Ofrendas para la dedicación
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· 318 viewsLa voluntad que tenían los Israelitas para da es un ejemplo para nosotros hoy día.
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Ofrendas para la dedicación
Ofrendas para la dedicación
Números 7:1–17
1 Aconteció que cuando Moisés hubo acabado de levantar el tabernáculo, y lo hubo ungido y santificado, con todos sus utensilios, y asimismo ungido y santificado el altar y todos sus utensilios, 2 entonces los príncipes de Israel, los jefes de las casas de sus padres, los cuales eran los príncipes de las tribus, que estaban sobre los contados, ofrecieron; 3 y trajeron sus ofrendas delante de Jehová, seis carros cubiertos y doce bueyes; por cada dos príncipes un carro, y cada uno un buey, y los ofrecieron delante del tabernáculo. 4 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 5 Tómalos de ellos, y serán para el servicio del tabernáculo de reunión; y los darás a los levitas, a cada uno conforme a su ministerio. 6 Entonces Moisés recibió los carros y los bueyes, y los dio a los levitas. 7 Dos carros y cuatro bueyes dio a los hijos de Gersón, conforme a su ministerio, 8 y a los hijos de Merari dio cuatro carros y ocho bueyes, conforme a su ministerio bajo la mano de Itamar hijo del sacerdote Aarón. 9 Pero a los hijos de Coat no les dio, porque llevaban sobre sí en los hombros el servicio del santuario.
10 Y los príncipes trajeron ofrendas para la dedicación del altar el día en que fue ungido, ofreciendo los príncipes su ofrenda delante del altar. 11 Y Jehová dijo a Moisés: Ofrecerán su ofrenda, un príncipe un día, y otro príncipe otro día, para la dedicación del altar.
12 Y el que ofreció su ofrenda el primer día fue Naasón hijo de Aminadab, de la tribu de Judá. 13 Su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; 14 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; 15 un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto; 16 un macho cabrío para expiación; 17 y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Naasón hijo de Aminadab.
Introducción
Introducción
En el capítulo 6 estudiamos los votos de Nazareo que hacía cualquier hombre o mujer de Israel para dedicarse a Dios. También estudiamos la bendición sacerdotal, la cual Dios quiere darnos a nosotros también, y somos nosotros los que recibimos y ministramos esta bendición.
Ahora estudiaremos el capítulo 7 (2do mas largo con 89 versículos después de Salmo 119 con 176 versículos)
Veremos las ofrendas voluntarias que el pueblo trae a Moisés por la dedicación del tabernáculo y el ungimiento de las cosas sagradas.
Este capitulo regresa a Exodo 40 y da otros detalle de cuando Moisés erigió y dedico el tabernáculo.
También veremos la manera sabia y justa en la que Dios distribuye los recurso.
Las ofrendas
Las ofrendas
Primera ofrenda:
los príncipes de cada una de las 12 tribu se ponen de acuerdo para ofrendar 6 carretas y 12 bueyes.
Segunda ofrenda:
Luego en nombre del pueblo cada uno trae la misma ofrenda:
1 plato de plata 130 siclos (3.5 lbs onzas), 1 Jarra de plata de 70 siclos (1.12 lbs onzas), llenos de flor de harina amasada con aceite.
1 cuchara de oro de 10 siclos (4 onzas) llena de incienso.
1 becerro, 1 carnero y 1 cordero de 1 año para holocausto.
1 macho cabrio para expiación.
2 bueyes, 5 carneros, 5 machos cabrios y 5 corderos de 1 año para ofrenda de paz.
Cada día durante doce 12 cada tribu presentaba sus ofrendas 1 por día. Todos los días había ofrenda de holocausto, expiación y de paz.
12 platos y 12 jarras con ofrenda de harina amasada, 12 cucharas de oro con incienso. (75 lbs de plata, 3 lbs de oro)
12 becerros, 72 carneros, 72 corderos de 1 año, 72 machos cabríos, 12 bueyes o toros. Total 240 animales.
¿De dónde salió todo esto, si ellos eran esclavos?
Los animales los llevaron cuando salieron de Egipto. “37 Partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños. 38 También subió con ellos grande multitud de toda clase de gentes, y ovejas, y muchísimo ganado. Éxodo 12:37–38”
¿y la plata y el oro?
“35 E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos. 36 Y Jehová dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron cuanto pedían; así despojaron a los egipcios. Éxodo 12:35–36”
La distribución de la primera ofrenda
La distribución de la primera ofrenda
El tabernáculo debía ser desmontado y cargado por los levitas
Gersón: 7,500 varones, quienes quedaron encargados de transportar las cubiertas de la tienda del tabernáculo, las cortinas del atrio y las cuerdas y sus servicios. Jefe: Eliasaf hijo de Lael. El encargado de dirigirlos era el sacerdote Itamar hijo de Aarón.
Merari: 6,200 varones encargados de las tablas del tabernáculo, las barras, columnas, bases, estacas y cuerdas. Su jefe era Zuriel hijo de Abiahil y eran supervisados por el sacerdote Itamar hijo de Aarón.
Coat: 8,600 varones encargados de las cosas sagradas, el arca, la mesa, candelero, altar los utensilios y el velo.
Dios ordena entregar a los 6 carros y los 12 bueyes según la necesidad de cada grupo:
Gersón: 2 carros y 4 bueyes para transportar las cubiertas y cortinas del templo.
Merari: 4 carros y 8 bueyes para transportar lo más pesado del tabernáculo.
Coat: ninguno, debían cargar en sus hombros las cosas sagradas.
Dios nos enseña que Él reparte los recursos según la necesidad, la igualdad se obtiene en que todos tenemos lo que necesitamos, algunos más otros menos pero es según se requiera.
“A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Mateo 25:15”
Conténtate con lo que tienes: “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; Hebreos 13:5”
Escuchar la voz de Dios
Escuchar la voz de Dios
Números 7:89
Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo de reunión, para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y hablaba con él.
Había un lugar, al cual Moisés debía ir para escuchar la voz de Dios, no era en otros lugar.
Acudamos a la oración, a nuestra congregación para escuchar la voz de Dios.
Escuchamos cuando recibimos su Palabra. “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. 1 Pedro 4:11”
También El Espíritu Santo habla a nuestro corazón: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Juan 16:13”
Moisés constantemente buscaba la dirección de Dios para no desviarse del camino.
Conclusión
Conclusión
Así como Dios proveyó al pueblo para las ofrendas, así también lo hace con nosotros, si renunciamos a la mentalidad de pobreza y comenzamos a darle a Dios voluntariamente lo que le pertenece, tendremos siempre en abundancia. “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 2 Corintios 9:7–8”
Conforme seamos fieles, El Señor nos confiará más recursos y nos proveerá para todo lo que necesitemos.
Pero lo más importante es mantener nuestra comunión íntima con Él para que podamos escuchar su voz.