Devocional Juan 12
En su primer año de reinado, Ciro promulgó un decreto según el cual se les permitía a los judíos regresar a su patria a reconstruir el templo. El edicto disponía que se dieran a los israelitas plata, oro, bienes y ganados (Esd 1:1–5). El mismo rey les devolvió también los utensilios de plata y oro que Nabucodonosor había sustraído del templo (Esd 1:7–11; 5:5). Los costos de la construcción correrían por cuenta del tesoro real (Esd 6:4). La misma actitud mostró Artajerjes cuando envió a Esdras a Jerusalén (Esd 7:14–21).
Cuando los repatriados llegaron a Judá encontraron el país en ruinas, y los pocos habitantes no tenían libertad política ni económica. Además, desde el principio la construcción del templo tuvo tropiezos porque algunos líderes locales (Bislán, Mitrídates, Tabel, Rejún y Simsay) se opusieron y trataron de desanimar al pueblo para que no construyeran el templo (Esd 4:1–5). Esta oposición se presentó durante todo el reinado de Ciro. Cuando Artajerjes ascendió al trono, estos hombres enviaron cartas al rey para que impidiera la continuación de las obras (Esd 4:7–16). Artajerjes emitió un decreto en el que ordenaba paralizar las obras, las cuales se reiniciaron en el segundo año de Darío y se terminaron el año sexto (Esd 4:24; 6:15).
En medio de esta situación, Dios levantó a dos profetas: Hageo y Zacarías para animar al pueblo y apoyar a Zorobabel en la continuación de la construcción (Esd 5:1, 2).
10 Canta de júbilo y alégrate, oh hija de Sión; porque he aquí, vengo, y habitaré en medio de ti—declara el SEÑOR.
11 Y se unirán muchas naciones al SEÑOR aquel día, y serán mi pueblo. Entonces habitaré en medio de ti, y sabrás que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a ti.
12 Y el SEÑOR poseerá a Judá, su porción en la tierra santa, y escogerá de nuevo a Jerusalén.
13 Calle toda carne delante del SEÑOR, porque Él se ha levantado de su santa morada.
En la profecía de Zacarías, a través de narraciones, poesías, símbolos y cadencias literarias se combinan lo profético y lo apocalíptico. El elemento profético, rico en metáforas y poesía, confronta la liviandad de los repatriados y la falta de obediencia al pacto que el pueblo había firmado. El elemento escatológico se presenta en lenguaje simbólico.
Zacarías entiende el alma, las desesperanzas y las esperanzas del repatriado, por lo que refuerza la esperanza mesiánica, señalando que habrá un día glorioso cuando Jerusalén será liberada de todas las fuerzas opresoras que la subyugan.
Cuarta visión: restauración del sacerdocio (3:1–10)
Preguntas de reflexión
¿Qué situaciones en América Latina claman a gritos la llegada del Mesías?
¿Qué lecciones prácticas pueden extraer de estos primeros seis capítulos de Zacarías las iglesias evangélicas en América Latina?