Hagand Todo con Amor

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Introducción

Llegamos por fin al final de 1 Corintios.
Hemos aprendido acerca de los diferentes problemas que habían en la congregación de los Corintios.
Envidias
Rivalidades
Se embriagaban en la Cena del Señor
Desorden en cuanto a los dones del Espíritu Santo
Menosprecio de los hermanos de bajos recursos
Y pudimos ver como el Apóstol Pablo los exhortaba a alinear su vida con la Palabra de Dios.
Un creyente debía vivir conforme a la regla de la fé.
Un creyente debía alinear su forma de ser al ejemplo de Jesucristo.
Un creyente debía estar consciente que ninguno es inferior o superior sino que todos somos salvos pecadores y necesitados de la redención que Cristo obtuvo por nosotros en la cruz.
¿Cómo concluiría Pablo una carta en la cual debía corregir tantos errores/problemas en la congregación?
Podría concluir con una fuerte exhortación de las consecuencias de no arrepentirse.
Podría terminar simplemente despedirse sin entrar en mayores detalles.
…pero, Pablo decide concluir su carta con un enfoque muy particular :
1 Corintios 16:14 NVI
Hagan todo con amor.
Por lo tanto, hoy estudiaremos el último capítulo para entender que hacer todo con amor significa:
Ama a los hermanos
Amar al Señor Jesucristo
Para muchos al escuchar estos puntos creen que no es necesario hablar de algo tan básico.
Sin embargo, creo que es necesario porque 1) la Biblia enfatiza la importancia de amarnos unos a otros y 2) sabemos que debemos amar y no lo hacemos.
Muchos de nosotros creemos que por ser cristianos/conocer y leer la Biblia el amor es algo natural y normal.
Pero nos damos cuenta que hay muchas personas que realmente no tienen un concepto bíblico de lo que es el amor.
Dicen amar, pero sus acciones están lejos de lo que el amor genuino.
Dicen amar pero constantemente hablan mal/critican a las personas.
Dicen amar pero constantemente insultan a sus hijos.
Dicen amar pero no ayudan a las personas.
Dicen amar pero muestran paciencia con los demás, pero no con los de su casa.
Dicen amar pero tienen muestran una cara en la iglesia y otra en su hogar.

Ama a los hermanos

En los vv. 1-4 Pablo habla acerca de una ofrenda para los hermanos de Jerusalén:
1 Corintios 16:1–4 NVI
En cuanto a la colecta para los creyentes, sigan las instrucciones que di a las iglesias de Galacia. El primer día de la semana, cada uno de ustedes aparte y guarde algún dinero conforme a sus ingresos, para que no se tengan que hacer colectas cuando yo vaya. Luego, cuando llegue, daré cartas de presentación a los que ustedes hayan aprobado y los enviaré a Jerusalén con los donativos que hayan recogido. Si conviene que yo también vaya, iremos juntos.
¿Qué necesidad tenían estos creyentes griegos y judíos de ayudar a una iglesia tan lejana?
Están a una distancia de 2,000 km.
Eran culturas distintas.
No sabemos exactamente la situación económica de los hermanos en Jerusalén. Lo que si sabemos es:
La sequía era frecuente en Jerusalén. En tiempos de sequía las cosechas eran afectadas y los ingresos bajaban de manera considerable.
Lo otro que sabemos es que los judíos que abrazaban el cristianismo corrían el peligro de ser expulsados de las sinagogas (p.ej. el hombre que había nacido ciego):
Juan 9:20–23 NVI
—Sabemos que éste es nuestro hijo—contestaron los padres—, y sabemos también que nació ciego. Lo que no sabemos es cómo ahora puede ver, ni quién le abrió los ojos. Pregúntenselo a él, que ya es mayor de edad y puede responder por sí mismo. Sus padres contestaron así por miedo a los judíos, pues ya éstos habían convenido que se expulsara de la sinagoga a todo el que reconociera que Jesús era el Cristo. Por eso dijeron sus padres: «Pregúntenselo a él, que ya es mayor de edad.»
El ser expulsado de la sinagoga era bastante grave porque perdían su círculo social.
Acarreaba un estigma el ser expulsado de la sinagoga.
Muchos ya no iban a querer tener contacto, hacer negocio, o dar trabajo a aquellas personas que eran expulsadas de la sinagoga.
Así que entre más crecía la iglesia de Jerusalén, la persecución contra los creyentes aumentaba y resultaba en una situación económica bastante difícil para los creyentes.
Pablo ha estado motivando una colecta especial para apoyar a los hermanos en Jerusalén (v. 3).
No ha solicitado esta ofrenda solo de parte de los Corintios sino también de parte de las iglesias en Galacia.
Pablo pide que colecte esta ofrenda de manera sistemática y de acuerdo a los ingresos de cada uno.
Pablo pide que se colecte el primer día de cada semana (el domingo) porque sabe que este es el día que se reunían los hermanos para adorar a Dios.
¿Porqué habrían de despojarse estos hermanos de sus ingresos para ayudar a una congregación tan lejana?
Porque ante todo somos hermanos en Cristo.
Porque sabemos que cuando somos creyentes venimos a formar parte de una gran familia.
Porque sabemos que el amar a los hermanos no es solo el abrazo y el apretón de manos.
Sabemos que el amor a los hermanos lo demostramos mediante nuestras acciones.
En esta ocasión ellos tenían la oportunidad de mostrar su amor a la iglesia madre mediante un apoyo económico.
Muchos tal vez jamás se conocerían, pero podían estar seguros que su apoyo estaba impactando las vidas de los hermanos necesitados.
No siempre vamos a poder ayudar.
Habrán ocasiones en que nuestra misma necesidad nos impide poder apoyar.
Es por eso que Pablo exhorta:
“cada uno de ustedes aparte y guarde algún dinero conforme a sus ingresos”
“para que no se tengan que hacer colectadas cuando yo vaya”…esto era para evitar la manipulación ni dar por obligación.
Hermanos, siempre estemos dispuestos a ayudar a los hermanos pero no olvidemos de reconocer cuando hemos sido apoyados.
Notemos el agradecimiento de Pablo:
1 Corintios 16:17–18 NVI
Me alegré cuando llegaron Estéfanas, Fortunato y Acaico, porque ellos han suplido lo que ustedes no podían darme, ya que han tranquilizado mi espíritu y también el de ustedes. Tales personas merecen que se les exprese reconocimiento.
Pablo fue bendecido por estos tres hermanos no solo por su compañía sino también por algún apoyo económico.
Ellos trajeron paz y tranquilidad a Pablo y reconoce el esfuerzo de los hermanos.
Cuando la gente es reconocida, esto los anima a seguir trabajando y esforzando, les invita a seguir abundando en buenas obras.
Doy gracias a Dios por los hermanos que en California procuran llevar a mi mamá al servicio.
Doy gracias a los hermanos que nos apoyaron cuando mi papá falleció.
Doy gracias a los hermanos que nos apoyaron cuando nos mudamos de casa.
Doy gracias a quienes me visitaron cuando me fracturé el pie.
…les invito a dos o tres expresar como han sido apoyados por los hermanos...
Notemos que había integridad en la manera que se hacía esta colecta.
Pablo llegaría a Corinto para supervisar la colecta.
…pero Pablo no llevaría la ofrenda.
Pablo iba a dar cartas de recomendación a los hermanos que los mismos Corintios eligieran para que ellos fueran los delegados para ir a Jerusalén y entregar la ofrenda a los hermanos necesitados.
1 Corintios 16:3–4 NVI
Luego, cuando llegue, daré cartas de presentación a los que ustedes hayan aprobado y los enviaré a Jerusalén con los donativos que hayan recogido. Si conviene que yo también vaya, iremos juntos.
Pablo no estaba haciendo negocio ni mucho menos iba a quedarse con parte del dinero.
Era una administración sana y transparente.
Esto nos ayuda a dar con libertad y con seguridad que nuestras ofrendas llegarán a su destino.
Es por esto que siempre estamos dispuestos a apoyar las ofrendas Lottie Moon y Annie Armstrong porque sabemos que serán distribuidas donde hay necesidad en el campo misionero.
Notemos que Pablo da otros ejemplos de como los hermanos mostrarían su amor a los hermanos:
Pablo iba a pasar un tiempo con ellos y necesitaría hospedaje:
1 Corintios 16:5–8 NVI
Después de pasar por Macedonia, pues tengo que atravesar esa región, iré a verlos. Es posible que me quede con ustedes algún tiempo, y tal vez pase allí el invierno, para que me ayuden a seguir el viaje a dondequiera que vaya. Esta vez no quiero verlos sólo de paso; más bien, espero permanecer algún tiempo con ustedes, si el Señor así lo permite. Pero me quedaré en Éfeso hasta Pentecostés,
Timoteo iba a llegar con ellos y debían recibirlo y ayudarlo a continuar su viaje misionero.
1 Corintios 16:10–11 NVI
Si llega Timoteo, procuren que se sienta cómodo entre ustedes, porque él trabaja como yo en la obra del Señor. Por tanto, que nadie lo menosprecie. Ayúdenlo a seguir su viaje en paz para que pueda volver a reunirse conmigo, pues estoy esperándolo junto con los hermanos.
Tiempo después llegaría Apolos y deberían estar conscientes.
1 Corintios 16:12 NVI
En cuanto a nuestro hermano Apolos, le rogué encarecidamente que en compañía de otros hermanos les hiciera una visita. No quiso de ninguna manera ir ahora, pero lo hará cuando se le presente la oportunidad.
Pablo reconoce a Aquila y Priscila quienes habían abierto su casa para que se estableciera una iglesia.
1 Corintios 16:19 NVI
Las iglesias de la provincia de Asia les mandan saludos. Aquila y Priscila los saludan cordialmente en el Señor, como también la iglesia que se reúne en la casa de ellos.
¡Por tanto hermanos, no nos cansemos de hacer el bien que a su tiempo segaremos!
1 Corintios 16:14 NVI
Hagan todo con amor.

Amar al Señor Jesucristo

Es increíble ver el amor de Pablo hacía los hermanos.
Este hombre que había sido perseguidor de la iglesia.
Había trabajado durante mucho tiempo destruyendo a los seguidores de Jesús.
Él odiaba todo lo que tenía que ver con el evangelio.
…y ahora veamos sus palabras:
1 Corintios 16:24 NVI
Los amo a todos ustedes en Cristo Jesús. Amén.
Así es como termina su carta.
Expresa su amor a hacía los hermanos.
Aquel que tanto odiaba al cristianismo, ahora enfatiza su amor por cada uno de ellos.
Sin embargo, notemos que Pablo califica la clase de amor que tiene hacía los hermanos:
Los ama “…en Cristo Jesús”.
El amor que tiene y ha mostrado Pablo por los hermanos no es de origen humano.
La única razón que él tiene amor por los hermanos es por Cristo Jesús.
Es la obra de Cristo en la vida de Pablo que produce el amor que tiene hacía los hermanos.
Cristo Jesús es el motor del amor que los creyentes muestran los unos a los otros.
Ahora, notemos lo que Pablo dice en el versículo 21-24:
1 Corintios 16:21–24 NVI
Yo, Pablo, escribo este saludo de mi puño y letra. Si alguno no ama al Señor, quede bajo maldición. ¡Marana ta! Que la gracia del Señor Jesús sea con ustedes. Los amo a todos ustedes en Cristo Jesús. Amén.
Pablo pide la pluma a su secretario y va a concluir la carta.
Pablo declara que todo aquel que no ama al Señor está bajo una maldición.
Cada creyente debe amar al Señor.
En especial, aquí Pablo expresa una palabra que en arameo significa: Ven, Señor o El Señor Viene.
Todo creyente ama la venida del Señor.
Todo creyente desea que Cristo venga nuevamente a la tierra para redimir la creación entera.
Todo que dice ser creyente y no ama al Señor, y no anhela su venida, está bajo una maldición.
Pero, hermanos me preocupa que existen muchos que creen amar mucho al Señor, servir al Señor, dar su vida por el Señor, pero:
…no tienen amor por los hermanos.
…no aman a su familia.
…no se comprenden en el matrimonio.
…sienten rencor y tienen raíces de amargura en su vida.
…viven en constante conflicto ya sea con los hermanos o peor - con los de su hogar.
…puedo decir con confianza que esto también es una maldición.
Necesitamos hoy entender que Cristo Jesús vino para hacernos nuevas criaturas.
Cristo Jesús murió por nosotros para cambiar nuestro corazón.
Cristo Jesús nos redimió y ahora nos da la capacidad de amor como él nos ha amado.
El evangelio de Cristo es un evangelio que transforma.
Confesemos que no hemos amado como la Biblia nos demanda.
Confesemos que nuestro amor en el matrimonio y la familia se ha diluido.
Confesemos que hemos fallado y Dios nos perdonará.
Miremos hacía la cruz para entender realmente lo que significa amar a los demás y no pongamos excusas.
No culpemos a los hermanos.
No culpemos a la esposa/o.
No culpemos a los hijos.
Dejemos el orgullo y vengamos al pie de la cruz para que podamos decir con nuestras acciones a todos que nos rodean:
1 Corintios 16:24 NVI
Los amo a todos ustedes en Cristo Jesús. Amén.
Quizá en muchas hogares, el primer paso es expresar el amor que tenemos a nuestros hijos, padres, esposo/a, y hermanos.
…pero que no se quede solo en palabras sino que esas palabras se conviertan en acciones.
Y cuando sentimos que no podemos amar…miremos a lo que hizo Jesús por nosotros y al reflexionar en su obra nos daremos cuenta él producirá en nosotros la capacidad de amar.
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