DEJA IR A MI PUEBLO - Restaurando el templo
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Dile allí: “El Señor, Dios de los hebreos, me ha enviado a decirte: ‘¡Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto en el desierto!’ Como no has querido obedecer,
y dile: Jehová el Dios de los hebreos me ha enviado a ti, diciendo: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva en el desierto; y he aquí que hasta ahora no has querido oír.
Luego anúnciale lo siguiente: “El Señor, Dios de los hebreos, me envió a decirte: ‘Deja ir a mi pueblo para que me adore en el desierto’. Hasta ahora te has negado a escucharlo;
NO HAY CULTO, NO HAY SERVICIO, NO HAY ADORACIÓN SIN TEMPLO…! Sí o sí para poder rendir culto, servir y adorar al Señor debe y tiene que haber templo.
Hoy vamos a ver cómo durante toda la historia del pueblo de Dios, siempre la intención de Dios fue estar reunido con su pueblo, con sus hijos para tener comunión con ellos.
Y siempre el enemigo se opuso, y trato de destruir la obra de Dios.
EL TABERNACULO
EL TABERNACULO
Después levantó Moisés el atrio en torno al santuario y al altar, y colgó la cortina a la entrada del atrio. Así terminó Moisés la obra.
En ese instante la nube cubrió la Tienda de reunión, y la gloria del Señor llenó el santuario. Moisés no podía entrar en la Tienda de reunión porque la nube se había posado en ella y la gloria del Señor llenaba el santuario.
EL TEMPLO DE SALOMÓN
EL TEMPLO DE SALOMÓN
Cuando Salomón terminó de orar, descendió fuego del cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria del Señor llenó el templo. Tan lleno de su gloria estaba el templo, que los sacerdotes no podían entrar en él. Al ver los israelitas que el fuego descendía y que la gloria del Señor se posaba sobre el templo, cayeron de rodillas y, postrándose rostro en tierra, alabaron al Señor diciendo: «El Señor es bueno; su gran amor perdura para siempre.»
Se profana el Templo de Salomón
Se profana el Templo de Salomón
La gloriosa preeminencia de esa espléndida estructura fue de breve duración. Treinta y cuatro años después de su dedicación y escasamente cinco años después de la muerte de Salomón, empezó a decaer; y esa decadencia pronto se iba a convertir en un despojo general, finalmente tornándose en una verdadera profanación.
Más tarde, Nabucodonosor, rey de Babilonia, completó el despojo del templo y destruyó el edificio por fuego (véase
Todos los utensilios del templo de Dios, grandes y pequeños, más los tesoros del templo y los del rey y de sus oficiales, fueron llevados a Babilonia. Incendiaron el templo de Dios, derribaron la muralla de Jerusalén, prendieron fuego a sus palacios y destruyeron todos los objetos de valor que allí había.
EL TEMPLO DE ZOROBABEL
EL TEMPLO DE ZOROBABEL
Esdras 6:21–22 (NVI)
Los israelitas que regresaron del cautiverio comieron la Pascua junto con los que se habían apartado de la impureza de sus vecinos para seguir al Señor, Dios de Israel. Durante siete días celebraron con mucho gozo la fiesta de los Panes sin levadura, porque el Señor les había devuelto la alegría y había hecho que el rey de Persia los ayudara y permitiera reconstruir el templo del Dios de Israel.
Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada.Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo:¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos.
¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis.
y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Entonces, bajo el dominio benigno de Ciro, (véase Esdras 1, 2) y Darío (véase Esdras 6), se les permitió volver a Jerusalén y una vez más edificar un templo de acuerdo con su fe.
EL TEMPLO DE HERODES
EL TEMPLO DE HERODES
Unos dieciséis años antes del nacimiento de Cristo, Herodes I, rey de Judá, inició la reconstrucción del Templo de Zorobabel, en ese tiempo en decaimiento y virtualmente en ruinas. Esa estructura había durado cinco siglos y sin duda se había deteriorado con el tiempo.
Muchos acontecimientos de la vida terrenal del Salvador se relacionan con el Templo de Herodes. Es obvio por las Escrituras que aun cuando Cristo se oponía a los usos degradados y comerciales que se impusieron sobre el templo, Él reconocía la santidad de los recintos de dicho templo. Por cualquier nombre que se le hubiese conocido, para Él era la casa del Señor.
Jesús entró en el templo y echó de allí a todos los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas. «Escrito está—les dijo—: “Mi casa será llamada casa de oración”; pero ustedes la están convirtiendo en “cueva de ladrones”.»
Nuestro Señor había predicho la destrucción total del templo mientras aún vivía en la carne
Saliendo Jesús del templo, le dijo uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios.Jesús, respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada.
En el año 70 d. C., el templo fue completamente destruido por fuego cuando los romanos, bajo el mando de Tito, capturaron Jerusalén.
—Destruyan este templo—respondió Jesús—, y lo levantaré de nuevo en tres días.
—Tardaron cuarenta y seis años en construir este templo, ¿y tú vas a levantarlo en tres días?
Pero el templo al que se refería era su propio cuerpo.
EL TEMPLO DE CRISTO, LA IGLESIA
EL TEMPLO DE CRISTO, LA IGLESIA
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos. Se les aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
significado de templo es donde Dios habita…!
¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, él mismo será destruido por Dios; porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.
“Somos templo” en plural, de ninguna manera soy templo yo solo.
Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.
No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad,
Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Yo, por mi parte, aunque no estoy físicamente entre ustedes, sí estoy presente en espíritu, y ya he juzgado, como si estuviera presente, al que cometió este pecado. Cuando se reúnan en el nombre de nuestro Señor Jesús, y con su poder yo los acompañe en espíritu,
¿Qué concluimos, hermanos? Que cuando se reúnan, cada uno puede tener un himno, una enseñanza, una revelación, un mensaje en lenguas, o una interpretación. Todo esto debe hacerse para la edificación de la iglesia.
El primer día de la semana nos reunimos para partir el pan. Como iba a salir al día siguiente, Pablo estuvo hablando a los creyentes, y prolongó su discurso hasta la medianoche.
Cuando llegaron, reunieron a la iglesia e informaron de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos, y de cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.
EL TEMPLO FINAL
EL TEMPLO FINAL
Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Desde un principio, siempre Dios formó, busco, restauró a su pueblo para poder tener comunión con él. No se trata solo de nosotros, se trata de lo que él quiere hacer con nosotros.
Debemos restaurar el templo, o mejor dicho el propósito del templo, tener comunión entre nosotros y con el Señor.