él.
Como también
Gálatas 4:6 LBLA
6 Y porque sois hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, clamando: ¡Abba! ¡Padre!
Por lo tanto, la promesa de la Vida Eterna es un hecho para los que creemos en Cristo, esto es una certeza real. Y teniendo es to en cuenta:

2. NOS DA CONFIANZA (14-15)

No tengas temor, esto por encima de todo lo que podamos vivir aquí sabemos que esto es pasajero que tenemos la promesa real de la Vida Eterna,
2 Corintios 4:17 LBLA
17 Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación,
Romanos 8:18 LBLA
18 Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada.
Ya lo dijo Cristo:
Juan 16:33 LBLA
33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo.
a) Confianza de comunión (14)

14 Y esta es la confianza que tenemos delante de Él

Nuestra confianza no es sólo que tendremos vida eterna, sino que en el momento de nuestra regeneración, tuvimos ya comunión con Dios, y esto nada ni nadie nos puede separar de esta comunión y amor.
Y es nuestra confianza, que tenemos, la certeza de nuestra salvación y comuión.
Este era uno de los propósitos principales de esta carta, que los cristianos del tiempo de Juan, tuvieran certeza de al salvación y gozo en la comunión a pesar de las amenzas de las corrientes del protognosticismo.
a. Confianza. La palabra griega que Juan utiliza aquí y en otras partes se traduce como “certidumbre” o “confianza” (2:28; 3:21; 4:17). Lo que él quiere decir es que a causa del don de la vida eterna (v. 13), el creyente tiene la confianza, es decir la libertad, de acercarse a Dios en oración en cualquier lugar y en cualquier momento. Como hijo de Dios, él se acerca libremente a Dios con su alabanza y sus peticiones.
b) Cualquier cosa que pidamos pero siempre en su voluntad (15)

14 Y esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, Él nos oye.

15 Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.

b. Voluntad. Ante la presencia de Dios, tenemos la libertad de pedir cualquier cosa porque sabemos que Dios nos escucha. Es cierto, Dios nos concede la libertad de pedir cualquier cosa que pidamos, pero añade una condición: “Si pedimos … según su voluntad”. Esta es la enseñanza bíblica acerca de la oración. Hasta Jesucristo se somete a la voluntad de su Padre. Cuando estaba en el Huerto de Getsemaní, él oró: “Pero no se haga mi voluntad sino la tuya” (Mt. 26:39). Además Jesús nos enseña a orar en su nombre; para que él pueda brindarle gloria al Padre (Jn. 14:13).
Tenemos un acceso real y libre a Dios
Efesios 3:12 LBLA
12 en quien tenemos libertad y acceso a Dios con confianza por medio de la fe en Él.
Jeremías 29:12 LBLA
12 »Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé.
Jeremías 33:3 LBLA
3 «Clama a mí, y yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces».
Ya nos los dijo Cristo cuando nos enseñaba sobre la oración
Mateo 7:7–11 LBLA
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 9 ¿O qué hombre hay entre vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, 10 o si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?
Pero siempre en su santa voluntad buscando su gloria
Santiago 4:3 LBLA
3 Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en vuestros placeres.
Y esto trae la promesa que hablamso aquí en la tierra:
c. Promesa. A primera vista, el versículo 15 parece ser una repetición, pero tras un examen más detallado aprendemos que Juan le dice a los lectores que Dios sin duda escucha sus oraciones. Juan confirma esta confianza que tenemos al acercarnos a Dios cuando escribe que “sabemos que él nos escucha”. Y también nosotros confirmamos que Dios contesta las oraciones.
De seguro todos tenemos oraciones contestadas, pues bien, eso nos sirve para hoy y para el mañana, de que realmente hay una comunión real y esto nos da confianza y arraigo a nuesta fe en el Señor.
A veces experimentamos que no toda oración que elevamos recibe una respuesta positiva. Entonces debemos estar preparados para aceptar una respuesta negativa y saber que Dios siempre nos da aquello que es bueno para nuestro bienestar espiritual. “Toda dádiva buena y perfecta viene de lo alto; desciende desde el Padre de las luces celestiales” (Stg. 1:17).
Romanos 8:28 LBLA
28 Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.
Por lo tanto, estas promesas y está comunión nos da confianza, confianza en el rpesente por el pasado y para el futuro.
Hermano, esta comunión también nos requiero responsabilidad.

3. ES UNA RESPONSABILIDAD TAMBIÉN (16-17)

16 Si alguno ve a su hermano cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, pedirá, y por él Dios dará vida a los que cometen pecado que no lleva a la muerte. Hay un pecado que lleva a la muerteb; yo no digo que deba pedir por ese.

17 Toda injusticia es pecado, y hay pecado que no lleva a la muerteb.

Estamos ante uno de los pasajes más complicado de la Biblia y uno de los que es muy facil meter la pata interpretandolo.
vamos a ver primero que es lo que Juan se refiere:
a) A lo que Juan se refiere (16)
Una búsqueda aleatoria en blogs demuestra que se han ofrecido varias ideas populares, como la falsa enseñanza, la blasfemia contra el Espíritu Santo y la apostasía. Otros dicen que “hermano o hermana” no se refiere a un creyente cristiano, sino a alguien que no cree pero que anda por la iglesia. O quizá el pecado que lleva a la muerte sea un pecado que merezca la pena capital.
Es irónico que el presente versículo haga temblar la confianza de algunos lectores en su salvación, ya que el propósito de Juan es asegurar a sus lectores que tendrán vida eterna.
Aunque un creyente cometa un pecado (2:1), él no comete el pecado que lleva a la muerte. Si un hermano peca, aconseja Juan, la comunidad debe pedirle, a Dios que “le dé vida”. Es decir, Dios perdonará su pecado y lo devolverá a la comunión. Juan sabe que en la comunidad cristiana muchos cristianos caen en pecado. El utiliza el plural y escribe: “Me refiero a aquellos cuyos pecados no llevan a la muerte”.
Esto es porque hemos sido salvado. Por eso nuestro pecado no nos lleva a la muerte. En cambio a aquellos que pecan sin tener la comunión con Dios, son pecados de muerte.
Pero no todo pecado lleva a la muerte. Cuando un creyente transgrede la ley de Dios, eso no quiere decir que niegue que Cristo es el Hijo, ni que odie la iglesia. Además, Dios está dispuesto a perdonar su pecado. Juan enseña que “si confesamos nuestros pecados, [Dios] es fiel y justo y nos perdonará nuestros pecados y nos purificará de toda injusticia” (1:9). Dios perdona el pecado cuando el cristiano lo confiesa y cuando los hermanos cristianos oran por éste “porque Dios le dará vida”.
Esto es tremendo, porque realmente vemso que nada nos peude separar del amor de Dios. Si hemos sido salvo, ni el pecado
Romanos 8:35–39 LBLA
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Tal como está escrito: Por causa tuya somos puestos a muerte todo el día; somos considerados como ovejas para el matadero. 37 Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Por eso:
En el contexto de 1 Juan, el pecado que lleva a la muerte debe relacionarse con lo dicho en 5:12:
1 Juan 5:12 LBLA
12 El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.
Y entonces que debemos hacer:
b) Lo que debemos hacer (16)
Nunca debemos limitar nuestras oraciones a las necesidades personales. Más bien, como hermanos y hermanas en el Señor, debemos ejercer nuestra responsabilidad corporativa de orar unos por otros. Especialmente cuando nos damos cuenta de que un hermano (o hermana) comete un pecado, debemos orar a Dios pidiendo remisión.
Juan nos está enseñando más sobre el amor a neustros hermanos, lejos de señalar su pecado y condenarlo como algunos tienen por constumbre con este espiritu arrogante de inquisidor. El evangelio y nuestra relación con Dios, nos exige la responsabilidad de amar a nuestros hermanos y socorrerlos con neustra oración.
Esta es la responsabildidad que Dios nos pide, ser santos, ser iglesia. Orar por nuestros hermanos para que Dios traiga gozo a su corazón.
¿Por qué nos manda a orar por neustros hermanos no por los no creyentes? Porque para los no creyentes tenemso otro mandato, predicarles el evangelio, y si es de Dios salvarlo que lo haga.
Pero nosotros como hermanos, debemos estar cubriendonos en oración. Para que la confianza de nuestro hermano que anda en pecado no sea menguada, sino que sea restaurado.

16 Si alguno ve a su hermano cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, pedirá, y por él Dios dará vida a los que cometen pecado que no lleva a la muerte.

Dios le dará vida, quiere decir, gozo, paz, certeza de la comunión con Él.
Y esto nos da humildad, sabiendo
C) Teniendo claro lo que somos.

17 Toda injusticia es pecado, y hay pecado que no lleva a la muerteb.

Si no vamos a la muerte, y nuestros pecados son perdonados, es por la maravillsoa gracia de Dios, por su misericordia cada día, por su amor… Esto nos da una rica enseñanza.
CONCLUSIÓN
Hermano que nada ni nadie te robe el gozo de tu salvación.
Vive aferrado a las promesas de Dios.
Confiando en su Palabra, por muy mal que veas el panorama, Dios te ama, y el camina a tu lado, eres templo de su espírtu, el vive en ti. Para que con responsabilidad sea iglesia que glorifique su nombre, por medio del amor en la dimensión de la cruz, amor a Dios y amor a tus hermanos.
Vive este amor. Sabiendo que nada ni nadie puede separarte del amor de DIos, que tu vida eterna está asegurada en Cristo y es una realdiad.
Y tu, ¿Quieres tener estas bendiciones? Mira a Cristo.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo.
ORACIÓN FINAL:
Te rogamos Señor, que nos conceda en cada circunstancias la fe para que podamos tener la certeza de neustra salvación y vida eterna. También por medio de este sacramento de la Ecuaristia en el cual hoy hemos particiapado, sea testimonio para neustra vida de esta comunión real contigo. Concedenos tu bendición y tu amor, para que también podamos vivir en el amor en la dimesión de la Cruz.
Números 6:24–26 LBLA
24 “El Señor te bendiga y te guarde; 25 el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26 el Señor alce sobre ti su rostro, y te dé paz”».
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un princpio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre de Cristo.
Que DIos te bendiga.
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