Sermón: TESTIMONIO DEL CIELO.
triunfo de la iglesia • Sermon • Submitted
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Salmo 2:1–8 (NTV)
¿Por qué se enojan tanto las naciones?
¿Por qué pierden el tiempo haciendo planes inútiles?
Los reyes de la tierra se preparan para la batalla,
los gobernantes conspiran juntos
en contra del Señor
y en contra de su ungido.
«¡Rompamos las cadenas! —gritan—,
¡y liberémonos de ser esclavos de Dios!».
Pero el que gobierna en el cielo se ríe;
el Señor se burla de ellos.
Después los reprende con enojo;
los aterroriza con su intensa furia.
Pues el Señor declara:
«He puesto a mi rey elegido en el trono
de Jerusalén, en mi monte santo».
El rey proclama el decreto del Señor:
«El Señor me dijo: “Tú eres mi hijo.
Hoy he llegado a ser tu Padre.
Sólo pídelo, y te daré como herencia las naciones,
toda la tierra como posesión tuya.
INTRODUCCIÓN:
DEBEMOS TENER TANTA SEGURIDAD, EN NUESTRO PADRE, YA QUE EL
HA SEÑALADO SU PLAN.
VEMOS HOY LAS NACIONES CONTRA DIOS, PERO HOY EL SEÑOR DA UNA PALABRA.
I. La voz de Dios el Soberano.
En los versículos 1 a 6 es Dios quien habla. Sus palabras revelan la actitud de las naciones para con Él, y su actitud para con ellas como rebeldes contra su ley y su Hijo. Estas palabras del Señor contienen una exhibición de:
LA ENEMISTAD E INSENSATEZ HUMANAS
¿Por qué se amotinan las naciones, y por qué sus representantes, reyes y príncipes, conspiran juntos contra el Señor y contra su Ungido? No puede negarse esto, porque la acusación está hecha por el mismo Jehová, que juzga no por la apariencia externa, sino que mira al corazón
¿Por qué amotinarse contra el Señor y contra su Ungido? Porque la mente carnal es enemistad contra Dios. Ellos no quieren que este Ungido reine sobre ellos.
RESPUESTA DIVINA
La furia de un pueblo tumultuoso no puede estorbarle en el cumplimiento de sus propósitos MAS LOS LADRIDOS DE LOS PERROS, DEL QUIJOTE, LOS LADRIDOS DE LAS NACIONES, NO DETENDRÁN EL PLAN DE DIOS.
«Yo mismo he ungido a mi Rey.»
A pesar de la ira y rebelión de ellos,
Él ha establecido a su Rey sobre su santo monte de Sion.
Con manos inicuas ellos crucificaron al Ungido del Señor, pero Dios le resucitó de entre los muertos y lo entronizó a su diestra en los cielos.
La resurrección de Cristo es la burlona respuesta de Dios ante la ira y el odio de los hombres contra su Hijo.
CONCLUSIÓN:
¿Y quién consolará a aquellos a los que Dios A mantenido su fe aun medio esta adversidad? La política de este mundo dice: «luchar contra las iglesias y derrotarlas», pero Aquel que mora en los cielos se reirá y burlará de los tales; porque hasta que se le pueda derrotar a Él, las puertas del Hades no prevalecerán contra su Iglesia.